Análisis
Las 12 claves para entender las elecciones catalanas del 12M
Desde 2012 los catalanes han votado seis veces en autonómicas y no se ha agotado ninguna legislatura. Hoy vuelven a las urnas con muchos interrogantes
José Montilla agotó la legislatura y convocó elecciones en noviembre de 2010. Las ganó Artur Mas. Desde entonces los catalanes han votado en 2012, 2014, 2017, 2021 y ahora lo harán en 2024. En 14 años han acudido a las urnas seis veces y no se ha agotado ninguna legislatura. Si se suman las elecciones generales –cinco–, las municipales –tres– y Europeas –otras tres– la ciudadanía catalana ha votado en 17 ocasiones, sin contar el referéndum ilegal de 2017. Ahora, las elecciones están dibujando un nuevo escenario, que el líder socialista define como pasar página y abrir un tiempo nuevo, que puede provocar todo un tsunami en la tradicional correlación de fuerzas en el Parlament de Cataluña. Estas son las claves y los interrogantes a dilucidar.
1- ¿Quién ganará las elecciones?
Todas las encuestas apuntan a una victoria del candidato socialista Salvador Illa. Lo importante será comprobar si tiene una mayoría suficiente para gobernar. Illa se ha presentado como «el presidente de todos» apelando al voto transversal y útil para el PSC «pienses como pienses, vivas de donde vivas, hables como hables o te sientas como te sientas». Además, el golpe en la mesa de Pedro Sánchez ha roto el tablero político en España, pero sobre todo en Cataluña, lo que augura un incremento del voto socialista como voto útil frente a la derecha y frente al independentismo como sucedió en las pasadas generales. Para el presidente estas elecciones son casi un plebiscito sobre su persona.
2- ¿Tendrá mayoría el independentismo?
La mayoría de encuestas no le dan esa mayoría absoluta de 68 escaños por el descenso de la CUP y de ERC y el tirón reducido de Junts lastrado por Aliança Catalana y Alhora. Puigdemont apela a esta mayoría independentista para forjar una nueva coalición como la de Junts pel Sí que le llevó a la presidencia en 2015. Sin embargo, la situación no es igual. Las relaciones con ERC son prácticamente nulas –Junqueras y Puigdemont ni se hablan– y de gran desconfianza tras la ruptura y expulsión de Junts del Ejecutivo y tras el no a los presupuestos. La CUP y Aliança Catalana, otros posibles socios, tachan a Puigdemont de pasado, lo que complica sus posibilidades de acuerdos. Si Puigdemont no sale elegido president dice que se retirará de la política y está por ver que se presente en el Parlament en su constitución y en el debate de investidura. Si se retira deja a su partido sin un liderazgo claro y con expectativas de lucha fratricida para heredar este liderazgo.
En este posible escenario, en las dos formaciones mayoritarias se recrudecerá el debate sobre si los líderes del «procés» deben dar un paso al lado. Puigdemont pretende así arrastrar a Junqueras, pero en ambas formaciones la sucesión es una incógnita y se augura una etapa convulsa.
3- ¿Quién será el partido mayoritario en el independentismo?
Artur Mas convocó elecciones en 2012 porque pensó en capitalizar el descontento de la gran manifestación del 11 de septiembre de ese año. Los resultados fueron catastróficos, perdiendo 12 escaños y alejándose de la ansiada mayoría absoluta. Pere Aragonès convocó estas elecciones al calor del rechazo a su proyecto presupuestario, que solo contó con el apoyo del PSC. El líder republicano pretendía con este adelanto dejar con el paso cambiado a todos sus rivales, pero ha resultado el cazador cazado. Carles Puigdemont anunció su candidatura y, desde ese momento, Aragonès ha ido perdiendo fuelle en la campaña. Su pretendida opción de hablar de gestión, de acción de gobierno, ha sido un fracaso porque Aragonès se ha caracterizado por no tomar decisiones. Todo apunta a que Puigdemont ganará a ERC con un amplio margen retomando el liderazgo independentista que puede abocar a ERC a una guerra civil entre los partidarios de Aragonès y Junqueras. A tres semanas de las elecciones, Aragonès recuperó a Oriol Junqueras y Gabriel Rufián, pero para entonces el enfermo se había agravado y no parece que se haya recuperado.
Puigdemont ganará en el mundo independentista pero no tiene garantizada su elección como presidente, incluso si hubiera mayoría independentista, porque no parece que ni ERC, Aliança Catalana o la CUP le den su apoyo, y menos todos a la vez. Los anticapitalistas han hecho una campaña de bajo tono, su candidata es una perfecta desconocida –Laia Estrada– y están acusando un fuerte desgaste porque en esta legislatura han tenido muy bajo protagonismo.
4- ¿Afectará la amnistía a los resultados del PSC?
