El personaje

Alejandro Fernández, candidato del PP a la Generalitat: apuesta constitucional

Después de días de incertidumbre y presiones internas, Alberto Núñez Feijóo impuso su pragmatismo y zanjó todo atisbo de crisis interna

Alejandro Fernández
Ilustración de Alejandro FernándezIlustraciónPlatón

Elecciones decisivas en Cataluña y en toda España. El PP afronta el 12-M con el doble objetivo de derrotar al independentismo y debilitar a Pedro Sánchez. Después de días de incertidumbre y presiones internas, Alberto Núñez Feijóo impuso su pragmatismo, zanjó todo atisbo de crisis interna y designó como candidato a Alejandro Fernández, tras una reunión mantenida por ambos el pasado lunes. El adelanto de los comicios decidido por el republicano Pere Aragonés no daba tiempo a moverle la silla a Fernández, quien desde el primer momento había expresado su deseo de encabezar la lista popular. Por ello, Feijóo desechó todo riesgo, exhibió imagen de unidad bajo el tándem de Alejandro y Dolors Montserrat y anunció que participará de pleno una campaña de enorme trascendencia en clave catalana y española. Después del «parto un pelín delicado», en palabras del propio candidato, el líder del PP arrancó desde Barcelona una contienda electoral en la que denuncia la alianza entre Carles Puigdemont y Pedro Sánchez. «Se necesitan mutuamente, todo los demás son cuentos», advirtió Núñez Feijóo, que considera muy importante fortalecer al electorado del centroderecha en Cataluña para llegar a La Moncloa. Su discurso busca atraer a votantes de Ciudadanos, Vox e incluso desencantados del PSC, dado que Sánchez y Salvador Illa «han traicionado a los suyos por la espalda con la ley de amnistía».

Las siglas del PP por encima del candidato, con la clara estrategia de aglutinar el constitucionalismo frente al independentismo. En este sentido, Alejandro Fernández Álvarez, presidente del PP en Cataluña desde noviembre de 2018, se presenta ante los electores como la gran y única apuesta constitucional, centrado en los verdaderos problemas de los catalanes. Atrás quedan las diferencias, dado que Fernández fue aupado por el anterior líder del partido, Pablo Casado, y criticó las reuniones reconocidas por Esteban González Pons con dirigentes de JuntsxCat. Pero Núñez Feijóo presentó en Barcelona al político de Tarragona como «el mejor candidato», admitió haber escuchado a mucha gente porque no es «cesarista» y pidió el apoyo de votantes del PSC, Vox y Ciudadanos para cerrar «el procés» y abrir una nueva etapa. El proyecto que quiere relanzar en Cataluña pivotará sobre el cabeza de lista, Fernández, y Dolors Montserrat como jefa de campaña.

El líder del PP, que en las últimas semanas ha mantenido reuniones discretas con destacados empresarios y representantes de la sociedad civil catalana, está convencido de que una amplia mayoría están hartos del separatismo, desean pasar página y volver a una Cataluña próspera económicamente, libre y vanguardista. Para ello, Feijóo, Fernández y Montserrat apostaron por unir todas las fuerzas constitucionalistas bajo el paraguas del PP.

De padres asturianos emigrados a Cataluña, nacido en Tarragona, Alejandro Fernández Álvarez es politólogo y como tal se licenció en Ciencias Políticas por la Universidad Autónoma de Barcelona, donde también realizó un máster en Comunicación Política. Antes de ingresar en las Nuevas Generaciones en 1994, fue profesor de esta materia en la universidad Rovira i Virgili de Tarragona. Primer teniente de alcalde de esta ciudad, fue diputado en el Congreso en las elecciones generales de 2011 y después en el Parlament de Cataluña en 2015.

Portavoz del PP en la Cámara autonómica, en 2021 ya fue candidato a la presidencia de La Generalitat, con unos malos resultados en detrimento del auge de Vox. Ahora, con su nueva candidatura, Núñez Feijóo desea abrir otra etapa ilusionante, con una campaña diferente en la que se volcará por completo. Opina que el tándem Fernández-Montserrat, con unas listas vigiladas directamente por Génova, ofrece a los electores una formación transversal y constitucionalista capaz de arañar votos al PSC, Vox y Ciudadanos. El líder del PP es consciente de que los resultados en Cataluña serán decisivos a nivel nacional para llegar a La Moncloa.

En el plano personal, por sus raíces asturianas, el presidente del PPC y candidato a La Generalitat, gusta de pasar sus escasos ratos de ocio en la casa familiar de Somiedo. Para recorrer Cataluña utiliza un vehículo MazdaCx7 adquirido hace años, aunque ahora usará otro puesto a su disposición por el partido en una campaña que se prevé convulsa y a cara de perro entre los dos bloques políticos, el soberanista y el constitucional. Suele mantenerse en forma con la práctica de «trekking» por los paseos marítimos de Tarragona, la ciudad en la que ha pasado la mayor parte de su vida.

Como portavoz en el Parlament se ha bregado duro contra el todavía presidente de La Generalitat y candidato de ERC, Pere Aragonés. En uno de sus últimos debates le acusó de «perroflautismo contemplativo» que ha condenado a Cataluña a una decadencia, irrelevancia económica y aislamiento sin precedentes. Ahora, después de unas semanas de pulso con la dirección nacional de Génova 13 piensa dejarse la piel arropado por Alberto Núñez Feijóo, en una campaña dirigida por Dolors Montserrat. «El niño ha salido sano y peleón, pero os va a dejar dormir por las noches», dijo en la presentación de su candidatura ante la Junta autonómica del PPC.

Su mensaje busca claramente aglutinar el voto constitucionalista de sectores del PSC que ahora se sienten traicionados por la ley de amnistía, de Ciudadanos, prácticamente ya desaparecido del mapa político, y Vox en baja según vaticinan las encuestas.

Cuando en 2011 lanzó su candidatura para ser alcalde de Tarragona versionó una canción de Lady Gaga con un estribillo que se hizo viral en las redes sociales: «Ale,ale, si tienes alguna duda de quién mola en Tarragona, Alejandro se mueve, Alejandro se moja». Ahora afronta una campaña decisiva que puede abrir una nueva etapa, un nuevo ciclo político en Cataluña y el resto de España.