Nuevo equipo

La exministra Fátima Báñez, objetivo del PP

El partido quiere que Feijóo recupere a la responsable de Trabajo de Rajoy para el área económica. Tiene peso en la cuota andaluza

El presidente del Comité Organizador del XX Congreso del PP, Esteban González Pons, presenta el logo y el lema del Congreso Nacional del partido
El presidente del Comité Organizador del XX Congreso del PP, Esteban González Pons, presenta el logo y el lema del Congreso Nacional del partidoManuel BruqueAgencia EFE

El PP está ya en plena ebullición ante la nueva recolocación de piezas que traerá la etapa de Alberto Núñez Feijóo en Madrid. La campaña del congreso nacional del partido se da por amortizada, es un trámite, casi igual que el congreso de Sevilla.

Al partido lo que le importa es el traspaso de poderes y quién gana y quién pierde en el nuevo organigrama. El mando en la transición lo llevan el máximo responsable del comité organizador del cónclave, Esteban González Pons, y la portavoz en el Congreso de los Diputados, Cuca Gamarra. Los vicesecretarios de la etapa de Pablo Casado ya no van ni por Génova a la espera de ver qué hace Feijóo con ellos, y del todavía líder nacional, lo que quieren quienes tutelan esta etapa es que guarde silencio y se mueva lo menos posible.

En este contexto, hay un nombre que se escucha cada vez con más fuerza dentro de un partido necesitado de recuperar referentes que fortalezcan su confianza en la alternativa que representan frente al PSOE y, sobre todo, para frenar el empuje de Vox.

Ahí, en primer puesto, está la ex ministra de Trabajo Fátima Báñez: el partido quiere que vuelva a la política y ve en ella un «fichaje» galáctico para el equipo económico, como portavoz y «mano derecha» de Feijóo.

El PP necesita un refuerzo urgente en el área económica que tenga visibilidad y «peso» público.A la ex ministra Elvira Rodríguez le falta esa proyección que sí podría ejercer Fátima Báñez, en la actualidad al frente de la Fundación CEOE.

Báñez cayó tras el congreso de la sucesión de Mariano Rajoy por estar adscrita en el grupo de los «sorayistas», afines a la ex vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, y contra la que Casado se enfrentó en aquel cónclave con el apoyo de los «peones» de la ex secretaria general María Dolores de Cospedal. Cospedal los puso a su servicio para taponar como fuese la llegada de Sáenz de Santamaría a la Presidencia del partido. El equipo que salió de aquel congreso hizo limpia del «sorayismo», y, prácticamente, de toda la veteranía y experiencia del partido.

Pero Báñez es también cuota PP andaluz, y, sobre todo, sería cuota del presidente de la Junta, Juan Manuel Moreno, a quien apoyó para que se sostuviera en su candidatura. Por eso, aunque Sáenz de Santamaría maniobró en su día contra el presidente gallego, para que no la hiciera sombra, la conexión de Fátima Báñez con el «sorayismo» no cuenta en su debe en esta etapa, y sí lo que representa como capital del PP andaluz y en el debate económico. Ella es la artifice de la reforma laboral que este Gobierno de coalición no ha derogado, como prometió, sino que ha retocado, porque en su núcleo ha sido la base en la que se ha sostenido la política económica para hacer frente a la pandemia y, después, para convencer a Bruselas de que deje fluir los fondos de reconstrucción.

Dentro del partido corre el rumor de que el presidente de la Xunta ya ha estado preguntado por Báñez en algunos círculos. Ahora bien, aunque el PP alimente las «quinielas», también sabe que Feijóo no anunciará los nombres de su Ejecutiva hasta el congreso, y que hará un equipo personal, con el mismo perfil que ha seguido como guía para sus gobiernos o para diseñar el comité organizador del cónclave de abril. Tanteará a los presidentes regionales y autonómicos, pero no hasta el punto de consensuar con ellos los elegidos para integrar su círculo de confianza. Aunque aquí sí tenga un peso importante el presidente andaluz, «tándem» con Feijóo en el diseño de esta nueva etapa.

Mientras el presidente gallego avanza en su campaña como candidato al liderazgo nacional, en el PP señalan más nombres, como el de Elías Bendodo, consejero andaluz de Presidencia y «mano derecha» de Moreno: el de Diego Calvo, presidente provincial del PP en A Coruña; y el del veterano Juan Carlos Vera, dentro del posible equipo que tome el control de las áreas de Organización y Territorial.

El líder gallego está empezando a construir un discurso de campaña en el que se presenta como un centrista de «mayorías», que reivindica, además, un Gobierno que esté también centrado en la recuperación económica, en la creación de empleo y en las oportunidades. Un Gobierno centrado en la gestión, en lugar de luchas internas de ministros y de los partidos que lo conforman.

De Vox no habla. La decisión estratégica de este nuevo equipo es ignorar al partido de Santiago Abascal por más que desde el PSOE busquen enfrentarles con la «extrema derecha».

Feijóo necesita también una Secretaría General resolutiva y muy fuerte, que sirva para que los problemas no lleguen directamente al presidente. Pero sin caer en el error que él llegó a reprocharle a Casado: el de parapetarse demasiado en su secretario general.