Editorial

No es Feijóo quien presiona al Rey

El PNV, ya había advertido contra la tentación de trasladar automáticamente los acuerdos para la elección de la presidenta de la Cámara Baja a una mayoría de investidura,

El Rey Felipe VI con el portavoz del PNV, Aitor Esteban CASA REAL 21/08/2023
El Rey Felipe VI con el portavoz del PNV, Aitor EstebanCASA REALEuropa Press

La estrategia mediática de La Moncloa tras los resultados electorales del 23J se ha centrado en un objetivo primordial, convencer a la opinión pública de que las urnas han consagrado una «mayoría de progreso» que convierte a Pedro Sánchez en el virtual vencedor de la convocatoria, y otro, si se quiere, secundario, que hace pasar la posibilidad de que el ganador, Alberto Núñez Feijóo, presente su candidatura al Rey como una forma ilegítima de presionar a Su Majestad, puesto que carece de los apoyos necesarios.

Por supuesto, al líder del PP, que ha ganado las elecciones con 137 escaños, 16 por encima de los que ha obtenido el candidato socialista, le asiste toda la legitimidad democrática para solicitar a Don Felipe VI que le encargue la formación de gobierno, no sólo por su victoria, sino porque el artículo 99.1 de la Constitución señala que «después de cada renovación del Congreso de los Diputados, y en los demás supuestos constitucionales en que así proceda, el Rey, previa consulta con los representantes designados por los Grupos políticos con representación parlamentaria, y a través del Presidente del Congreso, propondrá un candidato a la Presidencia del Gobierno», es decir, que la decisión que tome Feijóo no supone compromiso alguno para la Corona.

Por otra parte, a día de hoy, no está confirmado que Pedro Sánchez disponga de los apoyos necesarios para optar a la renovación de la presidencia del Ejecutivo. De hecho, el único representante de los grupos políticos nacionalista que ha acudido a la consulta con el Jefe del Estado, el PNV, ya había advertido contra la tentación de trasladar automáticamente los acuerdos para la elección de la presidenta de la Cámara Baja, la socialista Francina Armengol, a una mayoría de investidura, puesto que su formación ni siquiera había tenido un primer contacto con la representación socialista.

Dado que ni Junts ni ERC ni Bildu ni el BNG han querido participar de las consultas, tendrá que ser el propio Pedro Sánchez quien comunique al Rey que dispone de los votos necesarios. Porque podría darse la circunstancia, nada imposible ante las exigencias planteadas por Junts, que rozan peligrosamente nuestro ordenamiento jurídico, de que se frustraran las negociaciones, obligando a una nueva ronda de consultas o, en su caso, a la repetición de las elecciones si ningún candidato tiene los apoyos precisos. En cualquier caso, Su Majestad sabe exactamente cuáles son sus deberes constitucionales y los ejercerá con la precisión y exactitud de siempre.

Convendría, pues, que el aparato propagandístico de La Moncloa, en el que no se ha escatimado en gastos, dejara de generar polémicas artificiales en relación con el Jefe del Estado y se dedicara a su labor primordial, que es la de hacer creer a la opinión pública que las elecciones las ha ganado el PSOE y no el Partido Popular.