Memoria Histórica

El juzgado reclama a la Asamblea de Melilla el expediente sobre el traslado de la estatua de Franco

La Fundación Franco insiste en que la efigie no está afectada por la Ley de Memoria Histórica

Operarios trabajando para trasladar la estatua de Franco en Melilla el pasado 23 de febrero
Operarios trabajando para trasladar la estatua de Franco en Melilla el pasado 23 de febreroJESUS BLASCO DE AVELLANEDAREUTERS

El Juzgado de lo Contencioso-Administrativo de Melilla ha ordenado a la Asamblea de Melilla que aporte todo el expediente administrativo relacionado con la retirada de la estatua de Francisco Franco que se llevó a cabo al día siguiente, el pasado 23 de febrero, antes de que se publicara el acuerdo en el Boletín oficial y fuese conocido por la ciudadanía. También ha acordado abrir una pieza separada para tratar la medida cautelar que solicitó la Fundación Nacional Francisco Franco (FNFF) de restitución de la efigie.

Por una diligencia con fecha 3 de mayo de 2021 el juzgado, que conoce del recurso contencioso administrativo interpuesto por la Fundación Franco contra el decreto que acordó la retirada de la estatua de Franco como comandante de la Legión, ha comprobado que el expediente administrativo remitido por la Asamblea de Melilla carecía de trámites y documentos preceptivos y ha ordenado que en el plazo de diez días la Asamblea los aporte al órgano judicial.

Se trata, en concreto, del “requerimiento -de fecha desconocida- de la consejera de Educación, Cultura, Festejos e Igualdad” para “la retirada de la estatua”, además de la “Orden de fecha 20 de agosto de 2020 de la misma consejera en virtud de la cual se ordena “incoar un expediente para la retirada de la estatua de Francisco Franco Bahamonde de la vía pública”. Falta así mismo, el “dictamen preceptivo” de la Comisión del Patrimonio Histórico Artístico, necesario al tratarse de un Bien de Interés Cultural (BIC) por estar integrado de un Conjunto Histórico declarado BIC, “como así se ha manifestado por la propia Consejería de Educación”; la “Orden de fecha 21 de agosto de 2020” de la consejera del ramo en virtud de la que se ordena “incoar un expediente para la retirada de la estatua”; el “Decreto de Presidencia a que se hace referencia en el informe jurídico sobre el órgano competente” para determinar el traslado; el “proyecto de obra y, en su caso, contratación”, para la retirada, y la “ficha oficial urbanística del catálogo del planeamiento general vigente de Melilla, donde se recoge el tipo de protección” de la estatua y “el lugar donde estaba ubicada antes de su retirada”, según consta en el escrito remitido al tribunal melillense por la Fundación Franco, al que ha tenido acceso LA RAZÓN.

La FNFF interpuso el recurso jurisdiccional porque la retirada de la estatua del comandante Franco se había “justificado” en la aplicación de la “nefasta” Ley de Memoria Histórica que, “como bien es sabido, se refiere a acontecimientos históricos relacionados con la Guerra Civil “y no con gestas militares que nada tienen que ver” con la contienda, según fuentes de la entidad que preside el general en la reserva Juan Chicharro.

Es el caso ocurrido en Melilla en 1921, cuando Franco capitaneó y “condujo con valentía, audacia e innegables dotes militares y personales” a una bandera de la Legión en una misión “casi imposible, inspirando y aleccionando a su gente en momentos de miedo e incertidumbre, la disciplina, el honor, la fortaleza y ánimo necesarios” para enfrentarse a las “kábilas” que iban a asediar la Ciudad de Melilla y “salvarla de aquellas feroces huestes que venían arrasando a todas las tropas y a todas las posiciones españolas asentadas desde Annual”.

La Fundación Franco insiste en que, “fiel a sus fines y objetivos estatutarios, no ceja en su empeño de reclamar lo que es justo en la defensa de los méritos que el comandante Franco mereció -en unión de sus tropas- por su heroico comportamiento” al acudir “en salvación de Melilla y los melillenses, que es el único motivo por el cual el pueblo de Melilla tributó homenaje erigiendo” su estatua en 1977 que “ahora, artera y cobardemente, se ha retirado”.