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Trump da luz verde a la compra de U.S. Steel por Nippon Steel tras rechazarla inicialmente
El acuerdo incluye una acción dorada para el Gobierno de EE UU. Nippon Steel ha aceptado mantener la sede de U.S. Steel en Pittsburgh (Pensilvania), preservar el nombre de la histórica compañía y priorizar la producción nacional

Después de más de un año de negociaciones y una inicial oposición frontal, el presidente Donald Trump ha autorizado la adquisición de la siderúrgica estadounidense U.S. Steel por parte de la japonesa Nippon Steel. La operación, valorada en unos 14.100 millones de dólares inicialmente y sujeta a la aceptación de ciertas condiciones que aún se desconocen, se concreta tras la firma de un Acuerdo de Seguridad Nacional (NSA) y la emisión de una "acción dorada" a favor del Gobierno de EE UU, que garantiza el control sobre aspectos clave de la nueva estructura empresarial.
Esta decisión marca un giro radical respecto a la postura inicial de Trump, quien durante su campaña y después de su victoria electoral reiteró que vetaría la compra por motivos de soberanía industrial. “Estoy totalmente en contra de que la otrora grande y poderosa U.S. Steel sea comprada por una empresa extranjera”, escribió en diciembre en su red social, Truth. Sin embargo, tras asumir el cargo y mantener reuniones con líderes japoneses, incluido el primer ministro Shigeru Ishiba, Trump cambió de posición, autorizando el acuerdo con condiciones.
El decreto firmado este viernes por Trump autorizando la operación la condiciona al cumplimiento del Acuerdo de Seguridad Nacional, el cual establece aproximadamente 11.000 millones de dólares en nuevas inversiones hasta 2028. Parte de esa cifra financiará un nuevo proyecto que se desarrollará más allá de ese año. Además, el acuerdo contempla compromisos firmes en materia de gobernanza, producción nacional y asuntos comerciales.
Entre los elementos más llamativos del pacto destaca la "acción dorada" otorgada al Gobierno de Estados Unidos, cuyo alcance concreto aún no se ha detallado públicamente. Esta acción especial permitirá al Ejecutivo federal vetar ciertos nombramientos del consejo de administración y garantizar que no se reduzca la producción nacional ni se trasladen empleos al extranjero. Según declaraciones del senador por Pensilvania David McCormick, “la estructura de control va a ser algo único”, con un consejero delegado estadounidense y un consejo mayoritariamente compuesto por ciudadanos estadounidenses.
Nippon Steel, por su parte, ha aceptado mantener la sede de U.S. Steel en Pittsburgh (Pensilvania), preservar el nombre de la histórica compañía y priorizar la producción nacional para satisfacer la demanda del mercado interno. Estas garantías, que ya había ofrecido sin éxito al anterior presidente Joe Biden, fueron finalmente aceptadas por la Administración Trump.
Durante el mandato de Biden, la operación fue bloqueada en enero de 2025 por presiones sindicales y razones de seguridad nacional. El gobierno demócrata defendía entonces la necesidad de preservar una “industria acerera fuerte” en EE UU, especialmente en estados clave como Pensilvania, donde el voto de los trabajadores industriales puede ser decisivo en las elecciones.
El anuncio de la autorización ha sido bien recibido por ambas compañías, que han celebrado el acuerdo como una “alianza histórica” que traerá consigo una inversión sin precedentes, con la expectativa de proteger y generar más de 100.000 empleos.
Con la aprobación del Departamento de Justicia, la firma del decreto presidencial y el acuerdo de seguridad nacional en vigor, la operación ha superado todos los obstáculos regulatorios y se espera que se formalice próximamente.
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