Pedro Sánchez

Un PP lanzado, que no debe bajar la guardia

Del millón de apoyos que se dejaría Pedro Sánchez, más de seiscientos mil elegirían la papeleta con el símbolo de la gaviota

De celebrarse hoy las elecciones generales, el Partido Popular obtendría una amplia mayoría que daría a su líder, Alberto Núñez Feijóo, la posibilidad de gobernar, aunque, claro, con el concurso de Vox, que si bien pierde escaños, conservaría los suficientes para seguir siendo el tercer grupo más numeroso de la Cámara. Al menos, esas son las conclusiones del sondeo electoral de «NC Report», que hoy publica LA RAZÓN, que confirman, y al alza, las tendencias de las últimas encuestas.

Así, los populares sumarían tres millones de votos más que en las últimas elecciones, tendrían hasta medio centenar de escaños más y serían el partido más votado entre todos los segmentos de edad. Asimismo, la encuesta nos dice que las formaciones que componen la coalición gubernamental de izquierdas siguen su pronunciado descenso, con un PSOE que perdería más de un millón de votos y hasta 30 escaños, y una Unidas Podemos que se deja casi ochocientos mil votos y 12 escaños. Ciudadanos se subsumiría prácticamente en el PP –apenas conservaría un diputado– y, como hemos señalado al principio, el partido de Santiago Abascal desciende en intención de voto, con 450.000 sufragios menos y la pérdida de 11 escaños.

La novedad, sin embargo, no es que Núñez Feijóo esté recuperando una buena parte del voto popular que migró a Ciudadanos y, también, a Vox, sino que del millón de apoyos que se dejaría Pedro Sánchez, más de seiscientos mil elegirían la papeleta con el símbolo de la gaviota. Sin duda, tiene mucho trabajo por delante el líder del PSOE y actual presidente del Gobierno si pretende repetir mandato, entre otras cosas, porque a sus socios morados tampoco los sondeos les van mejor. De hecho, el mejor comportamiento de Podemos en Cataluña, donde resiste, evita un pronóstico más sombrío para las aspiraciones de la izquierda radical.

Ahora bien, quedan muchos meses, con unas municipales y autonómicas por delante, para que estos sondeos cristalicen en las urnas, tiempo más que suficiente para que las cosas cambien. No debe, pues, Núñez Feijóo bajar la guardia ni mucho menos dejarse arrastrar a la pelea en el barro que proponen los estrategas socialistas, escenario en el que nada tiene que ganar. La realidad, que reflejan las respuestas de la opinión pública, es que el discurso más moderado, no exento de firmeza, y la insistencia en presentar alternativas razonables a las políticas del actual Ejecutivo están dando resultados. Ese es el camino. Pedro Sánchez carga con el lastre de unos socios radicales y de unos apoyos nacionalistas que no gustan a una parte sensible de los votantes tradicionales socialistas. Y parece difícil que pueda variar el rumbo de sus acciones de gobierno sin perder el respaldo parlamentario de esos grupos. Pero, como decimos, la batalla electoral se va a hacer muy larga.