
Energía
Los socialistas españoles se vuelcan con la nuclear... fuera de España: Calviño da 400 millones para enriquecer más uranio en Francia
El BEI otorga un préstamo a la francesa Orano para ampliar un 30% la capacidad de una de sus plantas después de que Ribera apoye con 32.000 millones a dos centrales belgas

La nuclear reverdece en todo el mundo, también en Europa, como respaldo a la transición hacia fuentes más limpias, garantizando el suministro eléctrico hasta que el almacenamiento de la energía producida por las renovables permita fiarlo todo al viento, el sol y el agua.
El giro europeo tiene también mucho que ver con la ansiada soberanía energética, que permita soltar amarras del gas ruso y del licuado y el petróleo que llega de Estados Unidos o, al menos, rebajar al mínimo la dependencia.
El cambio de paradigma es tan evidente que todas las instituciones se ponen del lado de la nuclear. Como el Banco Europeo de Inversiones (BEI) que preside Nadia Calviño. La ex vicepresidenta primera y ex ministra de Economía del Gobierno de Pedro Sánchez acaba de conceder un préstamo de 400 millones de euros a la empresa francesa Orano destinado a financiar una parte de las inversiones en el proyecto de ampliación de la planta de enriquecimiento de uranio Georges Besse 2, situada en Tricastin (Francia), cuyo coste estimado es de 1.700 millones de euros y que permitirá ampliar un 30% la capacidad de enriquecimiento de la planta gala.El BEI subraya que "la operación se enmarca en la estrategia europea para reducir la dependencia de la Unión Europea de las importaciones de combustibles fósiles y acelerar la transición hacia fuentes de energía con bajas emisiones de carbono". Además, "contribuye a reforzar la soberanía energética y la autonomía estratégica de Europa, así como a mejorar la seguridad del suministro", explica.
La multinacional se dedica a la extracción y el enriquecimiento de uranio con minas en operación en Canadá y Kazajistán, ya que ha puesto fin a la extracción en Níger debido a los problemas de exportación por la situación en en Sahel y el cierre de la frontera con Benín, y las trabas del régimen con las licencias tras la ruptura de relaciones con Francia.
La ampliación de la planta, uno de los cinco mayores proyectos industriales en suelo francés, permitirá desde 2028 y hasta que se complete en 2030 un incremento de 2,5 millones de SWU (Unidad Separativa de Enriquecimiento) anuales. Este aumento en la capacidad de producción es esencial para garantizar el suministro de uranio enriquecido necesario para la producción de energía baja en carbono en Europa.
El acuerdo de financiación es parte de la estrategia del BEI de apoyar proyectos de infraestructura energética que refuercen la soberanía energética de Europa, según remarca la multinacional.
Este giro se une a los que ya han emprendido tanto la Comisión Europea como el Banco Mundial. En este sentido, la ex ministra de energía socialista, Teresa Ribera, ha tenido que claudicar ante la decidida apuesta por la nuclear del Ejecutivo comunitario, y ha abandonado su posicionamiento anti-nuclear desde que ha tomado posesión como vicepresidenta ejecutiva comunitaria para la Transición Limpia, Justa y Competitiva.
Nuclar, sí gracias... en Bruselas
Ribera, que a mediados de marzo se negó a recibir en Bruselas a una representación de la plataforma "Sí a Almaraz, Sí al Futuro", no ha dudado a la hora de autorizar ayudas de 32.000 millones de euros para prorrogar una década la vida de dos centrales belgas: Doel 4 y Tihange 3.
Dos destacadas ex vicepresidentas de Sánchez y ex ministras de su Gobierno se ponen del lado de la nuclear en Europa, pese a que el Ejecutivo del que formaban parte hasta hace unos meses mantiene el apagón nuclear de los siete reactores operativos, comenzando por los dos de Almaraz a finales de 2027 y 2028.
Por su parte, el director del Banco Mundial, Ajay Banga, ha anunciado que ha solicitado al directorio del prestamista retirar la prohibición de financiar proyectos de energía nuclear, poniendo en valor que la tecnología ofrece una opción verde para los países pobres. Una medida que espera que se incluya en una propuesta de política energética más amplia prevista para junio de 2026.
Problemas en Níger
El respaldo del BEI a Orano llega después de que la empresa gala haya perdido las licencias de explotación de sus tres principales activos en el conflictivo Níger, en la zona de Arlit, situada en la región norteña de Agadaz.
La única filial que mantenía operativa Orano en Níger, Somaïr, que empleaba a 740 trabajadores y contaba con unos 1.000 subcontratistas, ha pasado a manos de la Junta Militar de Níger cuando la empresa gala intentó detener la producción debido a la imposibilidad de exportar uranio por el cierre de la frontera terrestre con Benín.
Esto ha provocado que 1.400 toneladas de concentrado de uranio permanezcan almacenadas en las instalaciones de Cominak, otras de las filiales de Orano en Níger, a la espera de una solución entre las partes.
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