Entrevista

«Todos tenemos la obligación en el PP de preservar el valor de la unidad»

El presidente de la Junta de Castilla y León tercia en la crisis del PP de Madrid con un llamamiento a la responsabilidad y a acatar las reglas y el calendario. Desvela primeras disfunciones en el reparto de los fondos

Abierto en canal el debate de la financiación autonómica, pide a Pedro Sánchez diálogo con todos y denuncia que se niegue a recibirle en Moncloa.

¿Hay dinero para aprobar un nuevo modelo de financiación?

El Gobierno debe abordar los problemas con eficacia y todos sabemos que el modelo es antiguo, está desfasado y es malo. Para Castilla y León, además, es injusto. El sistema de financiación tiene que tener como primer objetivo garantizar que todas las personas, vivan donde vivan, puedan acceder a los mismos servicios públicos esenciales, y eso no se garantiza hoy en España. El Gobierno tiene que sentarse a hablar con todos.

Sánchez se reunió esta semana con sus barones para unificar una posición común. Y la dirección de su partido también querrá unidad en la postura de sus comunidades. ¿Éste es un buen punto de partida?

Hay un foro multilateral, el Consejo de Política Fiscal y Financiera, que viene funcionando desde hace mucho tiempo, y ése es el marco donde hay que seguir hablando. Esto no va de hacer un frente de unos contra otros, sino de buscar soluciones para las comunidades que tenemos los mismos problemas sin perjudicar al interés común. El diálogo entre todos es una ayuda para el Gobierno, no un problema.

¿Cree posible de verdad que este Gobierno, con su debilidad parlamentaria y sus hipotecas con Cataluña, sea capaz de presentar un nuevo modelo de financiación que sea a gusto de todo el mundo?

Sin perjuicio de que me puedan acusar de ingenuo, yo creo que el Gobierno tiene la responsabilidad de asumir sus compromisos con las comunidades autónomas. Estamos soportando todavía sobre costes en los grandes servicios públicos por el COVID, y esos sobre costes requieren una financiación adicional por parte del Gobierno de España.

¿Pero es compatible la «mesa» bilateral de negociación con Cataluña y la negociación, al mismo tiempo, de la financiación autonómica con las demás comunidades?

Si la «mesa» es para hablar de cuestiones estrictamente relacionadas con Cataluña, puede ser razonable, pero la impresión que trasladan las partes es que allí se está hablando de cuestiones que afectan a todas las comunidades autónomas y que afectan al interés general de España. Y esto no es admisible. Yo he solicitado en varias ocasiones una reunión al presidente del Gobierno y todavía estoy esperando que encuentre una fecha para recibirme y hablar de las cuestiones que afectan a Castilla y León.

¿Desde cuándo está esperando que Pedro Sánchez le reciba?

Desde el inicio de la legislatura y se lo he vuelto a recordar en varias ocasiones, la última, a principios de septiembre.

¿Pero le recibiría dentro de los encuentros protocolarios que se producen con todos los presidentes autonómicos después de su elección?

No. A mí no me ha recibido. Ha venido a Castilla y León en varias ocasiones. La Conferencia de Presidentes se celebró en Salamanca, y yo se lo agradecí. Pero entiendo que el presidente del Gobierno debe recibir a los presidentes autonómicos, y escucharles, y yo se lo he pedido ya en varias ocasiones.

¿Le parece bien la idea que ha lanzado el presidente de la Comunidad Valenciana de descentralizar, de llevar instituciones del Estado fuera de Madrid? Hay quien plantea que puede servir para combatir hasta el problema de la despoblación.

Éste es un tema que se tiene que abordar con seriedad, y, sin embargo, se ha planteado desde la frivolidad. Hay que preparar una propuesta seria, debatida, reflexionada con las comunidades autónomas, por un lado, y también con las fuerzas políticas. No se trata de buscar el enfrentamiento con alguna comunidad autónoma y, más en concreto, con Madrid.

¿Pero usted es partidario o no?

