Coalición

Yolanda Díaz hereda de Pablo Iglesias la relación con los socios

Niega una opa a Podemos de la mano de Errejón y Colau

Una de las voluntades de Pablo Iglesias, repetida una y otra vez en su etapa como vicepresidente, era la de llevar a ERC, Bildu y PNV a la «dirección del Estado».

Hacerles partícipes de la andadura del Gobierno con un doble objetivo; primero para blindar a estos actores políticamente como referentes con el fin de reforzar la mayoría parlamentaria de izquierdas en el Congreso y, segundo, para que funcionara como una suerte de salvavidas para su partido con el fin de atar a los socialistas a esta vía política frente a posibles pactos puntuales con el bloque de derechas.

Ahora, tras la salida de Pablo Iglesias del Gobierno y de la política es su sucesora como voz prioritaria dentro de la cuota morada en el Gobierno, la vicepresidenta tercera Yolanda Díaz, la que recoge este testigo.

La líder de Unidas Podemos en Moncloa será quien supla la interlocución que hasta ahora encarnaba Iglesias con los socios del Gobierno, Bildu y ERC, principalmente. Desde su entorno cercano confirman este escenario que, además, ya ha podido verse durante este primer mes como vicepresidenta, y aseguran que asume el liderazgo de la relación con los socios y que será quien marque los tiempos en cuanto a las futuras citas.

Es de hecho uno de los propósitos de Díaz, quien ya ha tenido la oportunidad de reunirse en privado con el presidente del Gobierno con el objetivo de engrasar la coalición y con quien ya ha apuntalado los principales retos legislativos de la coalición. Actualmente se encuentran centrados en completar el Plan de Recuperación.

Así, uno de los retos de la vicepresidenta será el de seguir siendo el pegamento con los partidos que hicieron posible la investidura de Sánchez y que posteriormente fueron imprescindibles para pactar los Presupuestos, logrados, en buena parte, debido a la negociación de Iglesias.

El nuevo rol de la vicepresidenta ya fue practicado el pasado mes, cuando se reunió en Bilbao con el presidente del PNV, Andoni Ortuzar. Este nuevo marco es el que quiso transmitir la vicepresidenta ayer, quien continuó con su ronda de contactos con los socios del Gobierno, citándose con el portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián.

Ante él aseguró que el cambio «empieza ahora» y abogó por «reiniciar la legislatura» con «poco ruido y mucha cohesión». Su objetivo es el de «mimar» la coalición y tejer esa mayoría de la investidura.

La cita sirvió, además, para testar las relaciones entre Gobierno y ERC. El portavoz de Esquerra aprovechó para tratar de marcar el camino del Gobierno para la «normalización de las relaciones con Cataluña».

Pidió la puesta en marcha de la reforma laboral, la memoria democrática o la ley «mordaza», entre otras como principales objetivos, los cuales, compartió la también ministra de Trabajo.

La alianza con Podemos

La vicepresidenta tercera es también la líder de Unidas Podemos y, según el encargo de Iglesias, la futura candidata de la alianza a las próximas elecciones generales. Un cargo que ella todavía no ha confirmado, pues, aseguran en su entorno, quiere ser ella quien marque los tiempos. De hecho, en sus comparecencias como parte del Gobierno rehusa hablar de la vida interna de los partidos.

De cara al espacio electoral que ya lidera, Díaz rechaza cualquier opción que pase por construir una confluencia con Ada Colau o Íñigo Errejón (Más País), quien ya se encuentra midiendo el alcance de su marca electoral tras conseguir el liderazgo de la oposición en la Asamblea de Madrid. Fuentes de Podemos y de En Comú Podem niegan que se haya abierto una ronda de contactos entre Díaz, Ada Colau y Errejón de cara a las próximas elecciones generales, como apuntaban ayer algunos medios.