Cuestión de inconstitucionalidad
Código Penal
Compromís exige que “cagarse en Dios y la Virgen” no sea delito
Se aferra a la sentencia absolutoria de Willy Toledo y pide reformar el Código Penal para terminar con el escarnio a humoristas, tuiteros y músicos
En febrero de 2020, la magistrada titular del Juzgado de lo Penal número 26 de Madrid absolvió al actor Willy Toledo del delito de ofensa a los sentimientos religiosos. A su juicio, la expresión “Me cago en Dios y en la Virgen”, que publicó en su perfil de Facebook, no acreditaba por sí solo la comisión de un delito de escarnio contra los sentimientos religiosos. No obstante, la sentencia sí admitía «la falta de educación, el mal gusto y el lenguaje soez, que caracteriza sus publicaciones».
Y es ahora, a raíz de esta sentencia, cuando Compromís se aferra a ella para proponer en la próxima Comisión de Justicia del Senado terminar de una vez por todas con este tipo de delitos. Así lo anunció el senador Carles Mulet, portavoz de la formación en la Cámara Alta, que presentará una moción para impulsar los trámites para derogar el artículo 525 del Código Penal. “Este artículo sigue siendo la puerta de entrada a que se admitan las denuncias ante los tribunales contra quienes satirizan sobre asuntos religiosos, que se ven forzados a la pena del banquillo”, argumenta el parlamentario.
Una situación que, en su opinión, permite que “la blasfemia y el escarnio pervivan todavía hoy”, con penas de multa de ocho a doce meses. Es más, bajo la denominación de ofensa a los sentimientos religiosos, asegura que son muchos los tuiteros, humoristas o músicos que se han enfrentado a años de cárcel. Y, al mantener este tipo de delitos, se da alas a los grupos fundamentalistas y “gente, que si pudiera, quemaría en la hoguera a la gente por expresar sus ideas y opiniones”, matiza el portavoz de Compromís en el Senado.
En este punto, Mulet carga contra el Ejecutivo de Pedro Sánchez por mantener figuras en el Código Penal que “criminalizan la libertad de expresión”, así como la Ley Mordaza, que se sigue aplicando, pese a que en su día anunció que la tumbaría. Asimismo, aprovecha para poner sobre la mesa la “contradicción de no poder criticar la honorabilidad del Rey o sus privilegios” e insiste en que el artículo 525 del Código Penal es innecesario y sigue manteniendo un delito de blasfemia camuflado como ofensas religiosas”.
De Willy Toledo a Pablo Hasel
Precisamente, en los últimos días ha sido también noticia el rapero Pablo Hasel. La Audiencia le ha dado diez días para ingresar en prisión y cumplir su condena, después de que el Tribunal Constitucional rechazara su recurso de amparo contra los nueve meses de cárcel que la Audiencia Nacional le impuso por enaltecimiento del terrorismo e injurias a la Corona y a las Fuerzas de Seguridad. Hay que recordar que el cantante ampara todos esos comentarios, así como sus alabanzas en Twitter a ETA y los Grapo, en el marco de la libertad de expresión. Sin embargo, el tribunal considera que son una manifestación clara del discurso del odio.
Estos son algunos de los comentarios que le valieron su segunda condena y que él enmarcaba en el ámbito de la libertad de expresión:
-«Los parásitos de los Borbones siguen de trapis con los decapitadores de los homosexuales» (3 de enero de 2016).
-«Los amigos del reino español bombardeando hospitales mientras Juan Carlos se va de putas con ellos» (21 de enero de 2016).
-«El mafioso de mierda del Rey dando lecciones desde un palacio» (25 de diciembre de 2015).
-«Guardia Civil torturando o disparando a emigrantes» (15 de marzo de 2016).
-«Los antidisturbios han golpeado y torturado a miles y miles de personas» (7 de abril de 2016).
-«La Policía asesina con total impunidad» (7 de abril de 2016).
-«Los centros penitenciarios son centros de exterminio» (1 de abril de 2016)
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