¿Operación fallida?

Las grietas en Ciudadanos ponen en riesgo la moción de Murcia

Las miradas se centran en Isabel Franco, exlíder de Ciudadanos y vicepresidenta

El presidente de Murcia, Fernando López Miras, ayer en un acto en Murcia
El presidente de Murcia, Fernando López Miras, ayer en un acto en MurciaIván Urquizar

El terremoto político que sacudió el miércoles a todo el panorama murciano con la presentación de una moción de censura entre Ciudadanos y el PSOE al Gobierno del Partido Popular tuvo todavía ayer sus réplicas. Sin duda, todas las miradas estuvieron puestas en el todavía presidente del Gobierno regional, Fernando López Miras, quien pareció haber abandonado toda esperanza de mantenerse al frente de la Comunidad y se resignó a entregar la vara de mando a la coordinadora de Cs, Ana Martínez Vidal.

No obstante, y ante la posibilidad de que desde el PP se haya empezado a buscar aliados para frenar dicha moción de censura, el propio López Miras negó la mayor y aseguró que no está negociando con ningún diputado de la formación naranja para tumbar la propuesta.

Pero, ¿y quién entra en todo este juego político? La actual vicepresidenta y exlíder de Ciudadanos en la Región, Isabel Franco. Ella, que ha protagonizado durante los últimos dos años algunas fricciones Martínez Vidal, ha demostrado no estar en el mismo espectro que la coordinadora autonómica. De hecho, tras conocer la moción de censura, el propio López Miras cesó de sus cargos a dos de los cuatro consejeros de Cs -Ana Martínez Vidal de Empresa, Industria y Portavocía, y al consejero de Transparencia, José Gabriel Sánchez Torregrosa- y no así a Franco y al consejero de Empleo, Miguel Motas.

Una decisión que López Miras justificó alegando sus cargos «orgánicos» con el partido. «No tenía ningún sentido que estuvieran en el Gobierno». Pero mientras tanto, las miradas se clavan también en el parlamento murciano, donde todos hacen ya sus quinielas sobre posibles actos tránsfugas. La propia Franco, Valle Miguélez, Francisco Álvarez, Juan José Molina o el presidente del Parlamento regional, Alberto Castillo, son en quienes se centrarán todas las miradas la próxima semana, cuando se debata y vote la moción de censura.

No así, desde Ciudadanos aseguran que todos los miembros de la formación virarán en la dirección marcada por Martínez Vidal, tal y como consta en la moción en la que todos los diputados de la formación naranja plasmaron su firma.

Por su parte, desde el PP murciano echaron los restos, y se abrió la puerta a cualquier militante de Cs que «crea en la bajada de impuestos, en la defensa de la libertad de la educación, y en que los autónomos y hosteleros necesitan ayudas».

Además, insistieron en que para ser un partido que ha llegado para regenerar la política, formarán gobierno con un partido cuyo líder, el socialista Diego Conesa, está imputado por prevaricación administrativa por lo ocurrido durante su etapa como alcalde. «Eso significa que ni la corrupción ni las vacunas le preocupan a Ciudadanos, su único fin ha sido conseguir la presidencia de la Región de Murcia a toda costa».