- ¿Por qué Andalucía no puede esperar a diciembre, a que se cumplan los cuatro años de Legislatura, para celebrar sus elecciones?
La decisión es competencia del presidente de la Junta. Pero, en todo caso, ya no hablamos de un adelanto electoral porque las elecciones tocan ya. Este año es año electoral, y los meses de julio y agosto son inhábiles. Si esperásemos a después del verano sólo nos quedarían 15 días de septiembre operativos, y en las actuales circunstancias económicas, tan excepcionales, conviene tomar decisiones cuanto antes, para lo que es bueno disponer de la estabilidad que nos permita tener un Presupuesto actualizado. En este ejercicio no ha sido posible tenerlo por el veto de la pinza PSOE-Vox. En cualquier caso, tenga una cosa clara: conozco bien al presidente. La decisión que tome sólo tendrá un objetivo: el interés de los andaluces, porque es su obsesión.
- ¿Qué medidas les urge tanto poner en marcha?
Con una inflación que roza el 10 por ciento, todas las Administraciones Públicas tenemos la obligación de luchar con todas nuestras herramientas para contener la subida de precios. A una subida de precios como ésta hay que responder con una bajada de impuestos que devuelva ya a los ciudadanos lo que les corresponde. En Andalucía, la urgencia es seguir liderando la economía como lo hemos hecho durante estos meses, gestionar con eficiencia los fondos europeos y seguir eliminando trabas burocráticas. En los próximos cuatro años seguiremos recogiendo los frutos de esta política económica tanto en la creación de empleo como en el desarrollo empresarial. Nos decían que era imposible, pero Andalucía ha cogido el tren que llevaba cuarenta años perdiendo.
- Feijóo se la juega en estas elecciones. ¿Esto no hace aún más arriesgado anticipar la fecha a junio?
Estas elecciones autonómicas serán las primeras de la era Feijóo, pero su importancia no se mide en clave de partido o de liderazgos personales. Son unas elecciones muy importantes para Andalucía porque nos jugamos la consolidación del cambio, y también para el conjunto de los españoles porque aquí se puede dar un impulso nacional a las políticas del crecimiento y a la moderación.
- El modelo es el de Castilla y León, ¿no? ¿Antes coalición con Vox que perder un Gobierno autonómico?
Nuestro objetivo es ganar y conseguir una mayoría lo suficientemente amplia como para no depender de nadie para formar gobierno.
- Eso mismo es lo que dijeron en Castilla y León.
En Andalucía trabajamos para conseguir ese objetivo. Estamos convencidos de que el cambio se está consolidando y de que hay un respaldo mayoritario a las políticas reformistas que aplicamos. El modelo de Juanma Moreno es un modelo de gobierno moderado, transversal, lo que nos permite estar a la derecha de la izquierda y a la izquierda de la derecha, hablar con todos y pactar con todos. Creemos en un proyecto transversal, como hemos demostrado en estos años, y esto es lo que hace que muchos ciudadanos, con independencia de lo que hayan votado en otras ocasiones, se sientan identificados con el proyecto de Juanma Moreno.
- ¿Feijóo tendrá un papel central en esta campaña?
Feijóo es un gran activo del partido en España y en Andalucía. En los 20 días que lleva al frente de la dirección nacional ha ilusionado al partido y ha conseguido que se deje de hablar de nosotros, de lo que es el PP, para hablar de los ciudadanos, de lo que el PP ofrece a la gente. Feijóo es un líder con altura de Estado, que es lo que se necesita en un momento tan difícil como el actual. Igual que el PP andaluz encontró al líder que estaba buscando y después al presidente que necesitaba Andalucía, España ha encontrado al presidente que necesita.
- ¿Con Casado hablaban demasiado de ustedes mismos?
Los ciudadanos no entienden que los partidos hablen más de sí mismos que de sus problemas. Ahora nos están escuchando hacer propuestas y actuar como una alternativa. El PP no es la oposición, es la única alternativa de gobierno, y estamos trabajando para que la gente nos identifique con un equipo solvente, con experiencia de gobierno y que es una clara alternativa al Gobierno de Sánchez. Fíjese que se da una situación paradójica, porque es Sánchez quien está haciendo la oposición al progreso de España.
- ¿Cs aguantará en Andalucía?
El pacto ha funcionado bien y estamos satisfechos. Somos el único gobierno de coalición que sigue vivo, y hemos conseguido construir una mayoría estable que sería bueno que se pudiera mantener tras las próximas elecciones. Cs no está en su mejor momento, es cierto, pero han hecho una buena gestión en las consejerías que han dirigido y estoy convencido de que los andaluces sabrán reconocerlo.
- ¿Cómo planean quitarle votos a Vox?
Como ya lo estamos haciendo, con solvencia, con experiencia de gestión, con ideas claras y con políticas moderadas.
