Toreros contra Podemos
“En la tauromaquia hay muchos más valores que los que transmite Pablo Iglesias”
Miguel Ángel Perera y Diego Urdiales cargan contra el líder de Podemos por sus ataques a la tauromaquia
La última ofensiva del líder de Podemos, Pablo Iglesias, ha provocado airadas críticas en el mundo del toro. Ya en plena campaña para las elecciones del próximo 4 de mayo en la Comunidad de Madrid, el ahora candidato morado propone retirar todas las ayudas públicas a este sector y cerrar el Centro de Asuntos Taurinos de la capital.
Miguel Ángel Perera, torero pacense, considera “grave que un representante público que aspira a ser presidente de los madrileños hable tan sin conocimiento”. El matador alude a los “más de 52 millones de euros procedentes solo del canon de explotación de Las Ventas en los últimos 15 años, a lo que hay que sumar los 73 millones que, según la propia Comunidad, la feria taurina de San Isidro reporta cada año a Madrid y de los que casi 47 repercuten directamente en sectores clave de la economía madrileña como la hostelería y la restauración”.
En cuanto al Centro de Asuntos Taurinos de Madrid que el líder de Podemos quiere clausurar, apunta Perera que cuenta con “un presupuesto de 1,4 millones de gasto anual que se financia de forma íntegra con los 2,3 millones de canon que paga la empresa que gestiona la Plaza de Toros de Las Ventas. Por tanto, es la propia actividad taurina y solo ella quien financia esa entidad”.
El matador, que compartirá cartel con Enrique Ponce y Emilio de Justo el próximo 13 de junio en Tomelloso, afirma que, si a Iglesias le “incomoda enormemente” que se reivindiquen los toros como algo cultural, a él le “incomoda enormemente que se reivindique como demócrata cuando no lo es”. En su opinión, “su trayectoria le define por sí sola. La democracia, para serlo, precisa de una condición imprescindible que es la tolerancia. Si yo no te tolero y, por tanto, no te respeto, ¿cómo me puedo llamar demócrata? La tolerancia es respetar a quien piensa diferente a ti, a quien tiene gustos diferentes a los tuyos, no querer acabar con él. Si algo mueve a Pablo Iglesias es su afán enfermizo por imponer, por decirnos a todos cómo tenemos que pensar, cómo tenemos que expresarnos, qué está bien y qué está mal. Y todo lo que no entre en sus códigos ideológicos, lo rechaza, lo descalifica, pretende acabar con ello. No es tolerante. Por tanto, no es demócrata. Por eso me molesta que se reivindique como tal…”.
Por su parte, el riojano Diego Urdiales, afirma sobre el ex vicepresidente del Gobierno “que de lo que se tiene que preocupar es de no crear odio en la sociedad, hasta el punto de que lo que quiere la mayoría es que desaparezca él, no el toreo”. Y asegura sobre la incomodidad del podemita con el mundo taurino, que a él le molesta que “se hable de políticos cuando se habla de Iglesias”. En su opinión, “en la tauromaquia hay muchos más valores que los que él transmite a la sociedad”.
El candidato morado a la Comunidad de Madrid ha declarado asimismo que pretende “destinar más recursos a los centros de protección de los animales”. Según Urdiales, “precisamente nosotros somos los más respetuosos con los animales; otras personas lo dicen, pero tienen que demostrarlo con hechos”. El torero de Arnedo (La Rioja) tiene previsto, “si nos dejan”, volver al ruedo el 22 de abril en Sevilla y el 21 de mayo en Madrid, dentro de las fiestas de San Isidro.
Este punto merece una extensa consideración de Miguel Ángel Perera: “No me parece mal porque, si Iglesias fuera coherente con su propuesta, lo cual dudo, tendrían que destinar también recursos a las ganaderías de toros, que son lugares de crianza, de preservación y, por tanto, de protección de animales. Y no solo del toro, sino de tantas otras especies que viven en absoluta libertad en las dehesas y en las fincas donde se asientan las ganaderías y que encuentran en la existencia del toro de lidia su primer protector, puesto que por él existen y se conservan esos ecosistemas”.
Para el matador de Puebla del Prior (Badajoz), “no hay nadie más ecologista ni más animalista que la gente del toro. Somos nosotros quienes conservamos la especie animal llamada toro bravo. Si fuera por lo que ellos proponen, esta especie terminaría desapareciendo. Por ejemplo, a diferencia de otros vacunos, y éstos son también datos objetivos, cada toro bravo que se lidia en una plaza permite con ello que entre diez y doce ejemplares de su misma familia se mantengan en la ganadería viviendo en el campo ¡Y cómo vive el toro en el campo! Y remarco: no solo de su especie, sino de su propia familia. Los ejemplares que conforman en una sola ganadería los familiares de un toro se cuentan por decenas. En cambio, si hablamos de otro vacuno como el charolés o el limousin, por cada uno de ellos que se sacrifica para carne en un matadero, solo cuatro, a lo sumo, de su familia se conservan en la explotación de donde proceden”. Y concluye: “Pero estos son hechos, de nuevo objetivos, que se conocen cuando se profundiza en la realidad para luego poder argumentar, precisamente, desde el conocimiento. Cuando te vale con la demagogia tan propia de Pablo Iglesias, sirven ideas hechas, eslóganes llamativos, burdos mantras con los que contentar a los suyos, aunque sean soberanas mentiras”.
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