Navarra
El desmantelamiento del polígono de Bardenas Reales en Navarra, objetivo de los anexionistas vascos
Pese a que Defensa ha prorrogado su uso hasta 2028, se organizan campañas para clausurarlo
Unas maniobras que comenzarán mañana en el polígono de tiro de las Bardenas Reales sirven como excusa para que grupos antimitaritaristas con la anuencia de los que pretende la anexión de Navarra al País Vasco, puedan plantear de nuevo el desmantelamiento de esta instalación, vital para el entrenamiento de nuestras Fuerzas Aéreas y de las de los países de la OTAN.
Según se publica en páginas del entorno abertzale, “tras las maniobras que se llevaron a cabo en febrero pasado con la presencia de aviones de siete países de la Unión Europea, los días 5 y 9 de marzo, la actividad aérea militar volverá, coincidiendo con el tiempo de anidación de las aves que habitar este entorno natural”.
“El aumento de la actividad militar en esta área está relacionado con las demandas de la OTAN, la política de guerra de Estados Unidos y las grandes empresas que apoyan la industria armamentista (…) en el País Vasco hay alrededor de 100 empresas dedicadas al negocio de armamentos que facturan millones de euros al año”. Para denunciar estas nuevas maniobras y exigir el desmantelamiento del campo de tiro, se realizarán manifestaciones en Ejea de los Caballeros y en Pamplona, frente al Gobierno Civil.
Hasta ahora, los que protestaban contra la citada instalación no obtenían resultados. En octubre de 2018, la Junta de Portavoces del Parlamento de Navarra aprobó una declaración por la que el Parlamento de Navarra mostraba su rechazo a las maniobras militares con fuego real realizadas los días 17 y 19 de octubre. Fue aprobada con los votos a favor de Geroa Bai, EH Bildu Nafarroa, Podemos-Ahal Dugu-Orain Bai e Izquierda-Ezkerra; y, en contra, UPN, PSN y PPN. La declaración decía lo siguiente: El Parlamento de Navarra muestra su rechazo a las maniobras militares con fuego real y solicita su desmantelamiento.
Cabe preguntarse cómo votaría ahora el Partido Socialista de Navarra, que ostenta la presidencia de la Comunidad Foral y que se la debe al apoyo, entre otras fuerzas, de los antiguos proetarras de EhBildu.
A los que se pronuncian en contra del polígono se sumó recientemente el director de Greenpeace en España, Mario Rodríguez Vargas, que afirmó: las Bardenas Reales son un terreno único y de alto valor ecológico; deberían convertirse en Parque Nacional, pero se lo impide el polígono de tiro que alberga en su interior y que es anacrónico en el siglo XXI. Insistía en que el Parlamento de Navarra "tendría que hacer una resolución para pedir al Estado la declaración del Parque Nacional", que pasaría al Organismo Autónomo de Parques Nacionales y a partir de ahí se empezaría el proceso, pero siempre con la autorización del gobierno autonómico.
Rodríguez se refería a lo que es el “quid” del asunto, la propiedad del territorio que, en este caso, no es del Estado sino de los 22 municipios que componen la Comunidad de Bardenas Reales.
Desde el 1 enero del año pasado, en que se firmó una prórroga de diez años, los titulares de dicha comunidad reciben del Ministerio de Defensa el doble de lo que percibían hasta entonces, de siete a 14 millones.
Los que se oponen, llegaron a plantear en 2018 la celebración de un referéndum en las poblaciones afectadas, que no prosperó; y el Ejecutivo de entonces, presidido por Uxue Barcos, de Geroa Bai, llegó a proponer a los congozantes pagar el canon de los 14 millones a cambio de clausurar el polígono. Pero esta iniciativa tampoco salió adelante.
Hasta la conformación del actual gobierno foral de navarra de la socialista Chivite, y el apoyo de los “batasunos (que también son necesarios para que Sánchez siga en La Moncloa), el asunto parecía despejado para el mantenimiento del polígono, ya que se ha firmado la citada prórroga. Ahora, la cuestión no está tan clara y puede convertirse en un “arma” de los grupos anexionistas y de extrema izquierda con la disculpa de la defensa del ecologismo.
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