Sostenibles
La vuelta al mundo a través de los aeropuertos de ACS
La apuesta por la sostenibilidad define las obras de Turner, Hochtief, Cimic y Dragados
Si el espíritu de Phileas Fog, el protagonista de «La vuelta al mundo en 80 días» de Julio Verne corre por tus venas y te gustaría dar la vuelta al mundo, es más que probable que tus pies acaben en un aeropuerto construido por el grupo español ACS. Además, muchos de ellos están reconocidos internacionalmente por su sostenibilidad e, incluso, su diseño, lo que supone un aliciente más para elegirlos como punto de visita obligada.
Un buen ejemplo de ello es la T4 del aeropuerto de Madrid- Barajas. Su icónica arquitectura (considerada como una de las 25 mejores de este siglo), que evoca grandes alas de gaviota, esconde un área funcional y cómoda para el pasajero distribuida en seis plantas luminosas y espaciosas. Inaugurado en 2007, es uno de los más transitados del mundo, por encima, incluso, del JFK de Nueva York, cuya Terminal 4, por cierto, también ha sidolevantada por ACS.
Rumbo a Estados Unidos
En esta terminal neoyorkina, con 186.000 metros cuadrados y 16 puertas de embarque, podremos decidir si queremos viajar a otras partes del mundo o quedarnos por Estados Unidos. La renovación de esta terminal permitió doblar el número de empleados del JFK en seis años.
No es el único aeropuerto de Nueva York con sello ACS: la Terminal C del de LaGuardia puede presumir, además, de tener la certificación LEED Plata de edificios sostenibles, gracias a la incorporación de múltiples elementos, como cristales exteriores que se matizan automáticamente en función del tiempo y la hora del día (por no hablar de las mejores tecnologías para agilizar los trámites de los pasajeros y su orientación).
En esta misma costa atlántica podemos pasar por la terminal B/C del Aeropuerto Ronald Reagan de Washington, que destaca por el proceso de control de seguridad, que es ahora más cómodo para los viajeros, quienes pueden circular libremente por todo el vestíbulo nacional del aeródromo y acceder a todas las puertas de embarque, servicios, restaurantes y tiendas de primera categoría sin tener que pasar de nuevo por el control de seguridad.
Si te preocupa la sostenibilidad, deberías acudir al Aeropuerto Internacional de Sacramento, donde esta visión se aplicó por defecto. El resultado se materializa en la cantidad de iluminación natural de la que disfruta sin que genere calor gracias a los elementos de sombra y reflexión. El edificio está levantado con múltiples materiales reciclados (como acero y suelos).
Desde allí volamos a San Diego para visitar otro de los aeropuertos que destacan por su sostenibilidad y eficiencia energética, especialmente en sus pistas de despegue y aterrizaje, que permitirán que los aviones consuman menos tiempo y, por tanto, energía. Se da la circunstancia de que la actualización de estas instalaciones se está llevando a cabo en estos momentos sin que ello afecte al tránsito de viajeros.
Unos 800 kilómetros más al norte nos topamos con el aeropuerto de San Francisco, uno de los más modernos y sostenibles del país. De hecho, ACS arrancó su renovación con la certificación LEED Plata en mente, pero los responsables se dieron cuenta pronto de que podrían aspirar a más, dado que se reciclaron cerca del 90% de los materiales del antiguo edificio (de 1954).
En las Antípodas
Desde esta costa del Pacífico podremos embarcarnos rumbo a Australia, donde también podremos elegir entre varios aeropuertos construidos por el Grupo ACS. Uno de ellos es el de Melbourne, donde además de la Terminal 4, el Grupo entregará un enlace ferroviario con el centro del distrito financiero.
Tras acoger los Juegos Olímpicos, también la ciudad de Sydney está ampliando su capacidad aeroportuaria y para ello cuenta con el Grupo ACS. Cuando las obras estén finalizadas en 2026, más de diez millones de pasajeros pasarán por las instalaciones del Western Sídney.
Por cierto, que también los australianos tienen muy presentes las cuestiones de sostenibilidad: el Aeropuerto Brisbane para el que ACS ejecutó una nueva pista recibió en 2020 el Premio a la Excelencia en la Construcción Civil por su gestión medioambiental y social.
Rumbo a Asia
Desde allí (dado que, desde la base aérea de la Real Fuerza Aérea Australiana, al ser un aeropuerto militar, es probable que no podamos partir), seguimos dando nuestra particular vuelta al mundo aterrizando en Hong Kong, donde la instalación eléctrica de las pistas y hangares o el aparcamiento son obras de ingeniería civil responsabilidad de ACS, así como su aparcamiento o toda la ampliación de la Terminal 1.
La siguiente parada en nuestra ruta puede ser el Aeropuerto Internacional Kempegowda, en la ciudad india de Bangalore, el primero en el país en permitir que los aviones aterricen y despeguen de forma simultánea gracias a la construcción de una segunda pista y que se autoabastece de energía mediante placas solares y de agua con el almacenaje y tratamiento de la lluvia. Unos avances en sostenibilidad implantados por ACS que le valieron el certificado LEED Gold.
La capital de Arabia Saudí apostó también por ACS para ampliar las terminales 3 y 4 del aeropuerto de Riad, que le permiten ser un hub en Oriente Medio para las conexiones internacionales, con más de once millones de personas en tránsito por las instalaciones.
Nuestra última parada, de vuelta a Europa, es el Aeropuerto Atatürk de Estambul, para el que resultó fundamental reforzar la seguridad por el riesgo de seísmos. De hecho, ha sido punto de llegada para la ayuda internacional durante el último terremoto.
Completamos así un recorrido por diferentes países de todo el mundo que confían en la ingeniería y la experiencia de ACS para levantar sus puntos de conexión aeroportuarios internacionales.
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