"Caso Voloh"

El empresario señalado como enlace entre Puigdemont y el Kremlin dice al juez que Rusia “iba con los españoles”

Dimitrenko asegura que “es impensable” que Moscú ofreciera 10.000 soldados a una Cataluña independiente: “Es una broma de mal gusto”

El empresario ruso Alexander Dimitrenko, el supuesto enlace entre el entorno de Carles Puigdemont con el Kremlin en busca de apoyo financiero y militar a una Cataluña independiente, ha asegurado al juez del “caso Voloh”, según fuentes jurídicas, que en el conflicto entre España y Cataluña a causa del “procés” Rusia “iba con los españoles”.

Según esas mismas fuentes, en su declaración como investigado el empresario ha negado también que Moscú ofreciera al expresident poner a su disposición 10.000 soldados rusos para garantizar la viabilidad militar de una hipotética República catalana. “Eso es impensable”, ha afirmado. “Es una broma de mal gusto”, ha añadido.

Dimitrenko -a quien el juez imputó por intermediar en una operación de compraventa de gas entre Rusia y China que supuestamente habría utilizado para financiar el proyecto independentista- ha negado la mayor y ha calificado de “normal” que un empresario afincado en Cataluña actúe como intermediario en una operación de este tipo.

El juez Joaquín Aguirre -que investiga el supuesto desvío de fondos al entorno de Puigdemont- citó a declarar como investigado a Dimitrenko tras revelarse el contenido de una conversación del empresario con Josep Lluís Alay, jefe de la oficina del expresident, en el que la hacía partícipe del éxito de ese negocio.

“Alay no tenía nada que ver”

Pero según ha explicado, Alay “no tenía nada que ver” con esa operación, que le comentó en la conversación intervenida porque “somos amigos”. “¿Por qué le dijo Alay que se alegraba?”, le ha preguntado entonces el fiscal según las fuentes consultadas. “Porque es amigo mío y estaba contento de que lo hubiera cerrado”, ha asegurado el investigado.

Aunque la Fiscalía se opuso a que se investigara esta operación, la Audiencia Provincial de Barcelona avaló la decisión del juez, que apreció indicios de la supuesta participación de personas del entorno del ex presidente de la Generalitat en esa compraventa de gas.

Dimitrenko -a quien ni el titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Barcelona ni el fiscal han interrogado en relación a Puigdemont, según esas mismas fuentes- se ha referido al posicionamiento de Rusia en el “procés” a instancias de la defensa de Alay, que le ha preguntado en relación a si Rusia “iba con los españoles o los catalanes”. “Obviamente, con los españoles -ha respondido-, por supuesto”.

La embajada rusa le llamó al orden

El empresario ruso también ha explicado que desde la embajada rusa se le instó a desistir de un proyecto tecnológico que iba a desarrollar en Cataluña para no enturbiar “la sensibilidad política” en España. Según ha dicho, le llamaron al orden para que no se metiera en el proyecto, porque podía generar “susceptibilidad política” al Gobierno español.

Según publicó «The New York Times» en septiembre del pasado año aludiendo a un informe de inteligencia europeo, Alay se reunió en Moscú (en un viaje en el que le habría acompañado Dimitrenko) “con funcionarios rusos, con exagentes de inteligencia y con el nieto de un espía de la KGB, un hombre muy bien conectado” con el objetivo de “garantizar la ayuda rusa para lograr la separación de Cataluña del resto de España”.

En la capital rusa se habría visto, siempre según el diario estadounidense, con funcionarios “involucrados en lo que se ha conocido como la guerra híbrida del Kremlin contra Occidente” a través de supuestas operaciones de propaganda y desinformación. Pero Alay aseguró que el objetivo era preparar un hipotético viaje de Puigdemont a Rusia.

Ante el juez del “caso Voloh” también ha comparecido, en su caso como testigo, Elsa Artadi, exportavoz de JxCAT en el Parlament. El instructor ha interrogado a la exconsejera de Presidencia de la Generalitat (que anunció su abandono de la política el pasado febrero) en relación a las dos reuniones que mantuvo en Barcelona con supuestos emisarios rusos el 26 y 27 de octubre de 2017, en las horas decisivas del “procés”, según aseguró el pasado 11 de mayo en su declaración judicial el exdirigente de Convergencia Víctor Terradellas. A una de ellas, según Tarradellas, habría asistido el entonces president apenas 24 horas antes de que el Parlament declarase la independencia de Cataluña.