Cataluña

Mas ratifica las elecciones del 27-S pese a perder el control de Barcelona

CiU soterra el debate interno sobre la debilidad del proceso soberanista

Artur Mas, ayer, durante la ejecutiva conjunta de Convergència i Unió
Artur Mas, ayer, durante la ejecutiva conjunta de Convergència i Uniólarazon

Convergència i Unió se lamía ayer las heridas subrayando que continúa siendo la primera fuerza municipalista en Cataluña, que ha logrado casi 670.000 votos y que totaliza más de 3.300 concejales. Pero ninguna de estas cifras podía disimular la decepción en CiU, que ha perdido el control de Barcelona en estas elecciones locales y que ha pasado a tener como bastión más importante la ciudad de Gerona. «Uno de los objetivos era ganar por segunda vez estas elecciones en la historia», insistía en consolarse ayer el secretario general de CiU, Ramon Espadaler.

En realidad, ningún dirigente nacionalista sentía una particular satisfacción por esta deslucida victoria, ya que la pérdida de Barcelona abre enormes interrogantes respecto al proceso soberanista. El propio Artur Mas había vinculado la victoria en Barcelona al objetivo de la independencia de Cataluña. «Si Barcelona nos da la espalda no saldremos adelante. No la podemos perder», había dicho el presidente de la Generalitat en la recta final de la campaña.

Desahuciados del Ayuntamiento de Barcelona, el interrogante ahora es saber si la hoja de ruta soberanista va a experimentar cambios, particularmente respecto a la fecha del 27 de septiembre, anunciada por Mas como el día de las llamadas «elecciones plebiscitarias».

Plebiscitarias sin discusión

Por la mañana, las ejecutivas de Unió y de Convergència se reunieron simulatáneamente y orillaron el asunto. «No hemos hecho ningún debate al respecto y no hacemos un análisis de derrota en relación al proceso», aseguró Espadaler. Los periodistas abordaron a Josep Antoni Duran Lleida, que se sacudió la pregunta sobre la conveniencia de votar el 27-S diciendo que ésta era una cuestión para el presidente de la Generalitat. Y Mas también trató de quitársela de encima: «Ya hablaremos».

Por la tarde, hubo una nueva reunión de la ejecutiva de CiU y Mas despejó a puerta cerrada las incertidumbres. El calendario electoral se mantiene. La intención continúa siendo convocar elecciones el 27 de septiembre, puesto que no cumplir con este compromiso sería tanto como abrir una guerra con ERC. Oriol Junqueras, en todo caso, no temió en ningún momento por un aplazamiento: «Estoy absolutamente convencido de que habrá elecciones el 27-S y de que iniciaremos un proceso constituyente».