Financiación

El juez acorrala al tesorero de Podemos: «No sabía usted que Neurona no tenía trabajadores»

Daniel de Frutos, tesorero de la formación morada, echó balones fuera en su interrogatorio: “No es algo que suela preguntar”

El juez que investiga la supuesta financiación irregular de Podemos mostró una y otra vez el pasado 20 de noviembre, durante el interrogatorio al responsable financiero del partido Daniel de Frutos, su perplejidad por el hecho de que el tesorero morado desconociese que cuando se firmó el contrato con Neurona Comunidad para las elecciones del 28 de abril de 2019 esa sociedad de consultoría no estaba constituida y carecía de trabajadores.

Según el contenido de esa comparecencia al que ha tenido acceso LA RAZÓN, durante la declaración como investigado de De Frutos, el magistrado Juan José Escalonilla intentó que le precisara cuál fue el objeto de ese contrato por el que Podemos pagó 363.000 euros a Neurona Comunidad, la filial española de Neurona Consulting. “Siento ser tan pesado y reiterativo”, le llegó a decir antes de preguntarle de nuevo: “¿Entonces el trabajo que hizo Neurona fue audiovisual?”.

Y es que el instructor sospecha -según le dejó claro al imputado- que Neurona Comunidad fue creada “ad hoc’ para las elecciones generales” y que los desembolsos que realizó Podemos entre abril y mayo del pasado año no se correspondieron con el pago de servicio alguno, lo que podría suponer la comisión de un delito electoral. Escalonilla se mostró por tanto especialmente interesado en conocer el detalle de los trabajos de consultoría realizados.

“¿En consultoría qué es lo que hizo?”, le preguntó al tesorero del partido de Pablo Iglesias. “Esa es la parte que más ha trabajado con Comunicación. Lo que tiene esta consultoría a diferencia de otras es que produce. Otras no materializan sus estudios. Neurona los materializa en material audiovisual”, explicó De Frutos, quien precisó que “fue la primera vez” que se contrató a “un proveedor de estas características” para una campaña (que aunara la labor de consultoría y la producción audiovisual).

De Frutos ratificó que la idea de contratar con Neurona partió del responsable de Comunicación del partido, Juanma del Olmo, también imputado en esta causa.

-Pero era una empresa totalmente nueva. No tenía experiencia de ningún tipo- recalcó el juez. Y cuando el instructor quiere saber si conocía la existencia de Creative Advice Interactive Group, la supuesta empresa fantasma a la que Neurona pagó 308.000 euros por conceptos que, según dijo el propio Escalonilla, “no son propios” de una sociedad mercantil de estas características,”más bien todo lo contrario”, De Frutos fue rotundo: “Absolutamente no”.

Escalonilla insiste en indagar quién hizo esos vídeos para Podemos si Neurona no tenía a nadie en nómina. “¿Y quién los realizó? Porque Neurona no tiene trabajadores”, pregunta. ”En ese momento, cuando contrato con esa empresa desconozco su situación laboral. No lo sabía”, afirma De Frutos.

-¿Desconocía también que se había creado en marzo de 2019?- volvió a la carga el instructor.

-Totalmente. Trabajamos con decenas de proveedores en unas elecciones y en esa época, además, estaban las generales, autonómicas, municipales, europeas.. Y todo en 60 días.

El responsable financiero de Podemos fue más allá: “Yo de las empresas con las que trabajamos desconozco cuándo están constituidas ni su composición accionarial ni nada por el estilo. No es algo que suela preguntar”.

El contrato, por Telegram

En esa misma línea de desligarse de la situación empresarial de Neurona Comunidad, De Frutos dijo no conocer a Eduardo López Hernández, el contacto de Neurona que figuraba en el propio contrato firmado con Podemos y explicó al magistrado que ese contrato se lo mandó a través de Telegram el responsable en España de la consultora, César Hernández Paredes, con quien según precisó solo se relacionó a través de esa aplicación de mensajería. Pero si no le conocía, quiso saber el juez, “¿cómo es que es él quien le pasa el contrato?”. Según De Frutos, le pasaron su contacto “y se pone en contacto conmigo y me va pasando el contrato, las facturas”. “¿No llegó a hablar con él?”. “Bueno, por Telegram”.

Notoriamente perplejo, Escalonilla enuncia entonces la sucesión de desconocimientos apuntados por De Frutos. “Usted desconocía que era una sociedad creada en marzo de 2019, desconocía que no tenía trabajadores, no conocía tampoco al administrador único, entonces digo yo que usted pensaría que César Hernández Paredes, que le facilita el contrato, era quien estaba involucrado en la prestación de los servicios”. “Claro, es la persona involucrada en Neurona, es la persona que me pasa el contrato”.

Y minutos después, ya a preguntas de su abogado, añadió que Podemos también cerró en esa campaña contratos con Youtube y Facebook (con éste por un montante de casi un millón de euros) y tampoco se reunió con sus responsables, circunscribiendo esos contactos a llamadas telefónicas.

