Hostelería
La lluvia hunde a la hostelería: «Es el peor mes del año»
La facturación de los bares y restaurantes ha caído entre un 10% y un 50% en marzo por culpa de las borrascas Jana, Konrad, Laurence y Martinho
Cielos cubiertos de nubes, lluvias torrenciales y vientos huracanados han sido los grandes protagonistas de este mes de marzo en España. Las borrascas Jana, Konrad, Laurence y Martinho han azotado la península y han dejado tras de sí inundaciones en todo el país, cortes de carreteras e incluso muertes, lo que han hecho a muchos definir a marzo como «el peor mes del año». Al menos así lo ha afirmado a LA RAZÓN Gustavo, un hostelero que tiene una cafetería en Almorox (Toledo) y que ha sido uno de los muchos profesionales de este sector que se ha visto afectado por estas cuatro borrascas que han pasado por España en el último mes.
«Peor que la cuesta de enero y febrero. No ha habido nada igual. Como dice un compañero: suelo mojado, cajón vacío», lamenta. La facturación de este local ha bajado más de un 30% en el tercer mes del año, e incluso este hostelero asegura que ha registrado «su peor día de caja» desde que regenta «El Pinar de Almorox».
En Toledo la borrasca Martinho ha provocado que el Tajo haya alcanzado ya los 1.000 metros cúbicos por segundo a su paso por Talavera de la Reina, arrasando con su puente romano. Asimismo, 25 embalses pertenecientes a la demarcación del Tajo, de las provincias de Guadalajara, Madrid, Toledo y Cáceres superaron el umbral de aviso rojo.
La patronal Hostelería de España también considera que marzo va a ser un «mal mes» para el sector de la hostelería, sobre todo para aquellos bares o restaurantes que cuentan con servicio de terraza, ya que, algunos de ellos, incluso han perdido «la mitad del aforo».
La lluvia no ha hecho distinciones y también ha mojado las calles de la capital. Este mes de marzo se ha coronado como el más lluvioso de la historia de Madrid desde que se tienen registros (1895), tras acumular 188,2 litros por metro cuadrado, según datos de la estación Madrid-Retiro entre el 1 y el 18 de este mes. Ante este escenario, no es de extrañar que los madrileños se queden en sus casas, lo que afecta innegablemente a los que trabajan en hostelería. Kike es dueño de «La Pijotera», un gastrobar situado en Pozuelo de Alarcón, y, pese a que ha sacado juegos de mesas durante estos días para incentivar a que la gente entre en su local, este clima adverso ha provocado que haya facturado un 50% menos de lo esperado e incluso que algunos días no haya tenido ningún ingreso.
«Cuando llueve es como la pandemia del covid. Nadie sale de casa pero tú tienes que seguir pagando todo. Es complicado», lamenta este profesional. En esta línea, asevera que, cuando hace mal tiempo, las compañías no hacen a los hosteleros «una rebaja» en las facturas de la luz o el Internet, sino que los gastos fijos se mantienen aunque no entre ni una sola persona al local.
Los bares con terraza, pese a ser los más afectados, no son los únicos. Marcelo es dueño de los restaurantes Villacañada y Villacañada 2 en los municipios madrileños de Majadahonda y Villanueva de la Cañada, respectivamente; y, pese a ser considerados locales «de invierno», su facturación también ha bajado un 40% durante el turno de noche en este mes lluvioso. «Cuando hace malo, la gente se queda en casa», explica al diario.
La hostelería en Valencia también ha sido otra de las grandes damnificadas por este temporal. En este sentido, a pesar de que este mes se caracteriza por la celebración de una de sus fiestas más arraigadas, las Fallas, la Coordinadora Hostelería de los Barrios de Valencia ha cifrado entre el 10% y el 20% la caída de facturación de los establecimientosdurante esta tradicional celebración respecto a la de 2024 debido a motivos como el frío y la lluvia y el calendario.
El agua está golpeando duramente a distintos puntos de la península entre los que se encuentra también Andalucía. «Las terrazas no las podemos aprovechar y aquí vivimos de eso y el buen tiempo. Nos está afectando mucho a la hostelería», lamenta Manolo, que cuenta con 12 negocios en Sevilla y el municipio sevillano de Dos Hermanas como Castaño Santa Ana o Castaño Vinos y Tapas, entre otros. A pesar de que todos sus establecimientos tienen suficiente espacio interior, asegura que hay otros muchos negocios en esta zona que tienen una gran terraza y dentro cuatro mesas «con las que no pueden vivir».
Manolo explica a este diario que su facturación ha caído más de un 40% por culpa de la lluvia y no recuerda un mes de marzo que haya sido tan malo como este, equiparándolo a cuando llegó la pandemia del coronavirus. Asimismo, aseguró que tiene en total 80 personas en plantilla, por lo que está aprovechando el tercer mes del año para darles vacaciones. «Estamos mirando al cielo y deseando que llegue el buen tiempo», sentencia este hostelero.