Huelga de estibadores

Órdago de los estibadores

Los sindicatos harán nueve días de paros a partir del 6 de marzo si el Gobierno insiste en aprobar la reforma del sector este viernes

Protesta de los estibadores en contra de la reforma del sector en el puerto de Cádiz
Protesta de los estibadores en contra de la reforma del sector en el puerto de Cádizlarazon

Fijan un calendario de paros a partir del 6 si el Gobierno aprueba la reforma del sector. Mañana volverán a la mesa de negociación con la amenaza de parar los puertos de España

La estiba vuelve a estar en pie de guerra. Antolín Goya, responsable de la Coordinadora de Trabajadores del Mar (CETM), anunció ayer que los sindicatos han dado preaviso para la celebración de nueve jornadas de huelga a partir del 6 de marzo si el Gobierno insiste en aprobar este viernes el real decreto-ley para liberalizar el sector. El nuevo calendario de movilizaciones abarca los lunes, miércoles y viernes de tres semanas consecutivas. Serían paros parciales, esto es, que tendrían lugar en las horas impares. El nuevos calendario de posibles paros se dio a conocer después de que concluyera la reunión que celebraron en una de las sedes del Ministerio de Empleo representantes del CETM y de la patronal del sector (Anesco) para abordar la reestructuración del sector y que concluyó en fracaso.

El encuentro ya comenzó torcido. Antes de sentarse a negociar, Goya expresó su malestar porque el Ministerio de Fomento, tal y como había ofrecido, no hubiese enviado a ningún representante del Ministerio de Empleo a la reunión para mediar y hubiese delegado este papel en el presidente del Consejo Económico y Social (CES), Marcos Peña. Según Goya, en el transcurso del encuentro, Peña les transmitió que no tenía ninguna capacidad para incidir en el decreto-ley de liberalización de la estiba y que Fomento le había transmitido su intención de aprobarlo este próximo viernes en los términos en que está redactado. Los estibadores accedieron el miércoles de la pasada semana a la oferta de Fomento de desconvocar los paros que tenían programados para esta semana a cambio de que el ministerio retrasase la aprobación del decreto para dar tiempo a la negociación. Pero, según Goya, una vez que han constatado que el departamento que dirige Íñigo de la Serna tiene intención de aprobar la reforma del sector esta misma semana, vuelven de amenazar con huelgas para detener el decreto. «Ante esta situación, la única alternativa de defensa que tenemos es la presentación de otro preaviso de huelga», afirmó Goya.

Con su movimiento, los sindicatos vuelven a poner la pelota en el tejado de Fomento pues, como aclaró el líder de los estibadores, si el ministerio da marcha atrás y deja en suspenso la aprobación del decreto mientras negocian con la patronal, no harán efectiva la convocatoria de huelga. Porque a pesar de tensar la cuerda, los sindicatos volverán a sentarse hoy por la tarde con la patronal en busca de acuerdos. Por la mañana, cada una de las partes se encontrará por separado con Peña para buscar soluciones.

Marco liberalizador

La posición de Fomento no parece dejar excesivo margen de maniobra a las pretensiones de los estibadores. En una comparecencia en el Senado, De la Serna insistió ayer en que «urge» aprobar el decreto ley porque la nueva sentencia del Tribunal Superior de Justicia de la UE sobre la estiba que se espera en breve «va a golpear a España como ninguna otra lo ha hecho hasta ahora». El ministro reiteró que, de no aprobarse la reforma del sector, se hará efectiva la multa al país de 134.000 euros diarios.

De la Serna añadió en que la aprobación del real decreto no es el «punto final» para la reestructuración de la estiba, sino el inicio para el proceso de diálogo. Fomento entiende que el decreto establece unos límites para la liberalización del sector y que luego deben ser las empresas y los trabajadores los que, en el marco de la negociación colectiva y de estos límites, deben llegar a acuerdos sobre cuestiones como la subrogación de los contratos, la formación de los empleados o la contratación, pues la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de la UE no permite ir más allá. De la Serna insistió en que el real decreto ley da un margen de un año para adaptar los convenios colectivos, lo que considera «tiempo más que suficiente si hay voluntad» para el diálogo entre la patronal y los sindicatos de estibadores.

En este punto es donde se origina el choque con los sindicatos. Las centrales consideran que la Comisión Europea no obliga a llegar tan lejos y que es posible garantizar estos aspectos en el nuevo decreto ley.

La convocatoria de los nuevos paros pilló por sorpresa al tercer actor del conflicto, las empresas. Anesco expresó su malestar por el movimiento de los sindicatos a la salida de la reunión de ayer, pero también se mostró dispuesta a seguir negociando con los sindicatos. En un comunicado, la patronal de la estiba dijo estar convencida de poder alcanzar acuerdos, aunque también trazó las que considera líneas rojas.

Control de contratación

Aunque quiso poner el acento en la continuidad del empleo, el respeto a los derechos adquiridos por los trabajadores de la estiba, en la formación y en la prevención de riesgos laborales, también advirtió de que considera «indispensable que las empresas estibadoras puedan desarrollar de forma real y efectiva la dirección, organización y control de sus trabajadores, como ocurre en el resto de sectores». Asimismo, Anesco cree vital «que se garantice la igualdad de condiciones entre operadores actuales y los nuevos operadores que se instalen en el futuro ante los acuerdos que se puedan alcanzar».

Anesco aprovechó para volver a denunciar que se sigue produciendo una huelga encubierta en los puertos «mediante bajos ritmos coordinados». Los paros, según la patronal, afectan especialmente a los puertos de Valencia, Alicante y Cádiz. «Los bajos rendimientos se estiman en un 23% de reducción de la productividad media habitual», lo que, según denunciaron, «está causando graves perjuicios a las empresas estibadoras y usuarios de los puertos».

Sector básico

Aunque el número de trabajadores a los que afecta el conflicto de la estiba es relativamente pequeño, 6.156 en toda España, el sector tiene un importante peso en la economía nacional. Las mercancías que entran y salen de España por barco representan una carga anual valorada en unos 200.000 millones de euros, lo que supone el 86% de lo que el país exporta y el 65% de lo que importa, según datos de Fomento.

El Gobierno nombra un mediador

El Gobierno ha designado al presidente del Consejo Económico y Social (CES), Marcos Peña, como mediador en la negociación que patronal y sindicatos de la estiba retomaron ayer sobre la reforma del sector. Antolín Goya, responsable del principal sindicato del sector, manifestó su sorpresa por la designación del mediador y por el hecho de que en la mesa de negociación no participe representante alguno del Gobierno. «Nombran un mediador como si se tratara de un conflicto entre empresas y sindicatos, cuando el conflicto lo ha generado Fomento con su Real Decreto Ley».

Lo que quiere el Gobierno

- Romper el monopolio

La propuesta del Ministerio de Fomento pasa por liberar a las compañías que quieren operar en los puertos de la obligación de entrar en el capital de las sociedades de estiba (Sagep). Además, dejarían de estar obligadas a contratar sólo a los estibadores de estas sociedades, controladas por los sindicatos de la estiba.

Lo que piden los estibadores

- Registro de trabajadores

Los sindicatos apuestan por la creación de un registro de estibadores, en el que estarían inscritos los trabajadores formados para la estiba (fundamentalmente, los actuales estibadores). De esta forma, se busca evitar que se acceda a la profesión a través de empresas de trabajo temporal, con peores condiciones que ahora.