Sucesos

El parricida de Alicante: «¡Te voy a cortar el cuello!»

Sus padres, que vivían aterrados por las amenazas, le habían denunciado en varias ocasiones.

Arriba, momento en el que Francisco es detenido. A la izquierda, el cuchillo con el que apuñaló a su familia
Arriba, momento en el que Francisco es detenido. A la izquierda, el cuchillo con el que apuñaló a su familialarazon

Sus padres, que vivían aterrados por las amenazas, le habían denunciado en varias ocasiones.

Nunca creyeron sus amenazas y se equivocaron. Este pasado fin de semana, Francisco ejecutó su advertencia: acuchilló en el domicilio familiar de Alicante a su hermano Alejandro (36 puñaladas), a su padre José, (11) y a su madre Encarnación (10). Dejó los cadáveres tirados en un charco de sangre casi 48 horas hasta que en la madrugada del viernes al sábado llamó al 112 con las excusa de que se los había encontrado muertos.

Es la crónica de una muerte anunciada. El 22 de julio, una pareja de policías acudió a dicha casa porque los vecinos alertaron de una fuerte discusión. Al llegar se entrevistaron con los padres de Francisco, a los que encontraron aterrados. LA RAZÓN ha accedido en exclusiva a la denuncia que realizaron en aquel momento: «Mi hijo es adicto a la cocaína. Para pagar la droga nos quita cosas y las vende. Nos ha robado hasta los móviles. Hoy le hemos dicho que cómo podía hacernos algo así y se ha vuelto loco. Ha empezado a chillar de forma muy agresiva y me ha amenazado de muerte», relató el padre. «¡Te voy a cortar el cuello!», es la advertencia que le hizo. «Estas amenazas son muy frecuentes», siguió explicando Encarnación, la madre, «estamos muy asustados porque el día menos pensando nos clava un cuchillo y nos manda para el otro barrio. Su comportamiento es impredecible. Alguna vez ya le ha dado algún empujón a mi marido».

Los agentes también hablaron con Francisco: «Es verdad, soy drogadicto y sí he robado a mis padres para conseguir droga, pero amenazarles de muerte no lo he hecho nunca». Los policías decidieron detenerlo. No sirvió de mucho y horas después quedó en libertad.

El sufrimiento de estos padres comenzó hace años sin que nadie pusiese remedio. Encarnación se vio obligada a denunciar a Francisco ya en marzo del 2000 y también en agosto de 2007. No podía más. Sus palabras entonces también parecieron premonitorias: «Mi hijo no para de maltratarme. Me amenaza de muerte con un cuchillo. Dice que va a quemar la casa y el coche con toda la familia dentro y que si se me ocurre denunciar nos asesina a mi marido, a mí y a mi otro hijo. Tengo mucho miedo», explicó Encarnación, que continuó: «Cuando no tiene droga se pone muy violento y nos dice: “Si entro en la cárcel voy a hacerlo con motivo porque me llevo a uno de vosotros por delante. Por 50 euros te quito de en medio”».

Los investigadores creen que el triple crimen se produjo el pasado jueves. Francisco y Alejandro discutieron cuando estaban solos en casa. El primero sacó un chuchillo y agredió al segundo que, a pesar de perder gran cantidad de sangre, logró refugiarse en su cuarto. Francisco desmontó la maneta exterior y logró acceder al interior, donde le remató. Sobre las 10:00 el padre regresó de pescar. Contempló aterrado cómo la sangre salpicaba las paredes, y cómo su hijo estaba tirado en su habitación sobre un gran charco de sangre. Francisco no quiso dejar testigos y lo apuñaló hasta matarlo. Sobre las 12:00, Encarnación regresó y al ver a su marido tirado en el suelo, muerto, comenzó a gritar «¡¡Socorro!! ¡¡Socorro!!», tal y como cuentan los vecinos del piso de abajo. Los gritos cesaron cuando el hijo apuñaló repetidamente a su madre. No fue hasta 48 horas después que avisó al 112, aunque en un relato inconexo reconoció que había apuñalado a su hermano. El juez ha decretado para él prisión provisional sin fianza.