Interior
Los servicios de Información se incorporan a la investigación de las cartas amenazadoras
Trabajan en coordinación con la Policía Científica para buscar indicios que conduzcan a la identificación de los autores
La Comisaría General de Información (CGI) de la Policía Nacional se ha incorporado a la investigación abierta a raíz del envío de cartas amenazadoras, con proyectiles en su interior, el ministro del Interior, a la directora general de la Guardia Civil y al dirigente de Podemos, Pablo Iglesias.
Según han informado a LA RAZÓN fuentes policiales, los agentes trabajaran en coordinación con los de la Comisaría General de Policía Científica que analizan en estos momentos las sobres, las cartas y los proyectiles, de un calibre usado en fusiles de asalto u armas de caza, que estaban en su interior.
Se trata de hallar evidencias, como huellas y muestra de ADN por si coinciden con algunas de las que obras en poder de los archivos policiales. Asimismo, intentar determinar el origen de los proyectiles.
Otra de las vías de investigación es la analizar las posibles imágenes que se hayan podido recoger del lugar en el que fueron depositadas las cartas.
Las fuentes consultadas no han podido determinar las causas por las que, ni en Correos ni en las dependencias oficiales a las que se dirigieron, fueron detectados los proyectiles que iban en el interior de las misivas.
El sobre dirigido a Marlaska pasó por el escáner de rayos X y no lograron detectar el contenido. Se subió a la secretaría particular y allí se abrió; encontraron el documento con el texto y los dos cartuchos. El ministro se enteró cuando se lo dijo la secretaria y ordenó al jefe de su escolta que se encargara a Policía Nacional la investigación.
El sobre dirigido a Pablo Iglesias llevaba como dirección una dependencia del Ministerio del Interior, en la calle Amador de los Ríos. Tenía cuatro proyectiles y un texto en el que se le amenazaba de muerte.
En ambos casos, las denuncias fueron presentadas en la Comisaría de Policía del Congreso de los Diputados a través de los escoltas; con posterioridad, fueron remitidas a la Comisaría general de Policía Científica para su análisis sin que intervinieran, como suele ocurrir en estos casos, los agentes de los TEDAX ni los Servicio de Información.
En el caso de la directora general de la Guardia Civil, la carta, una vez detectada, se envió en un principio a la Unidad central Operativa (UCO), pero después se unificaron las investigaciones en la citada Comisaria de Policía Científica.
Las fuentes consultadas han reconocido que se trata de una investigación complicada, pero mostraron su confianza en que se puedan hallar indicios que conduzcan a la identificación del autor o autores de estas amenazas.
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