Macroeconomía

La OCDE vuelve a rebajar el crecimiento de España y lo deja en el 1,4% en 2024

Advierte al Gobierno español de que no cerrará el déficit en el 3% exigido por Bruselas ni este ni el próximo año. Reclama un "mayor ajuste presupuestario" y menos gasto

La vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño (i), y la ministra de Hacienda, María Jesús Montero
La vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño (i), y la ministra de Hacienda, María Jesús MonteroEduardo ParraEuropa Press

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) ha revisado una décima a la baja su previsión de crecimiento para España en 2023 y en 2024, que estima ahora en el 2,4% y el 1,4%, respectivamente, mientras que anticipa una rebote de la actividad para 2025, cuando la expansión del PIB se estima llegue al 2%. A pesar de la revisión a la baja, augura que España continuará creciendo sensiblemente por encima de la media esperada para la zona euro, cuyo PIB aumentará un 0,6% este año, un 0,9% el siguiente y un 1,5% en 2025.

En sus nuevas proyecciones, la OCDE señala que la demanda interna será el principal motor del crecimiento estos años, aunque anticipa una moderación del crecimiento del consumo privado y la inversión por las estrictas condiciones financieras y la inflación persistente en 2024, antes de repuntar en 2025. "El endurecimiento de la política monetaria está influyendo en la actividad", resume en su informe, donde destaca el endurecimiento de los estándares crediticios para los préstamos a empresas y consumidores y el aumento del coste de los préstamos para todos los sectores sin olvidar que "los hogares están muy expuestos al aumento de los tipos de interés", puesto que el 70% de las hipotecas se basan en tipos variables.

Asimismo, el 'think tank' de las economías avanzadas advierte de que la demanda externa respaldará menos el crecimiento que en años anteriores y apunta que el crecimiento de las exportaciones y las importaciones ha bajado en los últimos trimestres a medida que la actividad en los principales socios comerciales de España ha disminuido.

En cuanto al empleo, en su análisis destaca la robustez demostrada por el mercado laboral y anticipa que la tasa de paro se moderará este año al 12% este año desde el 12,9% en 2022, manteniéndose estable el próximo año y reduciéndose al 11,8% en 2025. De este modo, la OCDE confía en que la esperada disminución gradual de las presiones inflacionarias, junto con la resiliencia del mercado laboral y el despliegue de proyectos en el marco del Plan de Recuperación apoyarán el crecimiento en 2025.

La OCDE también ha enviado un mensaje claro al nuevo Gobierno: "Hace falta un mayor ajuste presupuestario para mantener la deuda a un nivel controlado", con menos gasto. Los autores del estudio son menos optimistas que el Ejecutivo sobre el ritmo de reducción del déficit público y calculan que se quedará en el 3,2% del PIB en 2024, y no en el 3 % que prevé el Ejecutivo, y en el 3,1% en 2025, y no en el 2,7%. Con carácter general, la OCDE advierte a los países miembros de que sin cambios en las políticas presupuestarias, la deuda pública aumentará en más de 60 puntos porcentuales de PIB de aquí a 2040, debido, en particular, al impacto del envejecimiento de la población.

En este sentido, el secretario general de la OCDE, Mathias Cormann, durante la presentación del informe, ha reclamado al nuevo Gobierno español que compense los gastos adicionales en sus prioridades políticas con recortes en otros sectores, dada la necesidad de ajustar el déficit. "Los gastos adicionales en terrenos prioritarios deben acompañarse de recortes en otros menos prioritarios. Es un ejercicio de equilibrio". Preguntado sobre las promesas que ha hecho el Ejecutivo de Pedro Sánchez para llevar a cabo nuevos programas sociales y con los independentistas catalanes para condonar una parte de la deuda autonómica, el secretario general señaló que es importante que un Gobierno elegido aplique su programa, pero también tener en cuenta la situación de las finanzas públicas.

La economista jefe, Clare Lombardelli, añadió que ellos trabajan en un examen de las diferentes partidas presupuestarias para establecer un análisis coste-beneficio. Lombardelli señaló, por otra parte, que también se puede actuar por el lado de los ingresos con un esfuerzo para luchar contra la evasión fiscal, la utilización de nuevas herramientas digitales para mejorar los controles fiscales y al mismo tiempo proteger a la población más vulnerable.