Pedro Sánchez
Cuatro votaciones miden la debilidad del Gobierno en el Congreso
Sánchez afronta tres proyectos de Ley y un decreto este jueves
El Gobierno está intentando rehacer su alianza con los socios de investidura para tratar de zanjar la legislatura sin un disparatado desgaste. Seguramente, Moncloa esté transitando ahora por el momento de mayor debilidad tras la crisis desatada por el espionaje a políticos independentistas y este jueves tiene una prueba de fuego para medir el estado en el que se encuentra: afronta cuatro votaciones y se desconoce hasta última hora si saldrán adelante o caerán.
En concreto, este jueves se votan tres proyectos de Ley: el de Seguridad Nacional; el de precursores de explosivos; y, otro sobre la rehabilitación de edificios. Asimismo, se vota un decreto sobre medidas relacionadas con el impacto de la Guerra de Ucrania (pagos en el exterior). De momento, tanto Esquerra como el PP, que se antojan como los grupos más influyentes para determinar si las medidas prosperan o no, siguen sin determinar el sentido del voto.
Los grupos parlamentarios continúan estudiando qué hacer y se miran de reojo para ver qué terminan votando. En este sentido, todavía está por ver qué vota el PP con las enmiendas a la totalidad de ERC y JxCat al proyecto de Ley de Seguridad Nacional o al de precursores de explosivos y si opta por tumbarlos: los populares no han definido su posición aún y aguardan hasta última hora a la expectativa de posibles movimientos, pero son muy críticos con el texto del Gobierno sobre Seguridad Nacional en algunos de sus aspectos y recuerdan que el Consejo de Estado lo reprobó. Todo está en manos de los republicanos, que, al cierre de esta edición, continuaban en conversaciones para determinar si acaban retirando ambas enmiendas a la totalidad.
Lo cierto es que el ambiente se ha destensado en cierta medida en las últimas horas después de que el Gobierno haya cedido y haya cesado a la directora del CNI, Paz Esteban. El gesto ha sido bien recibido en las filas republicanas, aunque exigen más y están a la espera de la cita entre Pere Aragonès y Pedro Sánchez y de que el Gobierno ordene la desclasificación de las autorizaciones judiciales sobre el espionaje, una maniobra que alberga ciertas dudas jurídicas sobre su viabilidad.
En cualquier caso, tras las cuatro votaciones de este jueves, quedan muchas más por venir en el horizonte, aunque tampoco sean tan determinantes para el Gobierno: algunas de ellas sí tienen bastante carga simbólica, como la de Memoria Histórica, la de Vivienda o la Ley orgánica del sistema universitario. Sí es cierto que por el camino se pueden cruzar decretos de la envergadura del de las medidas económicas para paliar los efectos de la guerra de Ucrania, como el que aprobará el Consejo de Ministros este viernes para limitar el precio del gas y reducir la factura de la luz.
Moncloa tiene por delante una auténtica carrera de obstáculos y todo dependerá de cómo y cuándo sea capaz de cerrar la crisis con Esquerra. Si es incapaz de hacerlo, muchos en el Congreso dan por hecho que la legislatura quedará acortada y concluirá antes de finales del próximo año, salvo que Sánchez sea capaz de resistir sin aprobar presupuestos para 2023 (plausible) y minimizando la actividad parlamentaria: es decir, evitando votaciones (evitando iniciativas del Gobierno o delegándolas en el grupo parlamentario socialista).
Por tanto, el Gobierno queda a expensas de Esquerra y de ver qué derroteros sigue el PP con Alberto Núñez Feijóo al frente. De momento, las tensiones entre Gobierno y populares siguen siendo muy palpables.
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