Uno de cada cuatro compradores que busca vivienda nueva tarda más de un año en conseguirla

Adquirir una vivienda es toda una odisea y si es de obra nueva, el proceso se complica aún más. Uno de cada cuatro compradores que busca obra nueva tarda más de un año en adquirir la vivienda. Así se extrae del estudio "Situación del mercado de obra nueva en 2023", realizado por el portal inmobiliario Fotocasa en colaboración con el instituto de investigación The Cocktail Analysis.

Asimismo, según este estudio, el 40% de compradores que se ha planteado comprar una vivienda nueva tarda menos de cuatro meses en adquirirla. Esto se traduce en una bajada de ocho puntos porcentuales con respecto al año previo, cuando el porcentaje registrado fue un 48%. Si desgranamos dichas cifras, vemos que ese 40% se reparte entre aquellos compradores que tardan menos de dos meses, que son el 19% (23% en el año anterior), y los que se demoran entre dos y cuatro meses, el otro 20% (25% en 2022).

Por su parte, un 18% emplea entre cuatro y seis meses en encontrar una vivienda para comprar, y un 17% tarda entre seis meses y un año. Sin embargo, ha aumentado el porcentaje de espera entre aquellos que tardan más de dos años, pasan del 6% de 2022 al 11% actual, mientras que los que aguardaban entre uno y dos años también ha subido, del 9% al 14% en este año.

Cabe decir que, tal y como se recoge en el estudio, esta última circunstancia también influye en la percepción que el comprador tiene respecto al tiempo empleado, puesto que los que afirman que fue mucho mayor al esperado pasan del 7% al 9%. Aún así, tal y como ya ocurrió en 2022, se mantiene un 32% que afirma que el tiempo fue algo o mucho menor de lo esperado.

La mayoría de los compradores de obra nueva no se muda

Por otro lado, del estudio se desprende que el 66% de las personas que han adquirido vivienda en el último año y han considerado la obra nueva buscan mayoritariamente en la misma localidad donde ya residían, los cuales se dividen entre los que también quieren mantenerse en el mismo barrio y los que consideran cambiar de vecindad.

Aún así, se observa que las preferencias que tienen los compradores no siempre coinciden con la compra que se acaba realizando. En concreto, existe una diferencia de nueve puntos porcentuales entre aquellos que comienzan este proceso en la misma localidad y barrio donde se encuentran (37%) y los que lo consiguen (28%). Por el contrario, la cifra es menor si hablamos de los que inician el proceso en otro barrio diferente (29%) en comparación con las personas que finalmente compran allí (35%).

Por el lado contrario, el 11% de los compradores que desea llevar a cabo un traslado de provincia acaban lográndolo. Mientras que aquellos que se quieren trasladar a una localidad lejana de la misma provincia y los que lo consiguen coinciden en un porcentaje del 7%.

Por tanto, el estudio muestra que la distancia que existe entre el deseo inicial y la materialización de la compra disminuye, o desaparece directamente, a la vez que aumenta la distancia con el lugar de residencia actual.

Asimismo, entre los que sí se plantean mudarse de localidad, el 17% desea cambiar a una que se encuentre de su lugar de residencia en el momento de iniciar el proceso de compra.

“La escasez de oferta de vivienda de obra nueva es la principal problemática de esta tipología que dificulta el acceso a ella, pero la solución no es fácil ya que la construcción de viviendas se envuelve en varios impedimentos. Con el alza de tipos, los promotores no solo tienen más obstáculos para obtener financiación, desarrollar la promoción, sino también para realizar la compra de suelo. La lentitud en la burocracia, el aumento de costes de construcción y falta de mano de obra son también inconvenientes que continúan mermando al sector. Por lo que esta situación hace que llevemos 15 años infraproduciendo vivienda, con ralentización y paralización de los desarrollos urbanísticos”, puntualiza María Matos, directora de Estudios y portavoz de Fotocasa.

El perfil del comprador de obra nueva

Si observamos ese 64% de compradores que se ha planteado adquirir una vivienda de obra nueva, el 56% son mujeres, cuatro puntos porcentuales más que en 2022, cuando el porcentaje registrado fue de un 52%;mientras que el 44% son hombres, cuatro puntos porcentuales menos que el año anterior cuando la cifra llegó al 48%. En cuanto a la edad media, se observa un leve incremento con respecto a 2022, al pasar de 40 a 41 años.

En lo referente al nivel socioeconómico, se ha producido un aumento del peso de las clases altas que considerar realizar una compra de obra nueva (66% de un nivel alto o medio alto), en detrimento de las clases medias (17%). El estudio apunta a que esa pérdida de peso de las clases medias vendría causada por una bajada de los demandantes que consideran tanto obra nueva como segunda mano. En cuanto a las clases de un nivel bajo o medio bajo representan el 16%.

Por su parte, si miramos más de cerca a los demandantes de vivienda que consideraron y/o adquirieron finalmente un inmueble de nueva construcción, hay un 38% que vive con su pareja e hijos, mientras que un 34% convive únicamente con su pareja y un 12% solo.

Por lugares, Madrid (19%) y Andalucía (19%) son las comunidades autónomas con una mayor concentración de demandantes. Seguidas de Cataluña, que registra un porcentaje del 12%.

Si ponemos el foco en la vivienda en la que residían antes de realizar la compra, el 43% residía en una vivienda en propiedad, frente al 36% que vivía de alquiler. Mientras que por lo que se refiere a la vivienda adquirida o que prevén comprar, la mayor parte (85%) pretende convertirla en su primera residencia y un 10% la usaría como segunda residencia.