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Natalia de Santiago, economista, habla sobre el interés compuesto: “Es lo que hace que puedas ganar mucho dinero”

Ganar mucho dinero ahorrando poco es posible gracias al interés compuesto, una fórmula que, según los expertos, convierte pequeñas aportaciones en una suma relevante gracias al poder del tiempo y la constancia

Natalia de Santiago, economista, asegura que estás perdiendo dinero: "Si no haces esto, perderás dinero cada año Natalia de Santiago, economista, asegura que estás perdiendo dinero: "Si no haces esto, perderás dinero cada año YouTube

Una de las herramientas más extendidas para construir un patrimonio a largo plazo son los fondos de inversión. Su gran baza reside en la diversificación del capital, una estrategia que reparte el dinero entre distintos activos para proteger al inversor de las sacudidas del mercado y mitigar el riesgo de sufrir pérdidas concentradas en un único valor.

En este sentido, los expertos insisten en que la paciencia es un ingrediente fundamental. Adoptar una visión a largo plazo resulta crucial para no dejarse arrastrar por las inevitables fluctuaciones de los mercados y permitir que la estrategia de ahorro madure y ofrezca sus frutos con el paso del tiempo.

De hecho, esta paciencia es la que permite que se active el verdadero motor de este tipo de estrategias: el interés compuesto, un mecanismo por el cual los rendimientos obtenidos generan, a su vez, nuevos beneficios. La experta Natalia de Santiago lo define en el podcast Tenía la duda como el secreto para hacer crecer el patrimonio «ahorrando poco». Para la especialista, entender su funcionamiento es clave, pues «es lo que hace que puedas ganar mucho dinero».

El tiempo y la paciencia, las claves del crecimiento financiero

Por ello, el factor más determinante en este proceso no es la cantidad inicial de dinero, sino la constancia del ahorrador. La disciplina de realizar aportaciones periódicas, incluso si son de apenas 10, 15 o 20 euros, tiene un impacto mucho mayor que una gran inversión puntual que no se mantiene en el tiempo, demostrando que la regularidad es la mejor aliada del pequeño inversor.

En definitiva, el interés compuesto funciona como una bola de nieve que va creciendo sin parar a medida que baja por la ladera. Es la combinación de reinvertir los beneficios y mantener la calma durante los vaivenes del mercado lo que transforma pequeñas aportaciones en un capital de considerable envergadura con el paso de los años, un proceso en el que el tiempo juega siempre a favor del que sabe esperar.