No parece a tenor de las encuestas, al igual que en el País Vasco. El mantra de que el socialismo perderá un 30% de voto no se cumplirá porque el electorado catalán quiere olvidar las pesadillas del pasado y centrarse en el futuro aunque siga teniendo reservas y opiniones contrarias a Puigdemont y Junqueras.
5- ¿Se puede producir una mayoría de bloqueo y provocar una repetición electoral?
Sí, si los independentistas, PP y Vox aúnan fuerzas es posible que se fuerce una repetición electoral. Los únicos que la pueden evitar son los diputados de ERC que voten una investidura de Salvador Illa. En Junts dan por hecho esta opción e incluso apuntan a un gobierno de coalición para salir ganando «en el reparto de poder, de carteras y dinero». En el sector republicano se cierra la puerta a esta posibilidad aunque los partidarios de Oriol Junqueras no la descartan del todo, o si lo hacen es con la boca pequeña. Estos grupos argumentan que un apoyo evitaría perder el poder y permitiría seguir marcando el paso desde el Govern y, en consecuencia, impedir que se abriera una batalla interna.
6- ¿Se podrá formar un gobierno estable?
Dependerá de los apoyos que logre Illa. Con ERC la suma de ambos partidos llegaría a la mayoría absoluta. El drama se abriría si no se alcanzan los 68 escaños. Sin este número garantizado el apoyo de ERC no se produciría y el PSC podría mirar a los Comunes y el PP, este último solo para la investidura e impedir un gobierno independentista. Illa solo ha fijado una línea roja que es Vox: «No pactaré con quien hace discursos de odio». Los socialistas plantean un gobierno monocolor con apoyos parlamentarios pero estos apoyos son excluyentes, sobre todo en la importante votación de la investidura.
7- ¿Cómo afectarán los resultados al Gobierno de España?
Esta será la madre de todas las batallas. La gran incógnita es la actitud de Junts. Una actitud que variará si está Carles Puigdemont o no está. No parece que ERC dé un golpe de timón en Madrid ni que Junts haga caer a Sánchez y correr el riesgo de un gobierno de derecha y extrema derecha que dé al traste con la amnistía.
8- ¿Entrará la extrema derecha independentista?
Las encuestas dicen que pueden entrar hasta con cuatro parlamentarios o incluso un quinto por Lérida. La incógnita es saber si serán determinantes para formar un gobierno independentista. ERC rechaza estos votos y la CUP también. Junts los ha descartado, pero Puigdemont siempre ha transitado por una posición de nebulosa. Orriols quiere darle a Puigdemont una segunda oportunidad.
9- ¿Pesará más el independentismo o los temas cotidianos?
Los temas más identitarios se han reducido a la mínima expresión más allá de palabras grandilocuentes. La sequía, la educación, las energías renovables, vivienda, inmigración han tenido todo el protagonismo. Los independentistas hablaban de autonomía y no de independencia porque los cualitativos demoscópicos les indicaban que la independencia es ya un producto deteriorado.
10- ¿Fracasará de nuevo Sumar?
Todo apunta a que tras las gallegas y las vascas llegará el fiasco de las catalanas. Los comicios autonómicos nunca han sido el terreno de juego preferido de la izquierda del PSC, que ni siquiera en 2015 pudo hacer un sorpasso a un entonces debilitado Partido Socialista. Jéssica Albiach se ha visto muy sola en esta campaña. Ada Colau, la culpable de la repetición electoral, ha encadenado viajes internacionales y no le ha dado apenas apoyo, lo que hacer prever que se aleja de un resultado de abultado desastre. Algunas encuestas dicen que los Comunes perderán la mitad de su representación.
11- ¿El PP recuperará el liderazgo de la derecha constitucionalista?
Todo apunta a que sí. A pesar de las dudas iniciales de Feijóo, Alejandro Fernández ha demostrado ser un buen candidato. Se le culpó del desastre de 2021, donde el PP estuvo a punto de quedar fuera del Parlamento, y ahora no se le felicitará por el éxito en estos comicios porque desde Génova siguen pensando en una profunda renovación en el Congreso que se debe realizar en los próximos meses. Las espadas siguen en alto en el PP pensando en el futuro inmediato y solo se espera imponerse a Vox comiéndose todo el espacio de Ciudadanos. Ignacio Garriga ha pasado desapercibido en esta legislatura por inanición y falta de propuestas. Su posición en el Parlament será irrelevante.
12- ¿Qué líderes políticos abandonarán la política de primera línea?
El más seguro es el líder de Ciudadanos, Carlos Carrizosa. Puigdemont se puso el mismo en la lista, Junqueras y Aragonés dirimirán su futuro según los resultados y Alejandro Fernández puede ser víctima de las expectativas electorales que le marcan desde Génova, para que no las cumpla. Salvador Illa se quedará tanto si gana como si pierde, como hizo en la pasada legislatura. No está claro tampoco la continuidad de Albiach.
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