- Si tienen tan claro que ésta es la receta, ¿cómo explican que Vox aguante tan bien en las encuestas y que hayan tenido que ceder a un gobierno de coalición en Castilla y León para mantener la Presidencia de la Junta?
Vox no ha gobernado en ningún sitio hasta ahora y esto les permite ofrecer soluciones que no tienen nada que ver con la realidad de la gestión. En Andalucía, el PP tiene detrás el aval de una buena gestión: ahí están nuestras cifras y nuestros resultados. Quién nos iba a decir que íbamos a convertirnos en la comunidad con más autónomos de España o la región en la que más se reduce el paro... Venimos, además, a nivel nacional de una etapa difícil, que ya hemos superado, y las encuestas están ya recogiendo las buenas expectativas que ha generado el liderazgo de Alberto Núñez Feijóo.
- Como nuevo hombre fuerte del aparato nacional del partido, ¿cómo valora la herencia que deja el anterior equipo?
Hay que mirar ya hacia el futuro, dejar de hablar de nosotros para hablar de los problemas de la gente, y hacer propuestas y buscar acuerdos para solucionarlos. También había un problema de atasco con algunos congresos regionales, como es el caso de Madrid, y lo hemos resuelto en una semana. A finales de mayo se celebrarán los congresos del PP de Madrid y de Galicia, y, después, la otra decena de congresos que falta. El PP tiene la obligación de presentar a los mejores candidatos, éste es el mandato del presidente, y vamos a pedir generosidad y altura de miras para que en todos los territorios se entienda que algunos tendrán que dar un paso adelante y, otros, tendrán que dar un paso a un lado. Pero el partido siempre tendrá sitio para todos.
- ¿Está anunciando que vienen congresos de amplia renovación?
No tiene por qué. Vamos a analizar la situación de cada territorio. Estos congresos son precisamente los últimos porque eran los más complicados en clave interna, y hay que resolverlos de la mejor manera posible para el interés del partido. Estoy convencido de que podremos hacerlo con generosidad, buen talante y haciendo ver que aquí todo el mundo tiene un papel que jugar. Un día nos toca estar en la delantera y, otro día, en el centro del campo, pero estamos en el mismo equipo.
- De la renovación de la etapa anterior se dice que se hizo para colocar a los «afines» al equipo de Casado. ¿Esto puede ser hoy un problema?
Los tiempos de afines o no afines han pasado. Hay que buscar a los mejores y tenemos candidatos, nombrados en anteriores congresos, que tienen clarísimas opciones de ganar en las próximas elecciones. En el Partido Popular no nos medimos por afinidad, sino por nivel de aceptación, liderazgo y proyecto.
- ¿Ayuso tendrá manos libres para formar su equipo o le piden negociación con Génova y consenso, como hacía Casado?
Esta dirección nacional confiará en los territorios y apoyará sus decisiones. Vamos a dejar hacer sus equipos a los líderes regionales.
- ¿También a Ayuso?
A todos los líderes regionales. Evidentemente, hablar siempre es bueno y los líderes territoriales tienen nuestra confianza para que puedan trabajar en la construcción de unos buenos equipos ganadores, en permanente diálogo con nosotros.
- En Cataluña y País Vasco los resultados no les acompañan. ¿Ahí falta liderazgo o proyecto?
Primero vamos a abordar los congresos que tienen elecciones municipales y autonómicas dentro de un año. Cataluña y País Vasco vienen después.
- ¿Y será entonces cuando cambien los líderes del PP vasco y catalán?
Más que hablar de personas, el PP tiene que repensar nuestro modelo de llegar a los ciudadanos. En el pasado hemos sido capaces de conseguir mejores resultados y hay que recuperar al PP de las mayorías sociales, también en Cataluña y en el País Vasco. La sociedad ha evolucionado y hay que repensar nuestro mensaje para llegar a un mayor número de ciudadanos.
- En Cataluña, el terreno se lo está comiendo Vox. ¿Esto quiere decir que deben irse más a la derecha?
No. El PP siempre ganó desde el centro y desde la moderación, tanto a nivel nacional como en los territorios. La vía de hablar con todos y de llegar a acuerdos con todos, o casi todos, es un buen camino. Evidentemente, hay líneas rojas: no vamos a pactar jamás con Bildu o con los independentistas catalanes, como ha hecho el presidente Sánchez. A partir de ahí, la sociedad catalana y vasca se ha llegado a identificar mucho más con nosotros en otros momentos, y tenemos margen de crecimiento, sin ninguna duda.
- Sin acuerdo fiscal, ¿no habrá negociación del Poder Judicial?
