Nueva etapa
Podemos blinda a Belarra de posibles candidaturas alternativas
El partido endurece las condiciones para evitar que los sectores críticos disputen el liderazgo a la ministra de Derechos Sociales y a la dirección afín a Iglesias
«Iglesias dejó todo muy bien atado». Es la frase que en estos días han repetido varios dirigentes del partido cuando valoraban la nueva etapa que se abría en Podemos tras la salida de Pablo Iglesias después de su fracaso personal en las elecciones de la Comunidad de Madrid, que conllevó a la formación morada a acelerar los pasos de su sucesión, que no estaba prevista hasta el año 2023.
Y así es. Todo estaba pensado y maniatado. Será la ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, afín a Pablo Iglesias quien recoja su testigo a nivel orgánico a cargo de la Secretaría General del partido. Para ello, el partido ha convocado un Vistalegre IV –Asamblea Ciudadana Estatal– de manera exprés que la semana pasada fue entendida como una maniobra rápida con el fin de que, de cara a la renovación de liderazgos se estrechasen las posibilidades de que los sectores críticos pudieran disputar el liderazgo a Belarra. Hasta esta semana era tan solo una impresión y un movimiento que fue entendido como síntoma de que el partido, en palabras de sectores divergentes con la dirección actual, intenta evitar cualquier tipo de discusión orgánica que conllevara a repensar el proyecto de cara al futuro. «Cuanto más crucial es la reflexión y el debate, más rápido se cierran las oportunidades de un proceso de renovación», lamentó públicamente la vicepresidenta tercera del Congreso, Gloria Elizo. Ahora, tras la publicación del reglamento para la Asamblea en la que se endurecen las condiciones que deberán cumplir quienes aspiren al liderazgo, es ya un hecho irrevocable la intención de eludir cualquier candidatura alternativa. Así lo consideran también ex dirigentes que en conversación con este diario, lamentaron que la actual dirección nacional ha dado un «autogolpe», evitando con Vistalegre IV un «proceso democrático y de reconstrucción».
Este jueves se han publicado estas condiciones de cara a la presentación de candidaturas. En ellas se aprecia el blindaje total a la candidatura de Ione Belarra. Si bien para el Vistalegre III –proceso en el que Pablo Iglesias fue reelegido como secretario general por tercera vez– los aspirantes solo debían reunir 150 avales y 100 quienes aspirasen a formar parte del Consejo Ciudadano Estatal, un solo año después, con Vistalegre IV, el partido ha triplicado estas cifras. Quienes se presenten como candidato deberán contar con al menos 500 avales personales de personas inscritas en Podemos y quienes quieran formar parte de la dirección, al menos 300 firmas. Con estas nuevas condiciones, el partido cierra el paso a cualquier presentación de alternativa a la propuesta oficial ya de la dirección nacional actual, encabezada por Irene Montero, Pablo Echenique, Rafa Mayoral o Noelia Vera entre otros, quienes apuestan por un liderazgo continuista tras la marcha de Iglesias, aunque, eso sí, a partir del próximo mes de junio, los liderazgos en el partido pasarán a ser más corales. Aunque sea Belarra la próxima secretaria general, en la formación se plantea un tándem entre la ministra de Derechos Sociales y la ministra de Igualdad, Irene Montero, quien seguirá siendo la número dos. Ambas tendrán el control interno, mientras que la vicepresidenta tercera Yolanda Díaz ejercerá el rol de líder de Unidas Podemos.
Además, los candidatos a secretarios generales deberán ser doblemente avalados. Esto no cambia respecto a Vistalegre III. Además de los 500 avales deberán ser apoyados por un espacio colegiado que puede ser, o bien el Consejo Ciudadano Estatal o el Consejo de Coordinación Estatal; una coordinadora autonómica o un consejo ciudadano Autonómico y al menos tres círculos activos de Podemos de distintos ámbitos territoriales.
El plazo dispuesto para la presentación de las precandidaturas tampoco corre de la mano de los morados que se planteen disputar el liderazgo a la dirección pablista. Deberán reunirlos y entregarlos en tan solo cuatro días; entre el 21 y 25 de mayo. Estos tiempos disminuyen así las posibilidades de cambio en la nueva dirección morada. De hecho, es uno de los motivos por los que cargos críticos con Iglesias decidieron dar un paso atrás a ofrecer una alternativa a Ione Belarra. Según desvelaba el Confidencial, la vicepresidenta tercera del Congreso por Unidas Podemos, Gloria Elizo, se había planteado este escenario junto a una lista de cargos y ex dirigentes críticos. Sin embargo decidieron cancelar el plan debido a la falta de garantías para frenar el poder político de la actual dirección.
Por ahora, el concejal de Podemos en San Lorenzo de El Escorial Esteban Tettamanti ha anunciado que presentará su candidatura bajo el nombre Por un Podemos Horizontal, informa Ep.
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