Tribunales

Hasta cinco meses de prisión para cinco manifestantes condenados por los altercados de “Rodea el Congreso”

El juez absuelve a otros tres acusados por los incidentes frente a la Cámara baja de diciembre de 2013 en los que resultaron heridos 14 agentes

Un manifestante golpea un coche policial en una de las manifestaciones convocadas por "Rodea el Congreso"
Un manifestante golpea un coche policial en una de las manifestaciones convocadas por "Rodea el Congreso"larazon

El juzgado de lo Penal 11 de Madrid ha condenado a penas que oscilan entre los cinco meses de multa y los tres y cinco meses de prisión a cinco de los ocho acusados de agredir a catorce policías durante la manifestación de “Rodea el Congreso”, que se realizó en las inmediaciones de la Cámara baja el 14 de diviembre de 2013 para protestar contra la denominada “Ley Mordaza”. El titular del juzgado, el magistrado Ricardo Rodríguez, les condena por desórdenes públicos, a una también por delito de atentado y a otro por el de daños, los causados en un vehículo de la Policía Municipal. A los otros tres procesados los absuelve por falta de prueba. Aunque en un principio se sentaron en el banquillo doce personas, finalmente la Fiscalía retiró la acusación respecto a cuatro de los manifestantes.

El juez, no obstante, absuelve a todos ellos del delito de atentado en concurso con otro de lesiones, por el que el Ministerio Público solicitaba condenas de entre 27 y 32 meses de cárcel, después de apreciar la atenuante muy cualificada de dilaciones indebidas y rebajar su petición inicial de cuatro años de prisión.

El titular del juzgado madrileño concluye que no ha quedado probado que los acusados actuaran de mutuo acuerdo, tácito o expreso, ni su participación directa en las lesiones que sufrieron los agentes antidisturbios, ya que fueron decenas los manifestantes que tiraron botellas y otros objetos a las unidades policiales.

En los hechos probados, la resolución recuerda que la concentración, que no fue autorizada, “se desarrolló por las principales calles del centro de la ciudad de Madrid, habiéndose iniciado en la plaza Cánovas del Castillo donde se concentró una gran multitud de personas". A continuación, “iniciaron su marcha por el Paseo de la Castellana sentido Cibeles cortando el tráfico y llegaron hasta la Puerta del Sol, donde se inició lanzamiento de petardos y botellas”. Una vez que la cabecera de la protesta llegó a la puerta del Sol, el responsable de la Unidad de Intervención Policial de la Policía “intentó dialogar con los organizadores de la concentración con el fin de proporcionar un itinerario seguro alternativo, sin lograr su propósito, momento en el cual los integrantes de la masa, con un claro desprecio al principio de autoridad, comenzaron a insultar a los agentes actuantes debidamente uniformados”.

A continuación, continúa el relato de hechos, los manifestantes, “entre los que se encontraban los acusados”, continuaron su marcha por la calle Carretas hasta llegar a la Plaza de Jacinto Benavente y, después, por la calle Atocha, “interrumpiendo nuevamente el tráfico”. A la altura de la calle San Sebastián, se toparon con un vehículo de la Policía Municipal, momento en el que uno de los acusados, junto con otras personas no identificadas, “aprovecharon para golpearlo violentamente con palos, piedras y patadas causando daños que han sido tasados en la cantidad de 4.189 euros”.

Botellas y piedras a los agentes

Al acudir agentes antidisturbios en auxilio de sus compañeros, algunos de los acusados “junto con otras docenas de manifestantes no identificados, comenzaron a arrojarles botellas de vidrio y piedras para evitar su intervención”, llegando uno de los manifestantes que se sentaron en el banquillo “a volcar un contenedor de vidrio con el fin de facilitar el lanzamiento de botellas”.

Aunque está acreditado en los hechos probados de la resolución que “sí se produjeron los ataques a los agentes y que éstos resultaron lesionados”, el magistrado subraya que “no se puede determinar la autoría de cada uno” de los acusados, que tampoco fue “concretada por los agentes policiales que, en calidad de testigos, declararon” en la vista oral. Asimismo, hace hincapié en que una vez examinados los vídeos en la sala, “solo en uno de los visualizados se ve a una muchedumbre, integrada por varias docenas de personas, que zarandean y golpean el vehículo policial y cómo, tras volcar un contenedor de botellas de vidrio, empiezan a lanzarlas contra los agentes de la UIP”, pero sin poder concretarse “que acción de cada acusado causó una lesión a un agente policial”.

En la vista oral, los coacusados negaron su participación en los hechos y en las grabaciones de los incidentes que se pudieron ver en la sala se aprecia cómo varias decenas de manifestantes, casi un centenar, arrojaban botellas y otros objetos a los agentes, sin que se pudiera identificar a ninguno de los acusados.