Editorial
El submarino: La foto que inquieta a Vox
La reunión de exdirigentes, con comida incluida y un posado ante una tienda con nombre Bambú –como la calle en que se ubica la sede central del partido de Abascal–, ha tensado la relación
La reunión de exdirigentes, con comida incluida y un posado ante una tienda con nombre Bambú –como la calle en que se ubica la sede central del partido de Abascal–, ha tensado la relación, ya de por sí complicada, entre la cúpula de Vox y los «defenestrados». El señalamiento de prácticas como el empleo de cuentas «fake» y el seguimiento constante en redes ha recaído directamente sobre Manuel Mariscal, Ignacio Garriga y el «superasesor» Kiko Méndez-Monasterio, destapando su proverbial y conocida obsesión por las redes.
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