Coronavirus

Los alumnos pasarán de curso y recuperarán suspensos el próximo

La promoción será la norma, pero no supondrá aprobado general. El curso acaba en junio y los colegios abrirán en julio para refuerzo. El último trimestre servirá «de diagnóstico»

No habrá repetidores este año y, los que repitan, será porque no hayan adquirido los conocimientos mínimos o esenciales que les permitan pasar de curso con suspensos. Si ya de por sí la repetición es una medida excepcional, este año lo será aún más por la crisis sanitaria derivada del Covid-19. Es el criterio general que se ha acordado aplicar a nivel educativo en la Conferencia Sectorial de Educación que ha reunido a las comunidades autónomas con la ministra de Educación y Formación Profesional, Isabel Celaá, que pretendía unificar criterios sobre cómo afrontar el final del curso académico.

De este modo, los que dominen los contenidos esenciales, aprobarán la asignatura y, los que no, tendrán que recuperarlo de alguna manera el próximo curso. Así, las normas generales que se venían aplicando hasta ahora se dejan a un lado por la situación excepcional que atravesamos y ahora se da vía libre a las comunidades autónomas para flexibilizar el criterio y al equipo docente de cada centro para que sea el que aplique el criterio que considere oportuno.

Esto no significa que vaya a haber aprobado general. Y en ello han incidido expresamente la ministra Celaá y el secretario de Estado de Educación, Alejandro Tiana. «Esta fórmula no sería justa y no sirve para nada; cuando valoremos a los alumnos habrá actividades de recuperación para que, aquellos que no han conseguido los objetivos, acaben lográndolo», dijo Tiana. Y para que no quedara ninguna duda Celaá insistió en que «no hay aprobado general, estableceremos medidas de evaluación continua con ámbitos de recuperación y el tercer trimestre no podrá servir de manera negativa». Sin embargo, el criterio general queda tan abierto que hay comunidades autónomas que ayer pensaban que esta posibilidad pudiera darse.

«Es un reto sin precedentes al que se enfrenta el sistema educativo, que tiene que adaptarse de un día para otro a la pérdida de la relación personal de estudiantes y docentes y la convivencia entre ellos en un enorme esfuerzo para parar el golpe», dijo la ministra en rueda de prensa. Con ello considera que en esta situación de crisis se ha cumplido con dos objetivos fundamentales: «hemos tomado las medidas que permitan que nuestros aprendizajes no se detengan y que los estudiantes mantengan sus hábitos de estudio», sentenció.

La idea ha quedado recogida en una propuesta de acuerdo que acabará cerrándose hoy y que, según la ministra, ha sido apoyado mayoritariamente por las Comunidades Autónomas. El acuerdo cogerá forma de orden Orden del Ministerio de Sanidad cuando todas las comunidades autónomas manifiesten su adhesión.

Así, ahora más que nunca, las Administraciones educativas podrán flexibilizar los criterios de obtención de los diferentes títulos, basándose en la evolución del alumno en el conjunto de las materias y su madurez académica en relación con los objetivos de la etapa y las competencias correspondientes. Es decir, se podrá obtener un título con asignaturas suspensas. “La titulación debe ser la práctica habitual para aquellos alumnos que finalicen 4º de la ESO o 2º de Bachillerato y FP", asegura el Ministerio.

A la hora de calificar a un alumno, se tendrán en cuenta las calificaciones obtenidas en los dos primeros trimestres del curso y el tercero sólo contará, si el resultado es positivo. Entre otras cosas porque «la evaluación será continua y se basará en aprendizajes imprescindibles sin sobrecargar al alumno y será de diagnóstico». El tercer trimestre será para recuperar otros anteriores, repasar y reforzar conocimientos.

Educación ha dejado claro que las comunidades autónomas tienen autonomía curricular y organizativa y son las que tendrán que articular planes de recuperación para los alumnos que permitan que todos avancen. El curso que viene habrá que reforzar entonces las materias que no se hayan aprendido correctamente.

Comunidades autónomas como Madrid ya tiene claro lo que van a hacer. Al final de curso, junto con las calificaciones, se emitirá un informe individualizado para los alumnos que necesiten actividades de refuerzo durante el periodo estival, en caso de que fuese necesario.

Asimismo, a través de la Memoria Final del curso, los centros educativos realizarán un análisis exhaustivo de los resultados de la evaluación por áreas y cursos, en el que consten los contenidos propios que no se hayan podido impartir, por resultar especialmente complejos de interiorizar en la situación de enseñanza a distancia, y que sea imprescindibles retomar en el curso 2020/2021. Estas materias deberán ser incluidas en las programaciones del siguiente curso escolar. Así, los centros y el profesorado organizarán planes de recuperación y adaptación del currículo y de las actividades educativas que permitan avanzar a todos los estudiantes, especialmente a los que pasan de curso más flojos.

Educación pone ahora el peso no sólo en las comunidades autónomas, sino también en los equipos docentes, que serán los que tengan la última palabra a la hora de poder calificar a los alumnos.

Duración del curso

También se mantiene la duración del curso académico, no se acorta el calendario escolar. Pero, a la vista de que los alumnos acabarán el curso con lagunas, los colegios podrán abrir en el mes de julio para la puesta en marcha de actividades lúdicas y de refuerzo durante el periodo estival, pero su asistencia será voluntaria. Las actividades no tendrán que estar promovidas necesariamente por el propio centro, sino por otras organizaciones y administraciones, aunque estén en contacto con él. Las actividades se desarrollarán en el marco del Programa de Refuerzo, Orientación y Apoyo (PROA) y se trabajaría conjuntamente con comunidades, ayuntamientos, diputaciones y otras entidades que puedan prestar apoyo a los niños con necesidades. «Nos parecía que esta medida sería muy bien valorada por las familias y sería muy buena para los alumnos y docentes podrían conectar con los estudiantes y sus verdaderos conocimientos, pero todos estamos sometidos a la evolución de la pandemia», explicó la ministra.

El curso, no obstante, no se extenderá más allá del mes de junio, según se ha acordado en la Conferencia sectorial de Educación. Sin embargo, su idea es que los estudiantes puedan, al menos, tener clases presenciales quince días del mes de junio. El resto de comunidades autónomas se han mostrado también confiadas en que los alumnos puedan volver a las aulas a recibir clases presenciales al menos por unos días para poner fin al curso más incierto.

“Instrucciones claras”

A la vista del peso que tendrá ahora el equipo docente, el sindicato de profesores ANPE ha exigido al Ministerio que “ejerza su liderazgo establezca unas instrucciones claras y concretas de cara al final de curso y que sean de aplicación en todas las comunidades autónomas”. También se pide que respeten la autonomía de los centros y la libertad de cátedra del profesorado. “Ante la idea no suficientemente aclarada de promover un aprobado generalizado para el alumno, desde ANPE apostamos por una evaluación flexible, pero también rigurosa y objetiva. Las decisiones sobre la evaluación y promoción del alumnado deben recaer en el profesorado de cada uno de los grupos de alumnos que es quien tiene suficientes elementos para tomar decisiones sobre su promoción o no”.