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Vivienda

La ley lo aclara: esto es lo que tu comunidad de vecinos puede (y no puede) hacer con tu mascota

En España hay casi 30 millones de mascotas

Mascota en una casa Freepik

En España hay casi 30 millones de mascotas, una cifra que no ha dejado de aumentar año tras año y que está cambiado la estructura de los núcleos familiares tal y como los conocíamos. Aunque los perros y gatos han trascendido su rol tradicional para convertirse en un miembro más de la familia, su presencia en una comunidad de vecinos suele estar condicionada por las normas internas del edificio.

Una comunidad en nuestro país tiene capacidad para regular el uso que hacen las mascotas de las zonas comunes. Por ello, siempre es recomendable revisar los estatutos de la comunidad para conocer las condiciones específicas, ya que suelen incluir restricciones destinadas a garantizar la convivencia y el bienestar de todos los residentes.

En la práctica, muchas comunidades permiten la tenencia de animales de compañía, pero pueden aplicar limitaciones relacionadas con el tamaño, la raza o el número de mascotas. Otras optan por normas más estrictas. Esto genera dudas frecuentes: ¿puede una comunidad prohibir tener mascotas? ¿Qué dice la ley?

¿Qué dice la Ley de Bienestar Animal?

La Ley de Protección y Bienestar Animal, en vigor desde el 29 de septiembre en España, introduce obligaciones y restricciones que afectan también a quienes conviven con animales en viviendas o comunidades de vecinos:

  • No se puede dejar a un animal de compañía sin supervisión durante más de tres días consecutivos; en el caso de los perros, el límite es de 24 horas.
  • Constituye infracción grave mantener de forma permanente perros o gatos en terrazas, balcones, azoteas, trasteros, sótanos, patios, espacios similares o dentro de vehículos.

Esta normativa vigente también establece normas que se centran más en las comunidades de vecinos:

  • Los dueños de estos animales deben evitar que estos depositen excrementos u orines en zonas de paso habitual de personas -fachadas, puertas, entradas a establecimientos y, en definitiva, áreas comunes-. En caso de producirse, debe retirarlos y limpiar con productos biodegradables.
  • Los dueños deben evitar ruidos excesivos generados por sus mascotas que puedan molestar al resto de residentes. Además, están obligados a adoptar las medidas necesarias para impedir molestias, riesgos, amenazas o daños a personas, animales o bienes.

¿Puede una comunidad prohibir tener perros?

Las comunidades pueden fijar normas en su reglamento interno, pero no tienen capacidad para prohibir de manera general o indiscriminada la presencia de mascotas en las viviendas. Además, cualquier restricción debe ser razonable y estar debidamente justificada, enfocándose en aspectos concretos como el uso de correa en las zonas comunes, los horarios para evitar ruidos, las áreas de circulación permitidas o las obligaciones de limpieza tras el paso del animal.

Aunque no es habitual, la LPH permite que una comunidad limite o incluso prohíba que los perros utilicen el ascensor. En la mayoría de los casos, basta con que las mascotas estén bien educadas, no causen daños y respeten la convivencia para evitar restricciones adicionales.