Protestas

Así es el manual de la violencia callejera: “Antes de facilitarles el DNI, suelta una piedra”

Los individuos que protagonizan los disturbios manejan un manual en el que se explica que la violencia es el único camino”

“Antes de facilitarles el D.N.I., suelta una piedra”. Es una de las recomendaciones del manual, “corregido y mejorado”, que circula entre los individuos que protagonizan estos días los disturbios en distintos puntos de España. De hecho, el manual, que publica LA RAZÓN, ha sido insertado estos días en la red social de una de las organizaciones que han convocado los disturbios con el fin de que pudiera ser consultado por los que pretendieran acudir a las algaradas.

En el panfleto, de casi 80 páginas, ilustrado con fotografías, croquis e imágenes didácticas, se explica las maneras de atacar a las Fuerzas de Seguridad (fundamentalmente las UIP de la Policía Nacional y los GRS de la Guardia Civil) con el fin de hacerles daño físico, incluso mediante las quemaduras por cócteles molotov (cuya fabricación se detalla) hasta causarles la muerte.

Lo primero que se indica es que la resistencia pasiva no funciona. “Este hecho es incomprensible y desde aquí luchamos para que se combata y nadie sea identificado voluntariamente con el apoyo de los demás manifestantes”.

Promueven la lucha activa y explican con todo detalle cómo atacar a los agentes. Como se ha visto en los últimos disturbios, los adoquines, bombas incendiarias, tapas de alcantarilla, losetas de las aceras, son algunos de los elementos utilizados.

Al explicar las tácticas de formación de las unidades antidisturbios queda claro que la intención de los terroristas callejeros es lograr aislar a los agentes, como ocurrió estos días con una policía femenina, que fue recibió una brutal paliza.

Detallan, con gráficos, las distintas formaciones que utilizan las UIP y GRS y señalan, por ejemplo, dónde se coloca el oficial al mando; sistemas de evacuación de agentes heridos, formaciones acción o defensa; sistemas utilizados contra los agitadores, etcétera.

Manual para “hacer daño”

La filosofía que subyace en el manual no es, como pretenden, la de autodefensa sino la de hacer daño a los servidores del orden y, llegado el caso, causarles heridas o quemaduras que les puedan originar la muerte.

“Las revoluciones naranjas en los únicos casos que funciona es cuando la revolución no es tal y, antes de suceder, ya está neutralizada por el capitalismo o incluso programada por éste”. “Se nos quiere hacer creer que los medios de comunicación son poderosos y una herramienta en nuestro favor, pero solo son favorables a quien los controlan y financia. En la sociedad actual, todo se frivoliza y unos palos en televisión no cambiarán las conciencias de los tele videntes. Que olvidaran la imagen violenta 15minutos después”, aseguran.

Por ello, consideran que la violencia es el único camino: “el capitalismo no se dejará derrotar pacíficamente y por ello debemos de estar preparado en la autogestión de los medios de producción y para la lucha en la calle, contra la policía y el ejército, que solo defenderán los intereses de las clases parasitarias”.

Explican una serie de nociones básicas, tanto de ataque a las Fuerzas de Seguridad como de autoprotección, que son conocidas, como lo de llevar capucha o ropa cómoda y otra para cambiarse (para no ser reconocidos). “La capucha nos iguala en la lucha, aunque os sorprenderéis de lo fácil que es reconocer a compañeros en estos momentos”.

También se recomienda “llevar apuntado en nuestros brazos los números de abogados y familiares que queramos sean comunicado nuestro posible arresto”.

“Protege tu teléfono”

“Si has optado por llevar el teléfono móvil para estar más comunicado con tus compañeros, ten en cuenta que lo que hay en éste que te pueda comprometer a ti y a tus compañeros (fotos, manuales)”.

“Otro asunto es no llevar nada de valor: si tienes una mochila súper chula o una camiseta de valor sentimental no te las lleves a la lucha. Ya que el quererla salvar y no tirar a tiempo, puede comprometerte en un juicio que te puede salir aún más caro que su valor”.

Recomiendan “no dejarse llevar por el frenesí y saber cuándo se han cubierto los objetivos marcados; no improvisar, ya que compañeros pueden sentir inseguridad y abandonar la protesta ante la improvisación alocada. No olvidar que estar en una concentración de improvisación sobre improvisación solo puede acabar en detenciones”.

A la hora de atacar objetivos , además de los agentes policiales, recomiendan “afectar todo lo posible la actividad económica como protesta por la represión, así como visibilizar quiénes son los responsables y los beneficiarios de esta economía capitalista de explotación y muerte”. Tiendas de grandes cadenas o que consideran de lujo, bancos, locales de instituciones del Estado o empresas del mismo, etcétera. Es sabido, como ha quedado acreditado, que además de “revolucionarios” son ladrones, ya que saquean los comercios tras romper los escaparates y accesos.