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Banca

El superávit por cuenta corriente se desploma casi un 40%: se sitúa en 7.600 millones en el primer trimestre

La posición de inversión internacional neta de España aumentó su saldo deudor hasta el 44,5% del PIB

Banco de España Jesús G. FeriaLa Razón

La economía española pierde fuerza en el exterior. El superávit por cuenta corriente -que mide los ingresos y pagos al exterior por intercambio de mercancías, servicios, rentas y transferencias- se situó en 7.600 millones de euros en el primer trimestre, lo que supone un descenso del 36,6% respecto al mismo periodo del año anterior. Así lo muestran los datos publicados este lunes por el Banco de España (BdE).

La evolución de la balanza por cuenta corriente en el primer trimestre se explica, sobre todo, por el aumento tanto del déficit de la balanza de bienes, que se duplica, como del déficit de la renta secundaria, pese a la mejora del superávit del sector servicios y del turismo.

La balanza de bienes, por su parte, elevó su déficit hasta los 13.100 millones de euros entre enero y marzo, frente a los 6.000 millones registrados en el primer trimestre del año anterior. En cambio, los servicios mejoraron su superávit hasta los 22.500 millones, por encima de los 19.800 millones del periodo anterior.

Dentro de la balanza de servicios, turismo y viajes también mejoraron su saldo positivo, con un superávit de 13.300 millones, por encima de los 12.700 millones previos.

La renta primaria, con un déficit de 600 millones, mejora el déficit de 1.000 millones del primer trimestre de 2024, al contrario que la renta secundaria, que duplica su déficit hasta 1.600 millones. La cuenta de capital se situó en 2.500 millones de euros en el primer trimestre del año, por encima de los 1.800 millones anteriores.

De esta forma, la capacidad de financiación de la economía española, que es el agregado de las cuentas corrientes y de capital, se situó en el primer trimestre en 10.100 millones de euros, por debajo de los 13.800 millones registrados un año antes.

No obstante, la capacidad de financiación de España acumulada en cuatro trimestres se situó en 63.500 millones al cierre del primer trimestre del año, por lo que se sitúa en el 3,9% del PIB, frente al 3,7% del acumulado de un año antes (56.400 millones).

Además, en el primer trimestre de 2025, la posición de inversión internacional neta de España aumentó su saldo deudor hasta el 44,5% del PIB (717.400 millones de euros), frente al 43,5% del trimestre anterior (691.900 millones). Excluyendo el Banco de España, la posición de inversión internacional neta aumentó ligeramente su saldo deudor hasta el 34,1% del PIB, frente al 32,8% de finales de 2024.

El aumento de la posición de inversión internacional neta deudora en el primer trimestre de 2025 reflejó la evolución del saldo neto de las administraciones públicas, que aumentaron su saldo deudor hasta el 41,7% del PIB (672.300 millones) desde el 40,3% (641.300 millones) en el cuarto trimestre de 2024, y de las instituciones financieras monetarias, que disminuyeron su saldo acreedor hasta el 3,6% del PIB (58.300 millones) desde el 4,2% (67.200 millones) del trimestre anterior.

De su lado, las sociedades no financieras han mostrado históricamente un saldo deudor, que fue del 37,6% del PIB en el primer trimestre de 2025 (37,8% el del trimestre anterior). En el resto de sectores han presentado un saldo acreedor a lo largo de la serie histórica, aumentando su posición neta hasta situarse en el 41,6% del PIB en el primer trimestre de 2025 (41,1% el trimestre anterior).

Aumenta la deuda externa bruta de España

Por último, la deuda externa bruta de España se situó en el 162% del PIB (2,61 billones de euros) en el primer trimestre de 2025, frente al 162,8% (2,59 billones de euros) registrado en el trimestre anterior.

Excluyendo el Banco de España y la deuda entre empresas con una relación de inversión directa, la deuda externa aumentó en las administraciones públicas en el último trimestre, pasando del 44,9% del PIB (714.000 millones de euros) al 46% (741.000 millones), mientras que en las instituciones financieras monetarias pasó del 41,7% al 41,2% del PIB, y en los otros sectores residentes, del 18,7% al 18,4%