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Investigación

La Fiscalía investiga a la líder del PP de Asturias por un delito de cohecho

Abre diligencias por su gestión cuando estaba al frente de la empresa pública Hunosa

Casado, junto a Teresa Mallada, ha sido implacable con la corrupción FacebookPP

Con fecha 2 del pasado mes de diciembre la Fiscalía acordó abrir diligencias de investigación contra la actual presidenta del PP asturiano, Teresa Mallada de Castro, «en su faceta de Presidenta de Hunosa». Las actuaciones afectan también a Pablo González Menéndez y Francisco Joaquín Fernández Díaz por un presunto delito de cohecho. La denuncia tiene que ver con la gestión de Hunosa entre 2012-2018 y está en la Fiscalía Superior de Asturias, en la Fiscalía Anticorrupción de Madrid y en la Fiscalía Europea. En esta última, porque concierne a fondos mineros: presuntamente de 52 millones de euros desparecidos, sólo se recuperaron 6 millones

Los hechos afectan a una etapa en la que en la Presidencia del Principado de Asturias estaba el socialista Javier Fernández. El PSOE está bajo la pista y la portavoz parlamentaria socialista, Adriana Lastra, asturiana, ya ha dejado caer la «piedra» en distintas declaraciones públicas. En 2015, Lastra reclamó explicaciones al Gobierno en el Congreso por los contratos entre la hullera, que dirigía Teresa Mallada, y empresas vinculadas con Joaquín Fernández.

El Tribunal Superior de Justicia de Asturias archivó una investigación previa contra Mallada de Castro, entonces portavoz del PP en el Parlamento asturiano, por la compra y cesión gratuita al Montepío de la Minería asturiana de la finca denominada «Las Pedrosas», para construir después una residencia de mayores en la localidad de Felechosa. El TSJA consideró que los hechos no eran constitutivos de delito de prevaricación administrativa ni de ningún otro.

En el caso de la nueva denuncia, los hechos fueron puestos en conocimiento de la dirección nacional del PP, que, mediante escrito, alegó desconocimiento y remitió al denunciante a la Justicia si entendía que había algún motivo para ello. Al constar por escrito, esto abre la puerta a que puedan ser citados como testigos las dos representantes de Génova que tuvieron conocimiento de los hechos denunciados.

Teresa Mallada forma parte del nuevo equipo del PP, promocionado después de que Pablo Casado consiguiera hacerse con las riendas del partido tras el Congreso en el que se formalizó el relevo de Mariano Rajoy. Aquella operación fue un difícil encaje de bolillos, en el que la dirección nacional acabó imponiendo su criterio sin someterlo siquiera a la validación de la votación en un congreso regional.

Teresa Mallada se prejubiló en la hullera pública con 46 años para poder desarrollar su actividad parlamentaria en el partido. En la operación de Génova, el primer movimiento fue mantener como presidenta del partido a Mercedes Fernández, «Cherines», que había ganado las primarias, pero relevarla como candidata al Principado para poner en su lugar a Mallada.

«Cherines» se había significado por apoyar a Soraya Sáenz de Santamaría en la batalla congresual. Pero Génova también encontró justificación en las malas previsiones demoscópicas de la veterana líder del PP asturiano y en el interés de Casado por tomar el control de esta organización territorial.

Aquello provocó una importante crisis interna dentro del PP asturiano. Hasta el punto de que en marzo de 2019 apareció una misiva anónima en la que supuestamente se amenazaba con desvelar irregularidades en empresas vinculadas a Pablo González, lo que se interpretó como un «golpe» más dentro de la tercera «guerra civil» del PP asturiano.

Las otras dos tuvieron lugar con Francisco Álvarez Cascos. La crisis del PP asturiano ha derivado en una guerra sucia, y la ex presidenta de Hunosa ha hecho declaraciones denunciando una «campaña de acoso y derribo» desde que fue elegida candidata para presidir el Principado en lugar de la líder regional del partido.

Esta investigación de la Fiscalía tiene un valor político nacional evidente porque afecta a una pieza de la nueva etapa del partido. El líder del PP, Pablo Casado, insistió esta semana, en una entrevista con Carlos Alsina, en Onda Cero, que no le temblará la mano para tomar medidas contra todo aquel que se aleje de la ejemplaridad.

Incluso apuntó al ex presidente del Gobierno Mariano Rajoy por la caja b del PP. «No voy a pasar ni una. Si el juez determina que hay alguna responsabilidad por parte de algún militante del partido actual, es que no me va a temblar el pulso. Hay unos estatutos y será suspendido o será expulsado, y lo quiero dejar muy claro», sentenció en esa entrevista. «Cherines» fue recolocada por Génova como cabeza de lista en el Senado.

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