El homenaje a las víctimas del terrorismo, marcado por la división y el rechazo a “blanquear” a ETA

El homenaje a las víctimas del terrorismo en el Congreso ha venido marcado en los últimos años por la división política y social. La presencia de Bildu en el acto y sus pactos con el Gobierno han dinamitado toda posibilidad de consenso y han hecho trizas la unanimidad que consiguió la cámara baja en 2010 para fijar el 27 de junio como día para recordar a todas las víctimas. Así, en el acto de este lunes, las dos principales fuerzas de la oposición (PP y Vox) se han vuelto a ausentar del hemiciclo, al igual que algunas de las principales asociaciones, entre ellas la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), el Colectivo de Víctimas del Terrorismo en el País Vasco (Covite) o Dignidad y Justicia.

Todas las entidades lamentan que el Gobierno esté haciendo un “blanqueamiento” del terrorismo. Así, la AVT considera que “no se puede homenajear a las víctimas del terrorismo y gobernar con el apoyo de los que son los herederos del brazo institucional de ETA”; Covite denuncia que “homenajear a las víctimas del terrorismo en una institución en la que tienen representación partidos políticos que justifican la existencia de ETA y que no condenan la violencia terrorista es un ejercicio de cinismo”; y, Dignidad y Justicia lamenta cómo “un Gobierno que se apoya en ETA va a hacer un homenaje a las víctimas del terrorismo”.

Del PP, tan solo han acudido al acto Ana Pastor y Adolfo Suárez ya que forman parte de la Mesa. En cambio, de Vox, nadie y se han concentrado a las puertas, donde han guardado un minuto de silencio. Una vez dentro, el acto ha comenzado con un discurso de la presidenta, Meritxell Batet, quien ha reivindicado la necesidad del homenaje para “mantener viva la memoria” de las víctimas y expresar el “reconocimiento a todas las víctimas”. Batet también ha reclamado confianza en “el imperio de la Ley y en los medios del estado de derecho para hacer justicia y reparar y proteger a las víctimas”.

En este sentido, el presidente de la Fundación Víctimas del Terrorismo, Tomás Caballero, ha querido poner de manifiesto el “pesar e inquietud” que percibe en el colectivo de víctimas del terrorismo porque quedan muchas cosas por hacer y enmendar. Así, ha desgranado hasta tres puntos con los que considera que todavía queda mucho por avances para la dignidad de las víctimas: arrojar luz sobre los 379 crímenes de ETA sin resolver; acabar con los homenajes a los terroristas cuando salen de la cárcel, que son “indignos e inmorales”; y, elaborar un “relato” acorde con la realidad para diferenciar entre víctimas y victimarios.

Asimismo, Caballero ha recordado las conclusiones y recomendaciones que hizo recientemente el Parlamento Europeo, entre las cuales se abogaba por considerar los asesinatos de ETA como crímenes contra la humanidad para evitar su prescripción (es decir, que puedan ser juzgados a pesar de haber transcurrido 20 años) y por condicionar los beneficios penitenciarios a todos aquellos terroristas que colaboren en el esclarecimiento de los crímenes. “Ningún miembro de ETA ha colaborado en la resolución de casos”, ha señalado Caballero. “Tenemos una clara hoja de ruta para avanzar. Busquen mecanismos para implementar sus propuesta”, ha añadido. “Hay que combatir cualquier blanqueamiento”, ha zanjado.

También relacionado con los crímenes sin resolver, Caballero ha reiterado la vieja reclamación del colectivo de equiparar las indemnizaciones a las víctimas con y sin sentencia judicial. “No es justo que la incapacidad de nuestro sistema para resolver los atentados pendientes sea, además, causa de la falta de equiparación indemnizatoria”, ha señalado.

Al acto han acudido también miembros del Gobierno: estaban Félix Bolaños, Reyes Maroto, Fernando Grande-Marlaska, Pilar Llop y Luis Planas. Han estado todos los grupos parlamentarios presentes (con la portavoz de Bildu, Mertxe Aizpurua) en el hemiciclo.