A vueltas con los trabajos que según Podemos realizó Neurona a cambio de esos 363.000 euros, el tesorero aseguro que la labor de producción desarrollada “es lo último de todo su trabajo de consultoría, que se traduce en un material audiovisual”, vídeos que se subieron a redes sociales. Pero una y otra vez se mostró ajeno a los detalles de esas tareas.

-¿La consultoría en qué consiste?-, reiteró Escalonilla

-Yo no estaba en lo que se hacía en consultoría- se cerró en banda De Frutos.

-Si usted comprobó los vídeos, evidentemente también comprobaría que se ejecutara la consultoría.

-Evidentemente, los vídeos se ejecutan porque hay una consultoría anterior- remató el investigado.

“Cuatro o cinco” empleados de Neurona

Cuando el juez le preguntó por los trabajadores de Neurona que llevaron a cabo esas tareas, De Frutos se limitó a asegurar que había “cuatro o cinco” trabajadores de la consultora en una sede electoral de la madrileña Calle de Maudes y que en un chat de Telegram que compartían responsables de redes sociales del partido y la consultora, y en el que él mismo también estaba, había “dos personas de Neurona” que identificó como “Carlos Portillo y Valdemar”.

“Yo no sabía si estaba formada esa empresa -volvió a insistir el imputado-. Como del resto de proveedores, desconozco su política laboral y si tienen empleados o no”.

“Podía ser un grupo de cuatro o cinco personas, pero no les preguntaba sus nombres. Participamos en más de 50 coaliciones electorales y había un volumen de trabajo bastante ingente”. Neurona, hizo hincapié, “era un proveedor más. No tenía una condición especial ni nada por el estilo”.

De hecho, De Frutos aseguró al juez que dado que esos vídeos se subían a las redes sociales decidió “por prudencia” que debía ser considerado gasto electoral y que pudiese así fiscalizarlo el Tribunal de Cuentas, para evitar que en el futuro “no apareciese una nota o una salvedad en el informe del Tribunal de Cuentas” y le dijesen: “¿Como esto no lo ha incluido?”.

Ya a preguntas de la fiscal Lorena Álvarez Taboada, De Frutos intentó explicar por qué se firmaron un pago inicial de 75.000 y otros dos de 144.000 que luego “no coinciden y van haciendo pagos distintos”, según le recordó la representante del ministerio público. Tras explicar que la primera transferencia fue devuelta al estar la cuenta de destino “bloqueada”, los pagos se efectuaron finalmente el 8 y 23 de abril y el 8 de mayo. “Lo primero que manda en unas elecciones es mi tesorería”, resaltó. “No se paga todo inicialmente, se va pagando por trabajos, por objetivos y sobre todo por tesorería”, añadió.

La fiscal también quiso saber si “pidió explicaciones” a su compañero Del Olmo por la elección de Neurona, pero De Frutos defendió que esas decisiones las tomaban “las personas que mejor conocen el mercado en su ámbito” porque él desconoce “las capacidades técnicas” de las determinadas áreas, por lo que si un responsable de su partido optaba por un determinado proveedor daba por hecho que esa empresa iba a hacer “un buen trabajo”.

5,2 millones en microcréditos en 2019

El tesorero morado explicó que Podemos recaudó 5.240.000 euros en microcréditos para sus campañas electorales de 2019: 2,6 para las generales del 10-N, otros 1,7 en la campaña del 28-A y 800.000 euros en los comicios autonómicos, municipales y europeos del 26 de mayo. Y todas esas cuentas, recalcó, “han pasado por el Tribunal de Cuentas”.

Respecto a la reforma de la sede de Podemos, que también investiga el juez tras licitarse por 649.000 euros y adjudicarse por 1,3 millones, De Frutos -que formó parte de la mesa de contratación- explicó que el precio inicial que aprobó el consejo de coordinación de Podemos el 20 mayo de 2019 correspondía al “proyecto de ejecución material, el proyecto inicial”, pero que cuando llegan los presupuestos de las empresas que quieren participar “envían el precio de mercado”. “En el anterior precio falta el beneficio industrial, faltan los costes generales, falta el IVA... Si todo eso se suma se acerca bastante más a lo que es la licitación”.

Y en relación al complemento de coordinación del que se benefició en su nómina -según los ex abogados de Podemos José Manuel Calvente y Mónica Carmona de forma irregular-, el tesorero dijo que lo acordó la gerente del partido, Rocío Val (también imputada), en el marco de sus competencias para actualizar esos conceptos “por objetivos” y lo relacionó con “toda la carga de trabajo que nos viene en 2019” con las sucesivas convocatorias electorales, “porque por ejemplo hay gente de finanzas en todo el territorio y a mí me tocaba asumir más responsabilidades”.