El Perfil

Juanma Moreno, el triunfo de la gestión

En enero de 2019 hizo historia al desbancar al PSOE después de casi 40 años en el poder y ha estado a la altura

Moreno Bonilla
Moreno BonillaPlatónIlustración

Cuando Juan Manuel Moreno Bonilla era diputado en el Congreso solía decir que en política «mejor las cosas con miel que con hiel». Era el reflejo de su talante dialogante y moderado que desplegó como Secretario de Estado de Servicios Sociales e Igualdad en el ministerio de Sanidad con Ana Mato. Negoció entonces leyes de gran importancia y en marzo de 2014, unas semanas después de la muerte de su padre Juan Moreno Conejo, fue elegido presidente del PP de Andalucía y candidato a la presidencia de la Junta. Nieto de jornaleros del Valle del Guadalhorce emigrados a Barcelona, su padre trabajó de delineante industrial en la Seat y como taxista, y su madre María Bonilla en unos grandes almacenes. Tres meses después de su nacimiento la familia volvió a su querida Málaga y se estableció en la antigua carretera de Cártama. Con catorce años se mudaron al Puente de las Américas donde sus padres montaron una droguería. Juanma, como todos le llaman y reza el lema de su campaña electoral, estudió en la Universidad Laboral de Málaga, se inició en política en las Nuevas Generaciones y fue concejal de Juventud y Deporte con Celia Villalobos de Alcaldesa. En enero de 2019 hizo historia al desbancar al PSOE después de casi cuarenta años en el poder.

Desde ese día su gestión ha sido brillante, rigurosa, ha convertido el cortijo socialista de la corrupción en la California del Sur. Unas muy buenas cifras económicas, presupuestos equilibrados y una política fiscal liberadora de impuestos han hecho del mandato de Moreno Bonilla un ejemplo de gobierno de centro para todos los andaluces.

Casado con Manuela Villena, una primera dama atractiva y discreta, a quien conoció en un Congreso del PP, el día de su boda le cantó «Sabor de amor», del grupo andaluz Danza Invisible, dónde él mismo había sido vocalista. Padres de tres hijos, Juanma, Fernando y Alonso, con quienes es habitual verle de paseo cerca de su domicilio sevillano en Alcalá de Guadaira, es hombre muy arraigado a su tierra, amante de su folklore, las tradiciones, devoto de la Virgen del Rocío, deportista y cercano. Todos los días hace gimnasia para despejar la cabeza, pues cree en eso de mente sana en cuerpo sano. Su gobierno de coalición con Ciudadanos ha sido todo un ejemplo de buena gestión, política económica acertada con el impuesto de sucesiones más bajo de España, captación de inversiones y creación de empleo. Todo un revulsivo tras cuarenta años de gobiernos socialistas salpicados por el escándalo de los ERES y el procesamiento de sus dos ex presidentes, Manuel Chaves y José Antonio Griñán. Convertido en uno de los «barones» autonómicos del PP con mayor peso, es uno de los pilares esenciales en el nuevo equipo de Alberto Núñez Feijóo. Ahora, si las encuestas aciertan y el electorado se moviliza, puede batir el récord de gobernar en solitario. Por de pronto, muchos andaluces, trabajadores de bien, reconocen haber votado en su día al PSOE y hacerlo ahora a Juanma. Un nuevo estilo de hacer y estar en política.