Las nuevas instituciones o los nuevos organismos que se vayan creando se pueden ir instalando en distintas provincias del interior de España. Pero, como le he dicho antes, este debate debe abrirse con seriedad, de manera sosegada y también con discreción.

Entiendo que lo que plantea es que las instituciones que ya existen se queden donde están y que los nuevos organismos se repartan.

Efectivamente. No se trata de abrir una subasta a ver quién acepta y quién se queda con los organismos del Estado.

¿La ejecución de los fondos europeos está cumpliendo con sus expectativas?

El dinero se ha repartido de manera unilateral, sin contar con las comunidades autónomas, por lo menos sin contar con Castilla y León. No sabemos cuáles son los criterios que se han empleado para el reparto de esas cantidades. Y, además, ese dinero, en la mayoría de los casos, viene muy encorsetado, nos dicen la cantidad y en qué nos tenemos que gastar esa cantidad. Que venga dinero siempre es positivo, pero nos hubiera gustado participar en la distribución del dinero y en la elaboración de los objetivos o tener un margen de maniobra en su distribución en función del conocimiento de nuestro territorio.

El dinero que les está llegando, ¿en qué tipo de proyectos se está gastando? ¿Hay más inversión pública o se deriva todo a la inversión privada?

Estos proyectos deben servir para impulsar la modernización del territorio y también de las empresas para ganar competitividad. En Castilla y León hemos firmado un acuerdo en el seno del Consejo del Diálogo Social para impulsar la competitividad de las empresas y crear empleo. Sector público y privado deben ir de la mano para generar más oportunidades de futuro en nuestra tierra.

Más allá de las críticas al Gobierno por su gestión, ¿cree que los fondos comunitarios servirán para crear empleo y para activar la recuperación?

El proceso debería haberse hecho de otra manera. Deberíamos haber identificado los proyectos entre todos, fuerzas políticas y gobiernos autonómicos, y haber diseñado los objetivos y las reformas estructurales con consensos. Al menos durante la ejecución de los proyectos se creará empleo, eso no lo puede negar nadie, pero lo que deberíamos haber buscado es que esto tuviera un valor añadido, incluso que sirviera también para cumplir el objetivo de reequilibrio del desarrollo en nuestro país.

¿A qué se refiere?

Que no solo tuviéramos un modelo centrado en las grandes ciudades, en los grandes polos empresariales, sino que sirviera para crear oportunidades en todo el territorio, oportunidades de futuro y asentamiento de población en todo el territorio. Y esto no se está haciendo.

¿Por qué cree que se está gestionando así?

Ha sido una decisión exclusiva del Gobierno de España.

Pero, ¿por qué? ¿Por falta de capacidad, para colgarse sólo ellos las medallas, para favorecer a amigos?

Pues me gustaría pensar que eso que usted plantea no es verdad. Vamos a ver cómo evoluciona, pero sí que hay intención, por un lado, de querer apuntarse medallas, sin duda. Y, por otro lado, también de falta de capacidad, porque por eso a veces se están distribuyendo fondos de manera sorprendente.

¿Gastar por gastar, es lo que quiere decir?

Tanto como gastar por gastar, no. Pero como las comunidades autónomas gestionamos con mayor rapidez y eficacia, somos más ágiles a la hora de gestionar, y por eso nos trasladan fondos adicionales, que nos llegan muy tarde y eso dificulta notablemente su ejecución.

¿Llega el dinero, pero no hay tiempo suficiente para ejecutarlo en proyectos razonables?

Exactamente.

Por cambiar de tercio, ¿descarta adelantar las elecciones en su comunidad? Ya se enfrentó a una moción de censura.

Mi relación con Ciudadanos es cordial, el pacto funciona. La gente está valorando de manera positiva la tarea que estamos llevando a cabo desde hace dos años y medio, aproximadamente. Y todo el mundo que me conoce, y lo he dicho hasta la saciedad, sabe que lo que quiero es agotar la legislatura. Mi intención es cumplir con mi responsabilidad y con el compromiso que asumí con los ciudadanos de Castilla y León. Pero también quiero estabilidad política y parlamentaria y espero que se produzca y que se mantenga a lo largo de los 16 meses que nos quedan hasta acabar el mandato.

