Progreso
La era de la innovación multidimensional
Cada vez es más habitual encontrar la figura del Chief Innovation Officer en las empresas
En el año 2016, Forbes publicó las 9 reglas para innovar en un negocio. El tiempo nos ha confirmado la vigencia de alguna de ellas: la innovación es transversal, lleva tiempo y requiere nuevos modelos de negocio. La innovación es uno de los pilares esenciales de la sociedad contemporánea. Una actitud innovadora siempre se ha asemejado a perfiles capaces de asumir cierto riesgo, pero entre los años 2020 y 2021, ha resultado ser la única alternativa viable para muchos negocios que buscaban sobrevivir. Cuando hablamos de la transversalidad de la innovación nos referimos a que esta es multidimensional.
Es decir, innovar no consiste solo en digitalizarse, sino que implica un cambio de mentalidad, supone repensar las estrategias de toma de decisión, y también pasa por sincronizar los sectores tradicionales con el ritmo de nuestros tiempos. La innovación está cada vez más profesionalizada, prueba de ello es la creación de puestos CIO (Chief Innovation Officer), cada vez más comunes en las empresas. Esto se traduce también en entender la innovación como una disciplina académica más. “El mundo laboral exige profesionales que comprendan y sepan anticiparse al panorama actual para ir un paso por delante. Ahora mismo la clave del éxito está en ponerse en la piel del cliente”, señala María Batet, profesora del programa ‘Design Thinking: innovación, estrategia y cambio’y del ‘Certificado en Business Innovation’ de Esade.
Para Tim Brown, CEO de la compañía de diseño IDEO, el design thinkinges un fenómeno que consiste en humanizar el proceso de innovación, integrando las necesidades del cliente, las posibilidades tecnológicas y los requisitos para el éxito empresarial. Por ello se insiste en que la innovación es un proceso que lleva su tiempo y que requiere de nuevos modelos de negocio.
Se pueden enumerar un sinfín de casos en los que una marca ha evolucionado con el tiempo y han desarrollado nuevos modelos de negocio. Apple es uno de los más famosos, teniendo en cuenta que comenzaron en el siglo XXI vendiendo un producto, el iPod, que en menos de dos décadas quedó obsoleto. Principalmente porque el gigante tecnológico entendió que podía integrar todas las prestaciones del iPod en un producto mucho más avanzado, innovador, y que serviría como teléfono móvil: el iPhone. Apple no lideraba el sector musical, pero lo revolucionó con el iPod. Tampoco dominaba el sector telefónico, pero innovó y actualmente el iPhone es el dispositivo más reconocido a nivel mundial.
Apple nos demuestra que la innovación no tiene fronteras, y que cada sector ofrece oportunidades diferentes en momentos concretos. Otros sectores más tradicionales como el turismo, la abogacía, la salud o la industria inmobiliaria están atravesando ahora su momento.
Estos sectores, menos abiertos a la innovación, tienen ahora la oportunidad de transformarse digitalmente. “La proliferación de nuevas tecnologías como la inteligencia artificial o blockchain nos permiten imaginar un perfeccionamiento en muchos sectores que han demostrado algunas deficiencias técnicas. Estamos empezando a ver sus prestaciones, pero queda mucho camino por recorrer. En pocos años veremos un salto cualitativo en la innovación de estos sectores”, concluye María Batet.
La innovación es tan antigua como el hombre. Allí donde ha surgido una idea novedosa o se ha creado un objeto inédito había innovación. Habitualmente somos víctimas del mito del “está todo inventado ya”, y pensamos que conforme avanza el tiempo no queda nada por descubrir. En cambio, cada mes, cada año, vemos cómo el ritmo de innovación se acelera más que nunca. En una época incierta y de cambios frenéticos, la innovación multidimensional se premia más que nunca.
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