Memoria Histórica
Un falangista reclama el yugo y las flechas del arco a los caídos de Ávila
El destino de los restos del conjunto destruido en diciembre será el museo provincial
Los restos del monumento a los caídos del Puerto del Pico (Ávila) que amaneció hechoescombros el día de los Santos Inocentes del año pasado acabarán expuestos en el Museo Provincial de Ávila. La Subdelegación del Gobierno está «en contacto» con la Secretaría de Estado de Memoria Democrática y «a la espera de un oficio» que disponga sobre su destino, según señalan a este diario fuentes de la Subdelegación.
En base a la Ley de Memoria Histórica, los Foros por la Memoria de Ávila, el Valle del Tiétar y La Vera cacereña reclamaban la demolición del arco, defendido por la Asociación para la Recuperación Histórica y Defensa de la Memoria de Talavera de la Reina Puente de Hierro. Los primeros acusaron a la Subdelegación del Gobierno en Ávila de su destrucción, mientras que sus valedores desconocían la autoría del ataque, pero descartaban que hubiera sido por las «inclemencias del tiempo» y, en contra de lo que aseguraba la Administración del Estado en Ávila, apuntaban a «un derribo por tracción».
Fuentes de la Subdelegación insisten a LA RAZÓN en que la «inspección ocular» determinó que se debió a «causas naturales». Al mismo tiempo, y requerida a través del Portal de Transparencia, la Dirección General de la Administración General del Estado proporciona la «información disponible facilitada por la Subdelegación del Gobierno» abulense, desde donde aseguran que «la investigación se encuentra a cargo de la Fiscalía y no existe indicio alguno de la propiedad del Estado», por lo que «no va a realizar, por el momento, actuación al respecto».
Así consta en la respuesta que recibió por parte de la Administración con fecha del 22 de marzo el abogado Guillermo Rocafort, demandante de la información.
Respecto al «lugar donde se encuentran la cruz y el escudo con el yugo y las flechas» que aparecieron en el suelo con el resto de la construcción, la contestación indica que «los símbolos y elementos que se han podido rescatar han sido retirados y se encuentran custodiados por el Ayuntamiento de Cuevas del Valle», como «titular» del conjunto.
Sobre las circunstancias de la caída, y dado que las asociaciones memorialistas acusaban a la administración, desde el Ministerio de Política Territorial responden que «se desconoce, hasta la fecha de la presente resolución, las causas que han producido dicha destrucción y que la citada Subdelegación del Gobierno no ha recibido ni realizado ningún expediente ni trámite conducente a dañar el referido monumento». En el mismo sentido se pronuncian las fuentes consultadas por este diario, rechazando que se haya llevado a cabo una demolición «ajena a luz y taquígrafos para evitar una polémica».
Alberto Martín, alcalde de Cuevas del Valle por Unión de Ciudadanos Independientes (UCIN), confirma que los restos del arco están en el pueblo, y desvela su destino. «La Subdelegación nos encargó custodiarlo con la intención futura de llevarlo al museo de Ávila; estamos a la espera». Sobre un posible interés particular, apunta el regidor que «un vecino lo ha solicitado, pero hasta que no nos digan de Ávila no podemos hacer nada», afirma.
El interesado es el covachero Francisco Miguel López Vázquez, que fue candidato de Falange Española de las JONS a las elecciones autonómicas de Castilla y León por la provincia de Ávila el pasado 13 de febrero, y ratifica a este periódico su deseo «por cuestiones sentimentales, si nadie lo reclama». Dice que lleva «15 años pidiendo un banderín de la Falange que requisó la Policía en una redada en la sede del partido». Un símbolo que usaron los «defensores del Puerto del Pico en 1936 a los que homenajeaba el arco» y que participaron también en «enfrentamientos en el Alto de los Leones» [denominación empleada durante el franquismo].
Es consciente de la dificultad de que acepten su demanda. Y, en efecto, fuentes de la Subdelegación gubernamental descartan esta posibilidad. «Tienen valor histórico y si la Junta [de Castilla y León] lo considera», porque el Museo Provincial depende del Gobierno regional, irán a la Casa de los Deanes de la capital abulense, donde se encuentra su sede.
López Vázquez, que lleva en Falange desde 1999 y fue seis años su jefe provincial, piensa que «les da mucho miedo exponerlo, no saben qué hacer, lo reclaman porque es patrimonio», pero sospecha que «acabará en los almacenes del museo».
Mientras, el escombro, «según se derrumbó el arco, ahí sigue», apunta el alcalde. «Entre la Junta y la Subdelegación lo iban a retirar pero de momento ahí está. Sí nos han indicado que hay una licitación que sale en mayo y a través de ella se podría hacer».
Alberto Martín mantiene su opinión de que el monumento «se cayó». Un informe del pasado mes de septiembre a cargo del arquitecto municipal establecía su estado de «ruina inminente», aunque se encontraba «en procedimiento de retirada».«Se ha adelantado el tiempo o quien haya sido», dice el regidor sobre las acusaciones de un derribo intencionado, «pero se iba a quitar, no hay que darle más vueltas». La Subdelegación del Gobierno incluso les había pedido un presupuesto para su desmantelamiento.
Pero no hizo falta, y el monolito situado sobre media circunferencia de ladrillo y piedra es ya un recuerdo junto a la milenaria calzada romana sobre la que se alzaba.
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