El PP no es la oposición, es la alternativa. Y como alternativa, el presidente Feijóo ha presentado un plan económico para paliar la situación tan dramática que viven muchas familias españolas como consecuencia de la subida de precios. No sólo motivada por la guerra, como pretende hacernos creer el Gobierno, porque los precios llevan subiendo desde mucho antes de que estallara el conflicto armado en Ucrania. Nuestra propuesta no es sólo del PP, se ha compartido con sindicatos, empresarios y otros representantes de la sociedad civil. Es un documento muy trabajado, de más de 40 folios en los que proponemos medidas a todos los niveles para devolver a la gente en torno a 10.000 millones de euros que va a recaudar de más el Gobierno. El plan plantea reducir el gasto burocrático con la eliminación de nueve ministerios, un rediseño de los fondos europeos para agilizar la gestión de 5.000 millones, reformas estructurales y una bajada de impuestos inmediata, temporal y que suponga un alivio a todas las familias. Es una propuesta de país, un plan con menos ideología y más lógica y sentido común. Por tanto, lo natural sería que nos sentáramos a hablar.
- El Gobierno ya ha dicho que «no». ¿Esto implica que tampoco habrá negociación del Poder Judicial?
Nosotros vamos a hablar con el Gobierno de todo, lo que no significa tragar con todo. El PP tiene las ideas muy claras en lo que se refiere a priorizar los problemas de la gente. Y, ahora mismo, la preocupación de la gente no está en cambiar unos jueces por otros, sino en la bajada de impuestos y en aliviar la carga económica que supone para muchísimas familias y empresas una inflación que roza el 10 por ciento, el doble que en otros países de nuestro entorno.
- Entonces, se sentarán a negociar aunque no haya acuerdo fiscal. ¿Y lo harán sobre la base de las exigencias fijadas por Casado? Me refiero a la condición de una reforma legislativa para cambiar el modo de elección de los jueces.
En primer lugar, vamos a escuchar lo que nos plantea el Gobierno cuando se nos convoque. En base a la propuesta que nos hagan fijaremos nuestra posición. Evidentemente, hay que cumplir todas las directivas y mandatos que se plantean a nivel europeo, pero vamos hacer las cosas de manera ordenada. Cuando el Gobierno nos llame para hablar de esto, acudiremos a la reunión, escucharemos sus propuestas y empezaremos a hablar.
- La crisis económica está calentando la calle. ¿Este PP hará oposición bajo la pancarta o sólo desde las instituciones?
Somos un partido pegado a la realidad y a los problemas de la gente. Esto no significa estar en la calle, pero sí en permanente contacto con ella.
- Pero, entonces, ¿se pondrán siempre detrás de la pancarta, como hace Vox?
Habrá que ir viendo las circunstancias. Pero, cuando haya que reivindicar determinadas cuestiones, lo haremos sin ningún tipo de complejo y sin mirarnos en ningún partido. Muchos de los cargos que tenemos ahora responsabilidades nacionales hemos pasado por ayuntamientos, por el municipalismo, y haber sido concejal de un distrito te da una amplia experiencia para estar pegado siempre al terreno. También le insisto, como ya he dicho antes, que creemos firmemente en que los ciudadanos quieren que los políticos nos pongamos de acuerdo en lugar de que nos tiremos los trastos a la cabeza. Y que desde el diálogo se consigue más que desde la confrontación, sin ninguna duda.
- ¿Qué representa Vox para esta dirección?
Es un partido que se presenta a las elecciones, como otro más, y que los ciudadanos lo votan o no lo votan, ésa es la democracia.
- ¿Normalizarán relaciones con ellos a nivel nacional, igual que con el resto de partidos?
Otros partidos que pactan con el Gobierno sí tienen un pasado turbio, como Bildu. Vox es un partido igual de democrático que otros, que se presenta a las elecciones y que obtiene la representación que quieren darle los ciudadanos. Entenderá que no vamos a aceptar que el PSOE hable de aislar a Vox, cuando lo que pretende es aislar al PP. Ni tampoco que nos dé lecciones sobre con quién podemos pactar cuando ellos mantienen acuerdos con los herederos de Batasuna y con los independentistas que quieren romper España. Estos son los que sostienen al Gobierno de coalición en La Moncloa. Por tanto, ya está bien de ese supremacismo moral de Sánchez, de la izquierda, que se cree legitimada para decir a los demás con quién deben pactar mientras ellos pactan con los herederos de ETA. Eso es una tomadura de pelo para los españoles, es un cuento chino. Justo hace unos días, el presidente Sánchez se situaba, sin ningún pudor, al frente de un gobierno de centroizquierda: pues a la vicepresidenta Yolanda Díaz no la veo muy de centro, es más comunista que de centro; y tampoco lo son ni Bildu ni ERC. ¡No se puede engañar a todo el mundo durante todo el tiempo!
- Si Vox es un partido tan democrático como cualquier otro, ¿por qué Feijóo no quiso hacerse la foto con ellos en la investidura del Gobierno de coalición en Castilla y León?
No ha habido un problema de fotos, sino de agenda.
- Pues da la impresión de que les incomoda la foto con Abascal.
El Partido Popular no está pendiente de fotos, sino de ofrecer soluciones a los problemas de los españoles y gestionar lo mejor posible los gobiernos que representamos.