La nueva Ley de Memoria Democrática, cuyo anteproyecto aprobó el Consejo de Ministros el pasado martes y que el Gobierno prevé que entre en vigor en el primer semestre de 2021, es uno de los platos fuertes de la agenda legislativa del Ejecutivo para este curso político. Por ello, la vicepresidenta Carmen Calvo está empleándose a fondo en explicar la norma tanto fuera, con la asociaciones de Memoria, como dentro del partido, en una reunión con los secretarios regionales y provinciales de Memoria Democrática del PSOE.

Entre los aspectos sobre los que se quiere hacer un esfuerzo de pedagogía y explicación es la “resignificación” del Valle de los Caídos, uno de los emplazamientos más simbólicos del franquismo. Calvo ha explicado que ésta implicará “mover algunos elementos” y reflexionar “sobre cómo puede ser el espacio que vaya a quedar”, además de transformarlo en un cementerio civil.

En este sentido, la vicepresidenta ha recordado que, “como es lógico”, las familias que lo soliciten podrán recuperar, “previa identificación”, los restos de sus familiares que están allí enterrados. Los que se mantengan inhumados tendrán, según la ministra de Memoria Democrática, “el respeto, el agradecimiento y el perdón”, “una vez sobre todo que el dictador ya no está afrentando con su presencia”, tras la exhumación que realizó el anterior Gobierno socialista de los restos de Francisco Franco.

“Habrá que mover algunos elementos del Calle de los Caídos. Reflexionaremos cómo puede ser el espacio en el que se vaya a quedar en el futuro, pero en todo caso, esta ley determina que será un cementerio civil para la paz, el perdón y el descanso de las víctimas”, ha explicado Calvo. Lo que no parece estar en cuestión, a pesar de que también sea objeto de esa “reflexión” es la Cruz de la Basílica. La idea de derribarla “no está sobre la mesa” porque los planes del Ejecutivo pasan por “explicar el monumento en su conjunto, y el monumento en su conjunto lleva incluida la Cruz”.