España

Primera petición de EHBildu: excarcelación de 19 presos etarras “enfermos”

Aseguran que la política que se sigue con los reclusos de ETA es de venganza y chantaje

El exdirigente de ETA José Javier Arizkuren Ruiz, "Kantauri", durante el juicio por ordenar el asesinato del concejal del PP Alberto Jiménez-Becerril y su esposa
El exdirigente de ETA José Javier Arizkuren Ruiz, "Kantauri", durante el juicio por ordenar el asesinato del concejal del PP Alberto Jiménez-Becerril y su esposalarazon

No ha tardado mucho el entorno proetarra en formular peticiones tras el apoyo, mediante la abstención, a la investidura de Pedro Sánchez por parte de los diputados de EhBildu.

A través de la asociación Etxerat, que controla Sortu y Bildu, han solicitado la excarcelación de 19 presos terroristas (ellos lo califican de “políticos) por las enfermedades que sufren. Entre ellos se encuentra el que fuera jefe “militar” de ETA, José Javier Arizcuren, “Kantauri”.

Sin una sola referencia a las víctimas que causaron los etarras, enfatizan que “la cárcel es un medio que genera enfermedad. Las condiciones de vida en un entorno cerrado y masificado, insalubre; la tensión y el control constante de todos los aspectos de su vida; el modo de vida antinatural al que presas y presos se ven forzados a vivir durante años, es caldo de cultivo para la enfermedad, tanto física como psíquica. Estas condiciones se agudizan en los regímenes de vida más severos: primeros grados, régimen cerrado, aislamiento… La cárcel genera enfermedad, pero, además, una vez que la enfermedad se declara, el preso enfermo no tiene las mismas opciones para ser diagnosticado, atendido y tratado por su enfermedad, que cualquier persona: el preso enfermo es primeramente preso, con todas las restricciones, todas las limitaciones, los condicionantes y las prohibiciones y después, en todo caso, enfermo. Su derecho a la salud queda siempre en el último plano”.

El panorama que describen pretende ser aterrador, pero nunca alcanzará al que sufrieron a aquellos que perdieron a sus familiares a manos de los etarras; en muchos casos son crímenes cuya autoría no ha sido esclarecida por falta de colaboración de los terroristas.

Ni una referencia tampoco a las razones por las que estos individuos están en prisión, como si se tratara de una represión gratuita montada por el Estado y no como consecuencia de sentencias de los Tribunales de Justicia.

Según Etxerat, la actual política penitenciaria es de “excepción” y “tiene como única finalidad la venganza y el chantaje; la situación de estas personas las convierte en objetivo prioritario. De ahí las dificultades para conseguir que sean excarceladas”.

“Otro dato a tener en cuenta: hoy en día, con cerca de 250 presos y presas de este colectivo, el 34% de ellos sufren algún tipo de afección significativa, mientras que hace 10 años, con cerca de 750 pre@s, no llegaba al 25%. ¿Qué factores intervienen en esta realidad? Los que llevamos detectando estos últimos años: el incremento de la edad media y período de encarcelamiento de quienes integran este colectivo”, lo que resulta lógico ya que tienen que cumplir las condenas que se les impusieron.