Investidura de Pedro Sánchez
Así ha sido el resultado de las votaciones de todas las investiduras en democracia
España ha tenido 16 de estas votaciones desde 1979, pero desde 2015 es cuando prolifera la necesidad de una segunda vuelta para elegir presidente del Gobierno
Al final un total de 167 síes frente a 165 noes, es lo que ha permitido que Pedro Sánchez haya sido proclamado presidente del Gobierno. Ha sido a la tercera, tras dos intentos fallidos en marzo de 2016 y en julio del año pasado. Si tenemos en cuenta los datos, en ninguna de las 16 votaciones de investidura de la democracia, entre 1979 hasta ahora, nunca ha habido una victoria tan ajustada, por tan solo 2 votos.
El 20 de febrero de 1981 tuvo lugar la votación de la proclamación de Leopoldo Calvo-Sotelo, que consiguió prosperar con 11 votos de diferencia entre síes y noes (169/ 158), 17 abstenciones y seis ausencias. La primera elección que necesitó dos votaciones (9 y 11 de abril), la de José Luis Rodríguez Zapatero en 2008, también fue por 11 votos (169/158). Felipe González, el 5 de diciembre de 1989, sacó adelante la investidura con una diferencia de 12 votos (176/164/ y seis abstenciones.
Ha habido investiduras holgadas, basadas en mayorías absolutas abultadas, como la de González el 1 de diciembre de 1982 con sus 207 síes. No ha habido cifra más alta de votos en la historia. Se acercó José María Aznar con los 202 votos a favor del 26 de abril de 2000; ya más lejos están los 187 votos que permitieron a Mariano Rajoy ser presidente el 20 de diciembre de 2011.
Desde la implantación en el Parlamento del multipartidismo, tras las elecciones de diciembre de 2015, se han producido cinco sesiones de investidura: tres fallidas y dos exitosas. El propio Sánchez fracasó en marzo de 2016 porque sus 131 votos a favor se quedaron muy por detrás de los 219 votos en contra. Antes de ser investido, el exlíder del PP Mariano Rajoy se enfrentó a una sesión de la que no salió como presidente en septiembre de 2016: registró 170 síes y 180 noes.
Triunfó en octubre de ese mismo año gracias a las abstenciones de gran parte de la bancada socialista, envuelta entonces en una gran división interna, hasta el punto de que Sánchez dimitió antes como secretario general, y días después, justo horas antes de la investidura, renunció a su acta de diputado. Entonces, Rajoy continuó como presidente gracias a 170 votos a favor, 111 en contra y 68 abstenciones.
El propio Sánchez, en julio de 2019, no superó los 124 síes, insuficiente para doblegar a los 155 noes. Ese fiasco llevó a la repetición electoral del 10 de noviembre, y posteriormente, a esta investidura de margen tan ajustado
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