Sandra Golpe

Seísmos y réplicas

«Inés brilla en los hemiciclos, pero está muy mal aconsejada»

El ya viral desahogo del diputado Fran Carrillo en el Parlamento andaluz – «estoy hasta los cojones de todos nosotros»– es el lamento mismo de la calle. Reconforta que a él, como político, le avergüence su profesión en estos días sísmicos. Son muy rápidos todos nuestros partidos en calcular y materializar mociones de censura y son muy lentos, en cambio, en ponerse de acuerdo por el bien común, en decidir la manera de afrontar esta Semana Santa, en cómo vacunarnos más rápido, en resolver problemas de nuestro día a día. Estamos en manos de estrategas, eso sentimos hoy millones de españoles.

Aquí seguimos, afrontando elecciones por encima de nuestras posibilidades, gestionados por políticos que se compran cintas para correr con nuestro dinero, que se vacunan cuando no les toca o que se han propuesto romper España. Observando cómo esos que protestaban hace poco, airados, por las manifestaciones del 8 de marzo, llenan ahora una plaza con miles de simpatizantes, sin autorización previa ni distancias de seguridad que valgan. Aquí no se salva nadie de la contradicción.

Aunque lo más sorprendente de esta semana ha sido descubrir la estrategia de Ciudadanos para sobrevivir tras su debacle catalana: ese giro suyo hacia el PSOE a destiempo; ese romper su acuerdo de Gobierno con el PP murciano sin que la líder principal, Inés Arrimadas, haya salido a explicar sus motivos el día mismo del terremoto. Esa operación fraguada durante semanas en Madrid, en los despachos de la Moncloa y de Ciudadanos, para echar a los populares murcianos del poder, sin tener al tanto del movimiento a otros pesos pesados de la formación naranja. Algunos han visto cómo, de repente, les convocaban unas elecciones en la Comunidad de Madrid (es lo que tienen las réplicas de ciertos seísmos). Y no menos relevante: esa reacción de PP y PSOE, ambos queriendo recibir ahora, con los brazos abiertos, a los militantes y cargos naranjas desencantados con Arrimadas. Inés brilla en los hemiciclos, pero está muy mal aconsejada. Debería fichar a asesores como los de Sánchez o Díaz Ayuso. Ojo, que la madrileña ha crecido y pretende la mayoría absoluta. Mientras unos y otros hacen sus cuentas, al cabo de un año, escuecen los 100.000 fallecidos por coronavirus, los millones de parados acumulados y este horizonte sombrío.