La multa que te pueden poner por hacerle una transferencia a tus hijos: hasta 150.000 euros

La Agencia Tributaria es el organismo público por excelencia que se encarga de gestionar, inspeccionar y recaudar todos los tributos de titularidad estatales, los cuales son comúnmente reconocidos como los impuestos. De esta manera, el dinero de todos los españoles se intenta controlar de la mejor manera posible para que no se cometan ningún tipo de actividades delictivas.

También entran en juego los bizums y las transferencias bancarias, las cuales son una serie de operaciones que consisten en el envío desde la cuenta de un banco a otro. A diferencia de un bizum, que es inmediata, la transferencia suele tardar en llegar entre uno o dos días, aunque también puede depender del movimiento que se esté haciendo o del banco que se tenga contratado.

Todos los movimientos pueden ser supervisados

Todas estas medidas de vigilancia se han visto aumentadas durante los últimos meses, sobre todo con el objetivo de detectar irregularidades para así evitar fraudes y garantizar todas las obligaciones tributarias de los españoles. Anteriormente, tan solo eran examinadas las transacciones que conllevaban una gran cuantía de dinero, pero ahora todas pueden ser vigiladas.

Lo cierto es que el desconocimiento de estas normas no exime de la responsabilidad a ningún declarante. En caso de que la Hacienda identifique algún tipo de irregularidad o desajuste, puede llegar a exigirle al titular de la cuenta que justifique esa operación que se está realizando y, en caso de que no se ofrezca una explicación que se adecué bien, la Agencia Tributaria podría llegar a tomar medidas en las que entran posibles sanciones de carácter económico.

Las donaciones, muy vigiladas por la Agencia Tributaria

Algo así también ocurre cuando se habla del Impuesto sobre Sucesiones y Donaciones, un tributo que grava el patrimonio adquirido por las personas físicas, ya sea mediante herencias, legados o donaciones. Pese a que se tratan dos aspectos diferentes en este impuesto, es considerado como una sola impositiva que abarca dos transmisiones, las cuales son por causa de muerte o por decisión en vida.

En este sentido, tomando como referencia el segundo aspecto señalado, toda cantidad de dinero que sea destinada por decisión en vida, como puede ser una transferencia entre familiares, debe ser declarada. Lo cierto es que las donaciones de mayor cuantía sean las más vigiladas por norma general, pero ahora casi todo movimiento es susceptible de ser supervisado. Estas concesiones no solo tienen por qué ser una cantidad establecida de dinero, también pueden ser bienes, tanto inmuebles como materiales, o participaciones y acciones, entre otros.

Multas de hasta 150.000 euros

Según establece la ley, todas las entidades bancarias están en la obligación de notificar cualquier transacción superior a los 3.000 euros, y en el caso de las donaciones, el límite está situado en los 6.000 euros. Lo cierto es que no es una cifra oficial en cuanto a límite fiscal se refiere, sino que se utiliza más bien como una cuantía inicial por la que se puede comenzar a realizar algún intento de fraude. Por lo tanto, en caso de que una transferencia sea también de 6.000 euros, las probabilidades de tener que dar explicaciones a la Agencia Tributaria son mucho mayores.

Si una donación no de declara de forma correcta, se podrían llegar a dar casos de multas de entre 600 y 150.000 euros, aunque lo más habitual es entre el 50% y el 150% del importe que debería haberse tributado, también dependiendo de la cantidad que se esté traspasando y del historial fiscal del perjudicado. En casos más graves, como puede ser la deliberación de no declarar este tipo de movimientos, el desenlace podría llegar a ser peor y podría ser considerado como un intento de fraude fiscal, lo cual puede ser castigado, en los casos más extremos, con penas de cárcel.