Medidas económicas

Un «tripartito contra el Gobierno»

De Guindos defiende un modelo continuista y destaca que el crecimiento «es la mejor receta para el empleo», mientras que Sevilla y Garzón plantean «derogar la reforma laboral».

Los responsables de Economía del PP, Luis de Guindos, del PSOE, Jordi Sevilla, de Ciudadanos, Luis Garicano, y el líder de IU, Alberto Garzón, ayer, en el debate
Los responsables de Economía del PP, Luis de Guindos, del PSOE, Jordi Sevilla, de Ciudadanos, Luis Garicano, y el líder de IU, Alberto Garzón, ayer, en el debatelarazon

De Guindos defiende un modelo continuista y destaca que el crecimiento «es la mejor receta para el empleo», mientras que Sevilla y Garzón plantean «derogar la reforma laboral».

Cuatro candidaturas y cuatro modelos muy distintos para que España sea capaz de compatibilizar el crecimiento económico y la reducción del déficit público. El ministro de Economía en funciones, Luis de Guindos, apostó ayer en el debate económico organizado por La Sexta por «mantener la confianza y la credibilidad de la economía española», es decir, por un modelo continuista que incluiría nuevas bajadas de impuestos directos, en concreto, del IRPF. Por su parte, el portavoz económico del PSOE, Jordi Sevilla, propuso un «plan de emergencia, con un ingreso mínimo vital y con la derogación de la reforma laboral». Los representantes de los partidos tradicionales protagonizaron varios enfrentamientos durante el coloquio.

Alberto Garzón, coordinador general de IU y número cinco de la candidatura de Unidos Podemos (UP), destacó que su partido propone un «plan para el cambio del modelo productivo y la paralización de todos los recortes, pues la política del PP ha fracasado en España». Luis Garicano, el «cerebro» económico de Ciudadanos (C’s), reveló que la principal apuesta de la formación naranja es «un gran pacto nacional por la Educación», en su opinión, «la gran asignatura pendiente de España».

Sevilla afeó a De Guindos que en España «hay siete millones de personas con empleos precarios» y que la subida del PIB «no llega a los ciudadanos». El ministro de Economía en funciones presumió de los «casi 600.000 nuevos empleos» creados en el último año. Garzón señaló que, para crear empleo, España debe «actuar sobre los ingresos», ya que en nuestro país los salarios están «al nivel de Bangladesh. Garicano, el más concreto de los cuatro, dijo que para elevar el nivel de puestos de trabajo se debe «facilitar el trabajo de los autónomos y los emprendedores», con propuestas como «dar a los parados el control de su propia formación». En su opinión, «los partidos han usado esos fondos para robar y financiarse y no para crear empleo o formar a los desempleados».

Sevilla preguntó a Garzón en un momento del debate si el modelo económico de UP es «compatible con el euro», a lo que el representante de IU respondió que «claro, pero no equivoques el enemigo. Nuestro enemigo es el PP». Este «hermanamiento» de los dos partidos de izquierdas llevó a De Guindos a señalar después que el debate se había convertido en un «tripartito contra el Gobierno». Garicano, algo menos participativo, dijo que «el rescate financiero fue provocado por las cajas controladas por los políticos y, en especial, por aquellas lideradas por altos cargos del Partido Popular», a lo que De Guindos respondió que se hizo para «proteger a los depositantes».

En materia fiscal se observaron diferencias relevantes. Garicano se comprometió a que C’s bajara el IRPF «en la segunda parte de la legislatura. Primero, vamos a cumplir con el déficit y vamos a luchar contra el fraude. El Gobierno ha dejado un agujero muy importante de déficit». Además, apuntó que «la amnistía fiscal perdonó 2.800 millones de euros» a los contribuyentes que se acogieron a la misma. De Guindos argumentó que es compatible la rebaja del desvío hasta dejarlo por debajo del 3% del PIB y apostó por «seguir bajando los impuestos», ya que es una medida que favorece «el crecimiento».

Sevilla argumentó que el PSOE, si gobierna, «acercará el tipo de las grandes empresas en Sociedades al 15%», y apostó por incrementar la fiscalidad por «Patrimonio» y a atacar «los grandes capitales». «La rebaja de impuestos nos va a costar cara a todos los españoles», dijo en referencia a la posible multa de Bruselas. Garzón, por su parte, apostó por alzas fiscales para elevar ingresos.