El personaje

Elías Bendodo: el halcón del consenso

El nuevo “número 3″ del PP es consciente de que sin un partido unido es imposible conseguir un gobierno fuerte y duradero

Elías Bendodo: el halcón del consenso
Elías Bendodo: el halcón del consensoplatón

Detesta perder el tiempo, tiene fama de hábil negociador, es un político de raza, un corredor de fondo siempre en busca del pacto sin renunciar a sus principios y valores. Así definen quienes bien le conocen a Elías Bendodo, nuevo hombre fuerte del PP bajo la presidencia de Alberto Núñez Feijóo. Auténtico «cerebro» del Gobierno andaluz, amigo y confidente de su presidente, Juan Manuel Moreno Bonilla, este judío malagueño ha sido el verdadero baluarte de la Junta de Andalucía, negoció con buena astucia con Ciudadanos y Vox, rompió el cortijo de cuarenta años de socialismo y logró dejar a cero la abultada deuda de 307 millones de euros que heredó del PSOE.

«Es todo un halcón del consenso», dice de él uno de sus mejores amigos. En efecto, el consejero de Presidencia, Administraciones Públicas e Interior de la Junta andaluza ha batutado todos los importantes proyectos con unos presupuestos históricos que colocan a esta tierra como una de las comunidades autónomas más solventes de España. Con este legado, Feijóo le ha elegido coordinador general y número tres del partido. Nadie duda que Elías Bendodo será un hombre clave, un pilar esencial en esta nueva etapa del centroderecha español.

Elías Bendodo Benasayag es hijo de judíos sefardíes afincados en Larache, Marruecos, durante el protectorado español. Hijo de Sentob Bendodo Cohen, un conocido abogado de Málaga, y de Estrella Benasayag, se licenció en Derecho y realizó numerosos másters en Economía y Administración de Empresas en España y Estados Unidos. Mientras estudiaba la carrera, Elías fue agente de seguros, lo que le permitió palpar la calle, convencer al cliente y forjarse como un buen negociador. «Deja que el otro se lleve la última pieza cuando él ya ha logrado sus objetivos», comentan sus colaboradores por su fino olfato.

Su vida política ha sido vertiginosa. A los veintiséis años entró en las Nuevas Generaciones del PP en Málaga, dónde conoció a su gran amigo Juanma Moreno y fue concejal del Ayuntamiento en sustitución de José María Martín Carpena, asesinado por ETA. Trabajó con la entonces alcaldesa, Celia Villalobos, fue presidente de la Diputación y a los cuarenta y cuatro años, consejero de Presidencia y número dos de la Junta andaluza.

Bendodo fue el artífice de la campaña electoral de Moreno Bonilla que logró desbancar al PSOE, después de treinta y siete años de gobierno, en un giro histórico en esta tierra. Con una gestión impecable a sus espaldas, el actual número tres del PP cumple a la perfección el lema de Feijóo: a la política se viene ya aprendido y con los deberes hechos. En su fuero interno, alberga dos de sus proyectos con orgullo, el Caminito del Rey o la Senda Litoral en su querida tierra malagueña. Durante su etapa en Andalucía supo conjugar experiencia y juventud, alejado de sectarismos que no van con su carácter. «No le gusta hacer sangre, es un cazador avezado que lucha por su pieza sin humillar al adversario», comentan en su entorno.

«Soy judío, pero ello no me afecta para nada en mi vida pública y privada», asegura Elías Bendodo, fiel defensor de la libertad religiosa en España. Casado con la periodista Isabel Naranjo, de raíces familiares en Ronda y Algeciras, son padres de dos hijos que estudian en colegios concertados católicos. Isabel es fervorosa de la Semana Santa malagueña y ambos acuden a sus emblemáticas procesiones. Mujer inteligente y discreta, es de las que está al lado de su marido, ni delante ni detrás.

Aunque en la vida de Elías no hay «Sabbat», porque su trabajo es incesante, la familia celebra las tradicionales fiestas del Yom Kipur y Hannukah, bajo el tradicional lema del juidaísmo: disfrutar al hacer el camino. Detesta los «pelotas», le gusta rodearse de personas con experiencia, que le digan la verdad. Como buen «halcón» atisba de inmediato a los lisonjeros de última hora, algo que sabrá practicar en la nueva era Feijóo.

Con talante abierto y de consenso, considera que «cuanto más gobierno más partido», y que sin un partido estructurado y unido «es imposible conseguir un gobierno fuerte y duradero». Asume la reflexión de que en política «se debe estar para sumar y no restar, multiplicar y no dividir, construir y no destruir». Algo que él admira en los equipos formados en su día por Alberto Ruiz-Gallardón, Manuel Cobo y José Manuel Berzal en Madrid. Por Alberto Núñez Feijóo en Galicia, y por Juanma Moreno en Andalucía. Dirigentes de talla, buenos gestores, integradores, con equipos de éxito a nivel nacional para devolver a los españoles la ilusión y esperanza desatada por «el efecto Feijóo».

Bendodo concibe el PP como un espacio abierto para recuperar los once millones de votos que les permita de nuevo gobernar España. Forjador de equipos sólidos, busca respetar «las canas» y el oficio. Su táctica de negociación la definen sus colaboradores en términos futbolísticos: «Sabe marear el balón y no soltarlo hasta estar seguro de meter un gol».

Ejerció también su vocación docente como profesor en la Facultad de Derecho de la Universidad de Málaga y en la Escuela Superior de Empresas (Esesa). Su cultura judía le lleva al pragmatismo: «En política siempre hay que estar con las maletas preparadas», afirma. Con su gran amigo Juanma Moreno ha compartido todo, política, amistad, aficiones, fines de semana en Marbella, tradiciones y procesiones en los rincones de su tierra común malagueña. A pesar de su juventud, el pelo se le ha encanecido, algo que le otorga una imagen de solidez y experiencia. Elías Bendodo es un político de los que ahora se llevan poco en España, con lealtad y formación. Cualidades éstas muy necesarias.