¿No teme que el PSOE le vuelva a presentar una moción de censura y que haya fugas de Ciudadanos que hagan que esta vez sí triunfe esa moción?

El PSOE ya presentó una moción de censura, que fracasó. Sánchez, perdió, ganó Castilla y León y, además, el Partido Socialista estuvo flirteando y hasta consiguió un tránsfuga el pasado mes de marzo. Pero yo confío plenamente en las personas que están ahora mismo en Ciudadanos.

En Andalucía, si usted fuese el presidente Juan Manuel Moreno, y con VOX no apoyándole en los presupuestos, ¿convocaría elecciones?

¡Bastante tengo con gestionar mi comunidad como para meterme en las decisiones que se tomen en otras! Juanma Moreno es un magnífico presidente, está centrado en Andalucía y, además, está dándole la vuelta a la mala herencia que dejó el PSOE. Está gobernando con muchísimo sentido común, con moderación y apostando claramente por el crecimiento y la creación de empleo. El cambio en Andalucía ha sido un acierto para Andalucía y para España.

¿Se sentiría cómodo con un Gobierno de PP-Vox en La Moncloa? Las encuestas de hoy dicen que hay eso o nada.

Todavía quedan más de dos años para que pueda haber elecciones generales, y el Partido Popular es un partido con vocación mayoritaria, es un partido que trabaja con el objetivo de ganar las elecciones y, además, ganarlas sin necesidad de tener apoyos o ataduras. Ése es nuestro objetivo y es por lo que estoy trabajando como dirigente del Partido Popular en mi comunidad, en Castilla y León.

Pero, si no hubiese otra alternativa, ¿mejor pactar que no gobernar?

Confío en que cuando llegue el momento seamos capaces de tener un resultado que nos permita gobernar en solitario. Pablo Casado está presentando una alternativa serena, sosegada, centrada en los problemas de los españoles y que piensa en la economía y en el empleo, que es la preocupación que en estos momentos tiene la inmensa mayoría de las personas de nuestro país.

¿Usted comparte las declaraciones de Feijóo sobre que lo lógico es que quien sea presidente del gobierno autonómico sea también el presidente del partido? Lo digo por la crisis de Madrid.

En estos momentos todos tenemos la obligación de preservar el valor de la unidad. Todos los esfuerzos tienen que ir orientados en esa línea.

¿Está de acuerdo con Feijóo?

Por supuesto, cualquier persona tiene legitimidad para optar a presidir el Partido Popular. Y si eres presidente autonómico, lógicamente, también la tienes.

Entonces, ¿Génova debería ceder y dejar que Ayuso asuma el liderazgo de la organización regional?

Espero que esta situación se resuelva con sensatez y desde la inteligencia. Y, además, creo que los españoles, los madrileños en este caso, lo que quieren es que hablemos de sus problemas, no de las cuestiones internas de partido. Hay que dedicarse a hacer lo que estamos haciendo, gestionar y gobernar.

¿Quién está haciendo más daño a la unidad?

No creo que el debate sea quién está haciendo más daño a la unidad. De donde no debemos apartarnos es de la obligación de contribuir, cada uno desde su posición, a ese valor supremo, porque cuando mejor hemos sido capaces de trasladar ese mensaje de unidad, mejor nos han ido las cosas.

¿Se equivoca Ayuso por pedir que se celebre ya el Congreso del PP de Madrid?

Hay unas reglas de juego marcadas. Establecidas por la Junta Directiva. Concretadas, por lo que he visto, en Prensa. Y lo que hay que hacer es respetar el calendario y las reglas del juego.

¿Que Ayuso espere a la fecha marcada por Génova, y que Génova permita que opte y gane ese congreso?

La decisión la tomarán los afiliados y compromisarios.