Coronavirus

Teniente general López del Pozo: “No esperábamos algo tan gordo como esto"

El comandante del Mando de Operaciones es el encargado de dirigir la “Operación Balmis”

Teniente general Fernando López del Pozo
Teniente general Fernando López del PozoRubén MondeloLa Razón

Es, por delegación del Jefe de Estado Mayor de la Defensa, el ejecutante de la «Operación Balmis». Como comandante del Mando de Operaciones (MOPS), el teniente general Fernando José López del Pozo tiene la difícil tarea de dirigir a los miles de militares que desde el 15 de marzo luchan contra un enemigo diferente al habitual, contra una amenaza invisible: el coronavirus.

–Después de tres años en el cargo, ¿«Balmis» ha sido un reto?

–Una de las misiones del MOPS es hacer el planeamiento de lo que podría ocurrir, de los planes de contingencia, para cuando aún no ha pasado nada en concreto, pero dices: «Podría pasar y voy a planearlo». Planeas sobre situaciones imaginadas. Cuando esa situación se manifiesta, como es normal, nunca es clavada a como la habías imaginado, pero ves el plan y tienes el esqueleto de lo que vas a tener que rellenar.

–No habrá sido fácil...

–Aquí también nos encargamos de la conducción de las operaciones permanentes en territorio nacional (vigilancia del espacio aéreo, de las aguas territoriales, de los peñones...) y la estructura de mandos de esas operaciones que están todos los días es la que hemos usado en «Balmis», añadiéndoles a la UME y a la Inspección General de Sanidad, lo que ha potenciado la organización. A partir de ahí, ha sido fácil, porque ya estaba la estructura y eso añade rapidez.

–¿Había un plan para esto?

– Tenemos uno para pandemias, que se llama «Ébola», pensado, como indica su nombre, para el ébola. No es proyectable al 100% pero nos ha servido. Hay cosas que estaban ahí previstas.

–¿Esperaban algo así?

– No. Algo tan gordo como esto, no. La magnitud de lo que ha pasado no se lo esperaba nadie, porque no sólo ha afectado a España, ha afectado a todo el mundo. Una crisis tan súbita, tan grande y tan generalizada no estaba prevista.

–¿Hasta cuándo puede alargarse «Balmis»?

– Lo que hemos ido dando somos capaces de sostenerlo en el tiempo. ¿Hasta cuándo? La idea es que «Balmis», como tal, termine el día que finalice el estado de alarma, pero los apoyos que estén ejecutándose seguirán allí hasta que al que le damos el apoyo nos diga que ya no hace falta.

–¿Veremos tareas nuevas?

– Creo que nos vamos a quedar como estamos. La intervención de las Fuerzas Armadas se tiene que producir en un momento de auténtica necesidad, de auténtica carencia de otro medio que proporcione el recurso.

–Como con los test que podrían haber hecho los militares...

– Efectivamente. Sanidad barajó varias opciones y cuando empezaron a pensarlo parecíamos la opción más lógica por la rapidez de reacción, pero han pasado las semanas y han optado por las comunidades. En el momento en el que estábamos, el agobio de los sanitarios de las comunidades había bajado.

–¿Qué espera que cambie tras «Balmis»?

– Me gustaría que se consolidara la normalidad. No puede ser que sea titular que salimos a la calle de uniforme. Me gustaría que esto ayudara a que se nos viera como lo que somos, una herramienta formada por españoles al servicio de nuestros compatriotas para proporcionarles seguridad y ayudarles.

–¿Cómo valora la actuación de las Fuerzas Armadas?

– La labor de las Fuerzas Armadas ha sido como es siempre: dispuestas a ayudar y reaccionando rápido. Sin contar ni los días ni las horas.