
Vacaciones
Juanma Lorente, abogado laboralista: “No puedes empezar a disfrutar tus vacaciones un viernes”
La elección del día en el que se inician las vacaciones no es un detalle menor, sino un derecho que puede hacerte ganar o perder días de descanso

Las vacaciones son uno de los aspectos más valorados de cualquier relación laboral. Representan una pausa necesaria para la salud física y mental, pero también un terreno donde a menudo surgen dudas, interpretaciones confusas y prácticas empresariales que no siempre se ajustan a la normativa. Entre los temas más desconocidos se encuentra un detalle que sorprende a muchos trabajadores: el día en el que comienzan las vacaciones puede determinar cuántos días reales de descanso se disfrutan. Y, según el abogado laboralista Juanma Lorente, es ahí donde muchos empleados pierden derechos sin darse cuenta.
¿Por qué importa tanto el día de inicio?
En su popular contenido divulgativo, Juanma Lorente lanza una afirmación directa que ha generado gran debate: “Las vacaciones no pueden empezar un viernes y me da igual cómo se ponga tu empresa, tendrán que empezar un lunes o el primer día hábil de tu semana”.
La lógica detrás de esta declaración se encuentra en la forma en que el ordenamiento laboral español computa los días de vacaciones. El artículo 38 del Estatuto de los Trabajadores establece que el período vacacional no podrá ser inferior a 30 días naturales. Eso significa que se cuentan todos los días del calendario, incluidos sábados, domingos y festivos. Sin embargo, esa aparente ventaja, sumar días que no se trabajan, puede convertirse en un perjuicio si las vacaciones comienzan justo antes del fin de semana.
¿Qué ocurre si empiezas el viernes?
Lorente lo explica con claridad meridiana: “Si tienes una jornada de lunes a viernes, no puedes empezar unas vacaciones un viernes debido a que son 30 días naturales y el sábado y el domingo ya se estarían contando”. Es decir, si tu empresa te obliga a iniciar vacaciones el viernes, ese mismo fin de semana se consumirían dos días de tu periodo vacacional sin haber disfrutado de tiempo libre adicional, ya que esos días, en tu jornada habitual, ya no eran laborables.
El resultado práctico es perder descanso, algo que la ley pretende precisamente evitar. Por eso insiste: “Tus vacaciones deberían empezar el lunes para que el fin de semana no contara”.
Este principio no aplica únicamente a quienes trabajan de lunes a viernes. Según el abogado, debe ajustarse al primer día hábil de cada trabajador. Lo ejemplifica así: “Si por ejemplo tienes una jornada de martes a sábado, pues en este caso tus vacaciones no podrán empezar un sábado. Tendrán que empezar el martes”.
Es decir, el día de inicio debe coincidir con el comienzo natural de tu semana laboral. Hacerlo de otra manera supone consumir días de vacaciones sin contraprestación real. La reflexión final de Lorente es contundente: “No puede empezar el último día de la semana. Tiene que empezar el primero, porque si no estás perdiendo días de vacaciones”.
Aunque este matiz no se menciona literalmente en el Estatuto de los Trabajadores, el razonamiento deriva de la interpretación judicial y de la doctrina laboral, que busca garantizar que las vacaciones cumplan su finalidad reparadora y no se vean mermadas por artificios organizativos.
La jurisprudencia del Tribunal Supremo ha reiterado que la empresa no puede adoptar decisiones que vacíen de contenido un derecho laboral reconocido. Entre ellos, el disfrute real e íntegro de las vacaciones. Esta doctrina ha servido de base para que abogados como Lorente defiendan el inicio vacacional en día hábil, evitando así pérdidas encubiertas.
¿Qué hacer si tu empresa insiste?
Si recibes una comunicación de vacaciones cuyo inicio recae injustificadamente en tu último día de trabajo semanal, deberías actuar:
- 1. Solicitar la rectificación por escrito.
- 2. Alegar el perjuicio en el cómputo de días naturales.
- 3. Recurrir si la empresa no rectifica, ya que los plazos para impugnar son breves.
Conviene recordar que las vacaciones no pueden imponerse unilateralmente; deben fijarse de común acuerdo y con un mínimo de dos meses de antelación.
La afirmación de Lorente no es una exageración ni un tecnicismo. Es una advertencia: muchos trabajadores pierden días sin ser conscientes de ello. Comenzar unas vacaciones en viernes o en el último día hábil de tu semana puede parecer irrelevante, pero supone ceder tiempo personal que la ley te reconoce. Entender las reglas no solo te da libertad: también te garantiza que tu descanso sea real, completo y legalmente protegido.
✕
Accede a tu cuenta para comentar


