Indignación

Interior enfrenta a los sindicatos policiales para dividir la protesta contra la “Ley Mordaza”

Organiza reuniones por separado pero no logra impedir manifestaciones

Tras el «tsunami» de indignación que ha provocado entre policías y guardias civiles conocer algunos controvertidos puntos de la modificación de la Ley de Seguridad Ciudadana, el ministerio del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha intentado frenar la crispación llamando a algunos sindicatos a reuniones «discretas» y por separado. La estrategia, sin embargo, ha provocado que algunas asociaciones sindicales se hayan sentido desplazadas y la iniciativa ha tenido el resultado contrario ya que, tras esos primeros contactos, lejos de apaciguarse las aguas, han salido dos convocatorias de protesta: los próximos 24 y 27 de noviembre.

Algunos miembros de sindicatos de Policía Nacional y asociaciones de Guardia Civil reconocen que es «demasiado pronto» para convocar movilizaciones («siempre es el último cartucho en una negociación») porque «todavía no existe ni un borrador de la ley» pero la guerra entre siglas sindicales y la poca habilidad que han mostrado desde Interior para abordar el problema han precipitado las convocatorias. «En realidad, creo que a Interior les interesa que vayamos por separado, que no estemos unidos y que al final empleemos más tiempo en este tipo de cuestiones que en el fondo del asunto: los disparates que pretenden introducir en la ley”» confiesan fuentes sindicales. Porque lo cierto es que, aunque solo se hayan filtrado algunos puntos de esas modificaciones a la Ley 4/2015 de Seguridad Ciudadana, la conocida como «ley Mordaza», la respuesta de sindicatos y asociaciones sí ha sido conjunta en un rechazo unánime.

Uno de los puntos más polémicos era el que permitía a cualquier ciudadano grabar y difundir imágenes de cualquier policía o guardia civil en el ejercicio de su trabajo. «Es curioso que nosotros no podamos subir una foto con uniforme pero un desconocido sí. Ya no es el peligro para nuestra integridad sino el que corren nuestras familias», sostiene un guardia civil de Navarra. «Debe ser que en Madrid, donde piensan estas leyes, no saben que hay en muchos sitios de España donde todavía tenemos que tender en uniforme dentro de casa y donde es mejor que nadie sepa de qué trabajamos». No menos polémica ha creado el hecho de que la nueva ley acepta la celebración de manifestaciones «espontáneas» sin tener que ser comunicadas a la Delegación del Gobierno de turno para que puedan diseñar un dispositivo policial acorde a la magnitud y recorrido de las mismas.

Mientras se perfilan bien esos puntos para que la redacción del texto sea claro en su interpretación, Interior y sindicatos continuarán con sus contactos «bilaterales». Tras la reunión que mantuvo Marlaska el pasado jueves con el sindicato mayoritario de Policía, Jupol, hoy será el turno del SUP. A las asociaciones de la Guardia Civil, no obstante, les han comunicado que, «aunque la intención del ministro es reunirse con todos», es probable que no les convoquen a ninguna reunión hasta dentro de «unos meses».

Mientras, las convocatorias siguen en pie: el próximo día 24 de noviembre frente a las delegaciones de Gobierno de toda España, convocada por SUP, AUGC, UFP, SPP, AEGC y APC. Por su parte, el sábado 27 está convocada una manifestación por parte de JUPOL, JUCIL, CEP, IGC y AEGC, que acude a las dos. A ésta también también se sumará Vox y Ayuso.