Tecnología
La inteligencia artificial llega a la cocina
►Los fabricantes creen que esta tecnología puede transformar los equipos, los hábitos culinarios y facilitar nuevas experiencias
Inteligencia artificial hasta en la cocina, para muchos el corazón del hogar. Electrodomésticos más inteligentes, eficientes y, sobre todo, capaces de ofrecer nuevas experiencias a los usuarios son las promesas de algunos fabricantes de electrodomésticos. No es solo programar un horno, sino una manera casi invisible de optimizar cada tarea, adaptar las recetas y ahorrar tiempo y energía.
La llegada de la IA al mundo de los electrodomésticos supone un momento importante para el sector. Como señala Alberto Dani, responsable de producto en AEG en Iberia, estamos ante un cambio significativo en las gamas de producto (que puede durar hasta siete años) y que se articula en torno a tres ejes fundamentales: diseño, sostenibilidad y experiencia.
La IA en la cocina presenta dos caras, una invisible pero muy presente, y otra muy visible. La primera se manifiesta en el desarrollo interno de productos, donde la IA se utiliza, por ejemplo, para mejorar los algoritmos de los programas de lavado, buscando optimizar los resultados y, al mismo tiempo, minimizar el consumo de energía y agua. Este uso no es perceptible, pero es crucial para crear productos que cuiden mejor de las prendas y del medio ambiente.
La cara más visible, y quizás la que más llama la atención, es la que interactúa directamente con el usuario. Ignacio Garde, Head of Global Electronic and Drive Systems en BSH Electrodomésticos España, explica que BSH ya incorpora IA en varios productos con el objetivo de facilitar el uso, optimizar los resultados y mejorar la experiencia del usuario.
De la web al horno
Un ejemplo de esta integración se observa en los hornos. La IA permite que un horno con cámara, por ejemplo, sea capaz de reconocer automáticamente el alimento introducido y seleccionar el programa más adecuado. Además, estas tecnologías permiten ajustar el nivel de tostado de algunos platos mediante visión por computador que controla visualmente el punto de cocción.
Otra funcionalidad que ilustra cómo la IA puede cambiar los hábitos de uso es la capacidad de integrar recetas online. Como menciona Dani, todo el mundo busca recetas online hoy en día. La innovación reside en la posibilidad de copiar la URL de una receta y pegarla en una aplicación, como la de AEG, que traduce esa receta en comandos para el horno, como la temperatura y el tiempo, permitiendo adaptarla a las capacidades específicas del aparato. Esta funcionalidad de adaptación es clave porque la gran mayoría de las recetas online están pensadas para hornos muy básicos. Sin embargo, los consumidores pueden tener equipos superiores, equipados con funciones como el uso de vapor o sondas térmicas para controlar el punto de cocción. La IA de AEG, por ejemplo, permite adaptar automáticamente, ajustando temperatura, tiempo y programa si es necesario.
También en frío
La integración de la IA no se limita a los hornos. En los frigoríficos, mediante cámaras internas, puede identificar el contenido, lanzar avisos o recomendaciones, e incluso adaptar el modo de conservación según los alimentos almacenados. AEG también trabaja en la integración de IA en frigoríficos para mejorar la experiencia de uso y el rendimiento, utilizando aprendizaje automático para optimizar el funcionamiento según los patrones del usuario, ajustando temperatura y funciones automáticamente, e incluso activando un modo «vacaciones» si la puerta no se abre durante varios días.
Más allá de la identificación y adaptación, la IA también incorpora algoritmos predictivos que, según Ignacio Garde, pueden «estimar con precisión el tiempo restante de cocción en hornos, ofreciendo al usuario una referencia clara, incluso cuando el aparato se apaga automáticamente al alcanzar la temperatura óptima».
Una llegada con retos
La integración de la IA en los aparatos de cocina es un proceso complejo que requiere capacidades de desarrollo, tanto internas en los propios fabricantes de electrodomésticos, como externas.
BSH, por ejemplo, cuenta con equipos propios (también en España) para desarrollar soluciones de IA aplicadas a sus electrodomésticos. Además, colaboran con otros equipos e instituciones para integrar las últimas innovaciones de forma más ágil. Un ejemplo es el desarrollo de la función de detección de alimentos para hornos, donde utilizaron modelos fundacionales entrenados con datos propios y técnicas de destilado para que pudieran funcionar directamente en el electrodoméstico. También mantienen alianzas con universidades y centros de investigación, como la Universidad de Zaragoza y el Instituto de Investigación en Ingeniería de Aragón (i3A), con los que trabajan en proyectos conjuntos de I+D.
En el caso de AEG, en una fase inicial del proyecto se colaboró con una universidad europea, mientras que las fases posteriores de desarrollo e implementación (el motor y el software de la IA, la nube, la app) se han realizado internamente por AEG.
Sin embargo, la compatibilidad entre sistemas de diferentes fabricantes sigue siendo un desafío. La mayoría de las soluciones de IA desarrolladas están diseñadas específicamente para los electrodomésticos de cada marca. Esto se debe a que requieren datos, sensores y condiciones particulares para su funcionamiento. BSH defiende que «se optimiza el uso de recursos ejecutando los modelos directamente en el propio aparato» mediante un microprocesador de alto rendimiento llamado «Central Computing Module». De manera similar, AEG desarrolló tecnologías que solo aplica a sus productos, ya que son los que conocen y para los cuales pueden crear soluciones que mejoran la experiencia de uso.
A pesar de estas particularidades, la tecnología está evolucionando rápidamente. BSH destaca que sus funciones de IA se actualizan de forma remota a través de tecnología FOTA (Firmware Over The-Air), lo que permite mejorar las prestaciones incluso después de la compra, asegurando una evolución constante de la experiencia del usuario. La tecnología de IA aplicada a hornos de AEG, por ejemplo, ya está funcionando en varios países de Europa y se esperaba su llegada a España en junio.
Mirando hacia el futuro, la expectativa es que la IA esté presente en todas las categorías de electrodomésticos, y no solo en los modelos de alta gama. Esto será posible, en parte, gracias al uso de tecnologías «virtual sensor», que permiten mejorar las prestaciones utilizando sensores más accesibles y sin necesidad de componentes complejos o costosos. El potencial de usos para la IA es múltiple, y aunque la integración en otras categorías como frigoríficos ya está en marcha, se sigue trabajando en nuevas experiencias.
El interiorismo y diseño, bajo la lupa de la IA
►La IA también está revolucionando el mundo del interiorismo y el diseño de cocinas. Raúl Martins, interiorista, aseguraba en Casa Decor que la IA cambia la manera de abordar y ejecutar proyectos. Permite personalizarlos para que la experiencia sea más única y menos global. En el proceso de diseño, la IA ofrece una visión más amplia al presentar opciones que quizás estos expertos no habían considerado y permite obtener opciones más acotadas de lo que se necesita. También facilita la realización de simulaciones, permitiendo conocer un espacio y planificar acciones antes de ejecutarlas.
Además, la IA contribuye a la domotización de las casas. Si la IA sabe qué electrodomésticos tenemos, puede guiar este diseño para ahorrar tiempo y saber qué necesitamos. Esta domotización da calidad de vida y tiempo. Para aquellos que disfrutan cocinando pero disponen de poco tiempo, la IA puede ofrecer consejos para mejorar la experiencia.